Con la vida política comenzando a reordenarse tras un mes totalmente signado por la situación de CFK, primero el pedido de condena, luego el sitio de su casa en Recoleta por el Gobierno porteño, y por último el atentado contra su vida, el debate que emerge con mayor temperatura dentro del universo de la político tiene que ver con la posibilidad de suspender las PASO 2023. Aunque a la ciudadanía le quede muy lejos y, lógicamente, le resulte de lo último en su lista de prioridades en un escenario de 78% de inflación interanual y creciendo, la discusión sobre las primarias del año que viene se está transformando en un parteaguas de la política, básicamente porque una suspensión reorganizaría todo el mapa electoral y las posiciones de cada sector.

Es por ello que este es un tema que recién está comenzando su derrotero en la agenda pública, y es de esperarse varios capítulos en una discusión que puede llegar a ser determinante para definir el rumbo del país post 2023. En los últimos días y horas, gran parte de los referentes de mayor importancia tanto oficialistas como opositores se manifestaron sobre el tema, dando la pauta de la trascendencia que tendrá la discusión que está comenzando. Aquí algunos elementos para abordarla y seguirla.

Suspender las PASO: el debate del momento donde nadie quiere pagar costos políticos

¿A QUIÉN BENEFICIARÍA SUSPENDER LAS PASO?

Frente a toda medida política que suscite un debate encendido, la pregunta sobre a quién beneficiaría es el punto de partida obligado. A partir de su respuesta podrán entenderse posiciones que a priori resulten ilógicas, como por ejemplo el cambio de postura de la actual oposición y del oficialismo frente al tema.

Una mirada rápida dirá que el mayor perjudicado sería Juntos por el Cambio. El frente opositor está enredado en una feroz interna, frente a la cual todos sus componentes apuntan a las PASO como la instancia para dirimirlas a partir del voto de la ciudadanía. Esa interna expresa no sólo la voluntad de distintos pre candidatos a una candidatura, sino posicionamientos políticos diferentes que llevarían a distintas líneas de acción. El mayor reflejo de ello son los dichos recientes de Mauricio Macri, que en una entrevista afirmó que veía mejor que hace un año a Rodríguez Larreta aunque no compartía su postura “dialoguista”. Qué propuesta llevará el PRO, principal partido de JxC, para la presidencia, depende de ordenar esas diferencias.

Suspender las PASO: el debate del momento donde nadie quiere pagar costos políticos

De ahí para abajo, la oposición tiene otros conflictos. Uno tiene que ver con el lugar del radicalismo. El partido centenario viene envalentonado tras la performance electoral de Facundo Manes en 2021, y el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, ya manifestó también su intención de ser candidato a presidente. Luego de una experiencia de gestión entre 2015 y 2019 donde quedó muy desdibujada por el manejo del PRO, la UCR se anima a disputar la hegemonía al macrismo en JxC y sin unas PASO sería difícil acordar una misma fórmula entre ambos partidos.

Otro problema para la oposición, en caso de no tener PASO el año que viene, serán las listas bonaerenses. Allí el PRO tiene una fuerte disputa entre el larretismo, encarnado por Diego Santilli, y el sector de la ex gobernadora Vidal, que impulsa a Cristian Ritondo. Tanto Macri como Patricia Bullrich están jugando con el apoyo a Ritondo, en un intento de condicionar a Larreta que marca el difícil debate que debería afrontar el macrismo si no hay internas. Pero a eso hay que sumarle a la UCR provincial, que si bien no tiene un candidato muy fuerte, sí posee la estructura política en la provincia como para bancar la elección y no se subordinará fácilmente a una baja de línea PRO. Las recorridas que el propio Gerardo Morales viene realizando por el conurbano marcan el pulso en ese sentido.

