De cara al balotaje del 19 de noviembre, Sergio Massa volvió a lanzar definiciones políticas y puso el foco una vez más en su “vocación de diálogo”, en el marco de una segunda vuelta electoral donde el candidato presidencial de Unión por la Patria deberá mantener no sólo el voto propio, sino ganar terreno también en sectores que antes votaron oposición. En ese sentido, pone todas las fichas en el discurso “anti grieta”.

“Muchos me criticaron mi vocación de diálogo con todos los sectores de Argentina. Esa vocación de diálogo va a permitir la unión nacional con integrantes de diferentes fuerzas políticas”, dijo el actual ministro de Economía en conversación con TN, donde se refirió a la actual coyuntura.

“Si me toca presidir, se muere definitivamente la grieta”, fue una de las frases más resonantes que dejó Massa ayer en sus declaraciones, siguiendo la línea que ya anunció de constituir en diciembre un gobierno de “unidad nacional”.

“Tengo la responsabilidad y el desafío de convencer a muchos de los que no nos votaron, ya sea de JxC, de Hacemos por Nuestro País. Para muchos es intentar confiar en mí, decirles que por ellos voy a hacer el mayor esfuerzo desde el 10 de diciembre si me dan la oportunidad”, expresó el candidato de UP.

En tanto, también hubo crítica incluida para su contendiente electoral, Javier Milei, quien ahora decidió aliarse con Mauricio Macri para unir fuerza en contra el peronismo. “Milei pactó con la casta. Él dijo que Macri era el peor gobierno de la historia, que Bullrich era una montonera asesina”, remarcó Massa y se mostró en contra de “hacer esos acuerdos de noche y sin programa de gobierno”.

Por otro lado, a pesar de los embates económicos que vienen teniendo lugar en el país desde su llegada a la gestión de Economía de la Nación, Massa destacó la tarea que le tocó afrontar. “Tuve la responsabilidad de estabilizar Argentina en tal vez su peor crisis de los últimos 30 años”, señaló y enumeró las dificultades que presentaron “el acuerdo criminal” con el FMI, la sequía, que “afectó mucha de la estabilidad que los argentinos se merecen.