La apuesta a la “antigrieta” sigue en curso, aunque sin un consenso sólido. Figuras como el economista Roberto Lavagna y el peronismo disidente de Alternativa Federal no logran confluir y, por el momento, continúan por carriles separados en la búsqueda por ir a los comicios con lo propio.

Tras el encuentro mantenido ayer entre Lavagna y el gobernador cordobés electo, Juan Schiaretti, el ex ministro de Economía de Duhalde y Kirchner dio la espalda a disputar PASO del peronismo alternativo y quedó más cerca de ir a las urnas con una plataforma propia. Así lo definió el mandatario cordobés, quien se manifestó en las redes sociales sobre la negativa de Lavagna a las PASO, instantes previos a la cena que mantuvo las principales figuras de Alternativa Federal.

Allí, exponentes como Sergio Massa, Juan Manuel Urtubey y Miguel Angel Pichetto reafirmaron su posicionamiento bajo el sello del peronismo “no K” y apuestan a la tercera vía para superar la grieta. Massa, en tanto, mantiene un silencio prudente ante el condicionamiento impuesto por la reciente precandidatura presidencial de Alberto Fernández, quien busca tender la mano al tigrense para estrecharla, de manera tácita, con su compañera de fórmula, Cristina Fernández de Kirchner.  

El rechazo de Lavagna deja al peronismo disidente en una apretada situación, ya que poseía fuertes expectativas sobre la confluencia en el espacio por parte del economista, más todavía en un escenario donde Cambiemos y el nuevo armado de CFK parecen encaminados a acaparar la atención. Alternativa Federal deberá buscar respuestas contundentes si no quiere que su propuesta se diluya en la intensidad de la pulseada entre macrismo y kirchnerismo.

Por lo pronto, mientras el escenario político asimila la nueva fórmula Fernández-Fernández y Cambiemos intenta sostener el liderazgo de Macri a fuerza de polarización, la “avenida del medio” no encuentra todavía una vía sólida. El tiempo corre y las listas piden definiciones lo antes posible.