Suspender las PASO: el debate del momento donde nadie quiere pagar costos políticos

En el oficialismo, por su parte, tampoco el beneficio es absoluto. Sí está claro que el solo hecho de trasladarle los problemas recién descriptos a la oposición ya sería una gran ganancia para el FDT. Por otro lado, el Gobierno también ganaría tiempo para llegar en una mejor situación económica a las elecciones de octubre. Serían dos meses más para bajar la inflación, recuperar salarios y consumo. El periodista Roberto Navarro reveló en estos días una frase que le atribuyó al entorno de Sergio Massa, según la cual el Ministro de Economía piensa que “con 10.000 millones de dólares de reservas y sin PASO el FDT gana las alecciones”.

Pero las PASO, sobre todo en una elección ejecutiva, sirven para ordenar políticamente y mantener unidos a todos los sectores de un frente. De no existir esa instancia, regirá el ya célebre “uso de la lapicera”, una práctica que tiene como principal característica dejar un tendal de heridos cuyas consecuencias son difíciles de calcular a priori. Sumado a esto, el oficialismo se vería obligado a asumir el costo político de, en palabras de la oposición, “cambiar las reglas del juego” a meses de las elecciones. Justamente esa fue la lectura que frenó una posible suspensión en 2021, cuando el argumento era la pandemia. Los resultados quedaron a la vista, con una oposición que salió tremendamente fortalecida de las internas y ganó las generales. Quizás ese antecedente juegue a la hora de la decisión final.

¿QUIÉNES VIENEN IMPULSANDO LA SUSPENSIÓN?

Aquí el panorama todavía es difuso, aunque ya van aclarando algunas posiciones. Los primeros en asumir el costo de la decisión son algunos gobernadores peronistas, que plantearon la iniciativa en una reciente reunión de La Liga y vienen empujando su discusión. En varias provincias las elecciones se desdoblarán de las nacionales, por lo cual de existir PASO la población debería ir votar entre cuatro y cinco veces en el año. Con el clima de hastío general frente a la política que todos los actores del sistema perciben, la idea de darle cierto respiro a la población eliminando una instancia electoral que en lo formal solo sirve para ordenar candidaturas tiene su sentido.

Por otro lado, los gobernadores plantean que esos recursos puedan ser utilizados para otros fines. En ese punto su interés se cruza con el de Sergio Massa. A cargo de la implementación de un fuerte ajuste del gasto público, para el titular de Economía suspender las primarias no significaría solamente ganar tiempo sino también recursos. A su vez, con la aprobación política del kirchnerismo con la que cuenta actualmente el tigrense, si logra encaminar la economía de cara al año que viene su candidatura sería casi un número puesto, y la eliminación de las PASO lo encumbraría todavía más como el único candidato del oficialismo.

Suspender las PASO: el debate del momento donde nadie quiere pagar costos políticos

En la misma línea de los gobernadores se ubican muchos intendentes peronistas de la provincia. Para los jefes comunales las internas siempre representaron un riesgo para su hegemonía político-territorial, que generalmente se vio desafiada por La Cámpora. Hoy los intendentes del PJ deslizan en off que la ausencia de unas primarias los beneficiaría en la posibilidad de conformar listas más acordes a su voluntad, y resaltan otro hecho importante: en los distritos creen que las gestiones locales tienen mucha mejor imagen que la nacional y la provincial, por lo que eliminar una instancia electoral los beneficiaría también por ese lado. Sin embargo, reconocen también que la lapicera deja heridos, y que la conformación de listas por esa vía traería problemas con actores importantes, fundamentalmente los movimientos sociales.

EL ARGUMENTO PARA SUSPENDERLAS ¿CUÁNTO CUESTAN LAS PASO?

Si en el 2021 el argumento que nutrió la discusión por una posible suspensión fue el cuidado de la ciudadanía en la pandemia, este año la postura es totalmente económica. Aquí hay que aclarar que en el proyecto de ley de presupuesto, que ya fue enviado al Congreso por el Ministerio de Economía y comenzó a discutirse este martes, se asignó una partida de 63 mil millones de pesos para el proceso electoral. Aproximadamente la mitad de eso se destinaría a las PASO, o se ahorraría para las arcas del Estado y para re direccionar esos recursos en caso que se suspendieran.

