Este fin de semana volvieron a encenderse las alertas del mundo tras la confirmación de las autoridades del Reino Unido sobre la aparición de una nueva variante del coronavirus en su territorio. Si bien la Organización Mundial de la Salud aseguró que el brote “no está fuera de control”, genera una gran preocupación pues se trata de una cepa que se propaga con mayor rapidez.

Horas después del anuncio del gobierno británico, varios países del mundo anunciaron el cierre de fronteras para el ingreso de personas provenientes de Reino Unido; entre ellos Argentina. Sin embargo, varios expertos consideraron que es necesario ampliar los testeos, someter a los viajeros a un aislamiento y mantener la alerta del sistema de vigilancia.

Por su parte, el gobierno nacional lleva adelante una reunión con expertos y autoridades sanitarias para analizar la posibilidad de adoptar nuevas medidas de control y no descartan cerrar las fronteras con otros países.

El infectólogo del Hospital Muñiz y asesor presidencial, Tomás Orduna, aseguró que la nueva cepa llamada  B.1.1.7 “en principio no genera temor a cambios en la eficacia de los métodos diagnósticos ni de las vacunas”. Aunque, en declaraciones a El Destape radio, aclaró que la aparición de esta variante que se transmite un 70% más rápido obliga a “aumentar la vigilancia de los sistemas científicos” y a redoblar los esfuerzos de prevención.

Hasta el momento, los especialistas afirman que esta modificación del virus no afectaría la eficacia de las vacunas. Incluso el director del Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF), Kiril Dmitriev, confirmó que “de acuerdo a nuestros datos, Sputnik V será tan efectiva contra la nueva cepa de coronavirus hallada en Europa como contra las cepas existentes".