Luego del décimo tercer viaje de Javier Milei a Estados Unidos y la reunión con Donald Trump, el secretario del Tesoro norteamericano Scott Bessent aseguró que la asistencia financiera para la Argentina podría llegar a US$40.000 millones; un monto similar a la deuda que tomó Mauricio Macri con el Fondo Monetario Internacional y que aún estamos pagando. Ahora bien, los anuncios de la administración estadounidense siguen siendo en condicional. 

Hasta ahora todo son promesas atadas el resultado de las elecciones del 26 de octubre, que parecen querer condicionar el voto de la población argentina. Algún mal pensado incluso podría hablar de extorsión. 

Además del presunto swap que se estaría cerrando, Scott Bessent mencionó la posibilidad de una nueva línea de crédito con bancos privados y fondos soberanos por otros US$20.000 millones.

“Estamos trabajando en una facilidad de u$s20.000 millones que estaría junto a nuestra línea de swap, con bancos privados y fondos soberanos que, creo, apuntarían más al mercado de deuda”, afirmó el funcionario de Trump en una conferencia de prensa en Washington. “Así que eso totalizaría U$S40.000 millones para Argentina”, explicó.

Por otro lado, Bessent confirmó que su gobierno retomó las ventas de dólares en el mercado cambiario argentino para ayudar a la gestión de Javier Milei a mantener estable la divisa, aunque evitó precisar el monto exacto de la intervención. 

Tampoco brindó detalles sobre cuáles serían las condiciones que debería cumplir Argentina a cambio del salvataje millonario que casi duplicaría la deuda actual del país. 

Ahora bien, el propio Donald Trump aseguró que la asistencia financiera está atada a la performance de La Libertad Avanza en las elecciones legislativas. Al mismo tiempo, el presidente estadounidense enfrenta fuertes presiones y críticas internas por la asistencia a la Argentina en medio de fuertes ajustes dentro de su propia administración. 

La realidad es que nada está firmado y si bien crecen las promesas, también crecen las incertidumbres.