¿QUÉ TENDRÍA QUE PASAR PARA QUE SE SUSPENDAN?

Las PASO fueron instauradas por la Ley 26.571, sancionada el 2 de diciembre del 2009 bajo el título de “Ley de democratización de la representación política, la transparencia y la equidad electoral”. Dicha ley modificó una anterior, la Nº 23.298, que ordenaba el funcionamiento de los partidos políticos y, como en ese caso, para volver a ser modificada tendría que mediar una decisión del Congreso Nacional.

Para eso el oficialismo debería conseguir votos. En el Senado, y por la relevancia que los gobernadores le vienen dando al tema, se da por descontada una votación favorable a un eventual proyecto de suspensión. Pero en Diputados la cosa es más ajustada para el FDT. El oficialismo tiene 118 legisladores propios en la Cámara Baja, y necesitaría como mínimo 11 votos más para aprobar la medida. El Interbloque Federal podría aportar algunos de ellos, pero se descuenta la negativa de la izquierda, cuyos referentes ya se expresaron en ese sentido, y de José Luis Espert. Javier Milei, por su parte, evitó por ahora posicionarse y habría que ver como juega, ya que mucho de su voto podría migrar luego de una PASO hacia JxC como un voto útil anti K.

Aún no hay proyectos formalmente presentados, pero los gobernadores peronistas estarían trabajando en una iniciativa para presentar. Sin embargo, hay una postura generalizada alrededor de que la importancia del tema ameritaría una presentación por parte de la Casa Rosada, que por ahora esquiva el tema.

¿QUÉ PIENSAN EL KIRCHNERISMO Y EL PRESIDENTE?

La gran pregunta que subyace es cuánto impulso le darán a la iniciativa desde el principal lugar institucional del país y desde el centro del poder político, léase la presidencia y la figura de CFK. En torno a la primera, comenzaron a trascender por estos días dichos atribuidos a Alberto Fernández por los cuales el máximo mandatario no estaría muy alineado con la idea de suspender las PASO. Él mismo fue quien pidió unas gran PASO para el oficialismo, el 17 de noviembre del año pasado cuando frente a una plaza copada por el día de la militancia expresó “Mi mayor aspiración es que en 2023 desde el último concejal hasta el Presidente de la República lo elijan primero los compañeros del Frente de Todos”.

Suspender las PASO: el debate del momento donde nadie quiere pagar costos políticos

Importantes voceros del Presidente se manifestaron recientemente en la línea de descartar una posible suspensión. La primera fue la portavoz de la presidencia, Gabriela Cerruti, quien en una rueda de prensa oficial descartó que se estuviera analizando la medida. En las últimas horas se sumaron funcionarios cercanos a Alberto Fernández, como el Diputado Leandro Santoro o el Interventor de la AFI, Agustín Rossi. Desde un punto de vista político habría que decir que cualquier aspiración del Presidente a candidatearse, o meter candidatos en listas en cualquier distrito, se verían muy favorecidas con unas PASO. En este punto el Presidente tiene una coincidencia con otro actor de peso como el Movimiento Evita.

Por su parte, en el kirchnerismo aún son cautos frente a esta discusión. Totalmente atravesado por el intento de asesinato contra CFK y el juicio que avanza en su contra, el principal sector del oficialismo no se posicionó con contundencia sobre el tema. Sin embargo la Vicepresidenta, que en principio estaría del lado de la defensa de un instrumento político surgido de las entrañas del kirchnerismo, tiene un oído muy proclive a escuchar la lectura de los gobernadores, lo cual podría acercarla a favorecer la suspensión.

