El ministro de Salud, Mario Russo, rompió su largo silencio desde que asumió en su cargo y reconoció este martes la existencia de un "cuello de botella" en la provisión de repelentes para combatir el dengue, y descartó la efectividad de la vacuna para mitigar el brote de la enfermedad, que ya ha cobrado la vida de 130 personas en lo que va de la temporada. 

"La semana pasada, el director de la Organización Panamericana de la Salud dejó claro que esta vacuna no es efectiva para mitigar un brote. Se necesitarían casi ocho años para lograrlo", aseguró Russo en declaraciones radiales. 

El funcionario explicó que la vacuna aprobada por ANMAT ha superado la fase 3 y se ha mostrado segura y eficaz en personas de 4 a 16 años. Sin embargo, se espera recabar datos finales de la fase 4 en Argentina y Brasil para determinar en qué regiones y grupos etarios sería conveniente aplicarla.

Respecto a la estrategia del Ministerio de Salud ante el brote de dengue, Russo indicó que están recopilando datos para tomar decisiones en conjunto con especialistas y organismos internacionales, y que en los próximos 60 días se espera contar con información relevante

En cuanto al faltante de repelentes para combatir la enfermedad, el ministro atribuyó la situación a una realidad específica del Área Metropolitana de Buenos Aires. Se refirió a la discrepancia entre la oferta y la demanda como un problema que están abordando y que esperan resolver en los próximos días mediante una mayor producción de repelentes por parte de laboratorios provinciales. 

El Ministerio de Salud reafirmó su compromiso de continuar combatiendo el dengue basándose en la evidencia científica y no en “operaciones de prensa”. Destacó la importancia de llevar a cabo un seguimiento epidemiológico y de enfocarse en eliminar al mosquito como primera línea de defensa.