Las negociaciones y medidas por el precio de alimentos ya comenzaron a generar rispideces internas en las filas del Gobierno. Tras las declaraciones del secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti, que sugirió aumentar las retenciones a la carne, desde la cúpula de Casa Rosada manifestaron críticas sobre el modo de abordar la inflación.

Es que Feletti se encuentra en plena tarea de negociación con los sectores empresariales por el congelamiento de precios de canasta básica, medida que en estos días busca ampliar a los comercios de barrio hasta principios del 2022. En ese marco, el titular de Comercio Interior deslizó la idea de incrementar las retenciones a la exportación de carne, como modo de controlar la suba de precios.

“Comparando el 2015 con el 2021, hoy las retenciones tienen menos peso frente a productos con precios internacionales más altos y, por lo tanto, menor regulación de cupo de exportaciones”, indicó Feletti en diálogo con Página 12, quien deslizó que el oficialismo ahora evalúa subir las retenciones. “Si queremos asegurar carne, pollo, pan y leche tenemos que desvincular los precios internos de los internacionales”, señaló.

El comentario no tardó en generar alarma no sólo en el sector de la producción agropecuaria, sino también en la misma esfera del Gobierno. Fue el ministro de Producción de la Nación, Matías Kulfas, quien apuntó a las palabras de Feletti.

Feletti tuvo una actitud que no es la más indicada. Pensar en voz alta no es lo más apropiado, de ninguna manera hay una decisión tomada y lo que se está haciendo es analizar diferentes alternativas”, dijo Kulfas en conversación con radio La Red.

En ese marco, el ministro intentó llevar claridad y afirmar que la dinámica del manejo de exportaciones no se modificará, al menos hasta fin de año. “Este es un tema que está en cabeza del ministro de Agricultura y hasta el 31 de diciembre seguimos con los mecanismos que están vigentes”, afirmó hoy Kulfas.

Cabe destacar que el manejo de la economía y los precios ya ha dividido aguas en el Gobierno en ocasiones anteriores, como parte de la fricción interna que se vive entre los sectores cercanos a Alberto Fernández (donde se incluyen nombres como Kulfas o Martín Guzmán), frente al ala cristinista.