En medio de la “rebelión interna” del radicalismo nacional frente al Pro, el gobernador jujeño Gerardo Morales busca mantener la diplomacia frente a Mauricio Macri, a quien recibió hoy entre bombos y platillos en su provincia para una recorrida protocolar de obras.

Es que el Gobernador fue una de las figuras clave del radicalismo que decidió hacerse a un lado de las elecciones unificadas con Cambiemos y apostó a ir por separado en los comicios locales. Junto a referentes boina blanca como el mendocino Alfredo Cornejo y el correntino Gustavo Valdés, Morales decidió sacarse de encima “la piedra” electoral que muchos advierten en la imagen presidencial, desgastada por la debacle económica y social que atraviesa el país.

No obstante, Morales quiere parece apuntar a “estar en misa y procesión” al mismo tiempo, al mostrarse junto a Macri en plena recorrida por Jujuy y haciendo pública su gratitud por la visita. “Gracias por tener siempre presente a nuestra Provincia y por visitarnos nuevamente”, fueron las palabras del Gobernador para elogiar la llegada del jefe de Estado.

Hacia las 9.30 de la mañana, Macri arribó al aeropuerto local donde y de allí se  dirigió a las distintas obras que encabeza el ministerio de Transporte de la Nación, acompañado por el Morales. Durante la recorrida, Morales no desperdició la oportunidad de posar para la foto junto al Presidente.

Mientras tanto, en el escenario político observan de cerca cómo el radicalismo teje sus propias estrategias de cara a las elecciones y le marca la cancha al Pro en el interior del país. “Macri es un collar de melones para los gobernadores”, fue el ácido comentario que lanzó el referente kirchnerista Daniel Filmus, al referirse al despegue que los radicales del interior respecto de la Casa Rosada.

Cabe recordar que el radicalismo se encuentra en pleno caldo de ebullición tras la fractura de la alianza Cambiemos en Córdoba, donde el candidato boina blanca Ramós Mestre decidió romper con el elegido por Casa Rosada, Mario Negri. El quiebre conmocionó al panorama político, que ahora lanza acusaciones cruzadas de posibles pactos con el peronista cordobés Juan Schiaretti por mantener la gobernabilidad en esa provincia.

En tanto, Morales prefiere mantener la paz con el macrismo y no permitir que las internas arrastren consigo los planes de gestión para Jujuy.