Y otro elemento clave pasa por la provincia de Buenos Aires. Allí donde el kirchnerismo construye la fortaleza en la que podría refugiarse ante una eventual derrota nacional, no hay balotaje. Eso quiere decir que la elección general se gana por un voto, y de no haber primarias se votaría una sola vez, lo cual aumentaría significativamente las chances del oficialismo al impedir la migración del voto útil entre opciones de la oposición.

¿CÓMO SE ORDENAN LOS FRENTES SIN PASO?

Esta es más bien una pregunta abierta y que sólo permite especulaciones, aunque hay algunas pistas para seguir. En el caso de la oposición la postura por sostener la PASO está clara, y la expresan desde los intendentes radicales y del PRO hasta los gobernadores de la UCR y los principales referentes del macrismo. Justamente el mismo Mauricio Macri afirmó recientemente en una entrevista que, de suspenderse las PASO, “tendremos que hacer una interna abierta nuestra, a costo de los partidos que integran la coalición, pero vamos a hacerla”. Sin dicha instancia cuesta ver cómo podrá mantenerse unida la oposición.

Suspender las PASO: el debate del momento donde nadie quiere pagar costos políticos

En el oficialismo, por su parte, hoy en día hay voces para todos los gustos. Ya se habló de los gobernadores que vienen avanzando o quisieran avanzar en la suspensión, por nombrar algunos, Sergio Uñac, Raúl Jalil, Jorge Capitanich, Mariano Arcioni, Ricardo Quintela o Gerardo Zamora. Hace unos días se sumó a este pelotón la declaración de la Senadora nacional por Córdoba, Alejandra Vigo, que responde al Gobernador Juan Schiaretti. La Senadora posteó en su cuenta de Twitter “Desde nuestro espacio político nunca estuvimos a favor de las PASO y al respecto, siempre mantuvimos la misma posición”, lo cual permitiría suponer el apoyo cordobés a una eventual suspensión.

Dentro de lo que podría denominarse como el “albertismo”, ya se resaltaron las voces de Santoro, quien se manifestó en contra de “cambiar las reglas del juego”, y de Agustín Rossi, que dijo que “yo soy un defensor. Creo que a nuestro espacio político le vendría bien tener PASO”. Sin embargo, a jugar en sentido contrario salió hoy la Diputada Victoria Tolosa Paz, también muy cercana al Presidente, quien expresó “yo creo que el pueblo argentino si nos exige que cuidemos el mango, ¿no será más inteligente otro sistema para dirimir candidaturas? Hay provincias que adelantan elecciones y tienen PASO a nivel de gobernación, general de gobernador, PASO a nivel presidencial y elección general, cuatro elecciones en seis meses. No hay posibilidades de construir agenda de verdad si estamos en esos seis meses cada un mes y medio en un proceso electoral” dejando a las claras el debate interno en el oficialismo.

Otro que se expresó en estas horas fue Axel Kicillof. “Varios gobernadores lo plantearon en sus provincias. Nosotros, en Buenos Aires, hacemos las PASO del distrito con las nacionales. Así lo marca nuestra ley provincial. Por eso es una discusión que se tiene que dar en el Congreso. Recién ahí veríamos qué ocurriría si se da una suspensión” afirmó el Gobernador, pateando la pelota al parlamento y la conducción nacional del oficialismo. Kicillof está seguro en su lugar de candidato a la reelección, sin competencia interna a la vista, y desde su entorno confirmaron más de una vez a Diagonales que no están evaluando la iniciativa.

Este panorama del oficialismo lo que permite ver es el ordenamiento de la discusión tendrá que ser político. Hay sectores a los que les conviene sostener la interna, pero lo más probable es que prime un cálculo pragmático en función de cómo se ordene la economía. Hoy por hoy, la conducción política está unificada en la figura de CFK, y la económica en manos de Sergio Massa. Restará ver cómo avanzan los próximos meses, en los cuales el FDT tendrá que jugársela por tirar o no en serio este debate al ring del Congreso.