El secretario general de la Presidencia, Fernando de Andreis, y la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, interrumpieron su retiro espiritual en Chapadmalal para brindar una conferencia e prensa y aprovecharon la oportunidad para continuar presionando al líder de la CGT, Hugo Moyano, para que baje la movilización del 21 de febrero: "en la Argentina no hay lugar para las extorsiones".

El jueves el Ejecutivo realizó algunas maniobras para frustrar la movilización que promete ser multitudinaria: cerró la paritaria con Obras Sanitarias con un 15% de aumento con cláusula gatillo y está a la espera del resto de los sindicatos: Uocra, Uatre y Comercio. Además, ese mismo día la Justicia ordenó levantar el secreto fiscal y bancario del líder de Camioneros y de toda su familia en el marco de la causa que los investiga por presunto lavado de dinero. 

Como si eso fuera poco, en los últimos días la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidaly la vicepresidenta, Gabriela Michetti, brindaron su apoyo públicamente al presidente, Mauricio Macri, descalificando las acciones de lucha de los gremios en general. Criticaron a los trabajadores agremiados y sus líderes por pretender trascender en los medios en lugar de "trabajar".

Hoy, en medio del retiro espiritual de Andreis en conferencia de prensa tildó la convocatoria de Moyano de "comportamiento mafioso" y aseguró que "no hay lugar para los aprietes". Lo llamativo fue que estuvo acompañado por la Ministra de Seguridad quien en el último tiempo trascendió por sus polémicas declaraciones en torno al rol de las fuerzas de seguridad en la actual gestión de Gobierno y sobre el caso Chocobar.

El secretario general de la Presidencia expresó que "en la Argentina no hay lugar para las extorsiones, ni las mafias, ni las amenazas, ni los aprietes y no vamos a retroceder ni un milímetro en nuestra postura" en relación a la manifestación convocada para el 21 de febrero. Además, aseveró que "no vamos a retroceder, siempre vamos a estar esperando con los brazos abiertos las actitudes más dialoguistas" en relación a los gremios que se bajaron de la convocatoria.

De Andreis a continuación intentó suavizar su discurso y lanzó: "somos respetuosos de lo que quieran manifestar y respetuosos de estar en la calle, pero la discusión no pasa por una persona en particular, acá planteamos qué Argentina queremos para el futuro, una en la que no exista la extorsión y la prepotencia".

Para terminar, afirmó que "nosotros planteamos un modelo de generación de empleo, productivo, que incluya a todos, que interactúe con el mundo" y concluyó: "allí no hay lugar para las extorsiones, ni para las mafias ni para los aprietes".