Alberto Fernández no pierde tiempo y continúa en plena búsqueda de fortalecimiento de su figura de cara a las elecciones. Tras ratificar el apoyo del sindicalismo argentino y disipar la versión mediática de “neutralidad de la CGT”, el compañero de fórmula de Cristina Fernández de Kirchner volverá a Córdoba y apostará a ganar terreno en un fuerte bastión del voto macrista.

Es que la provincia gobernada por Juan Schiaretti supo ser cuna del electorado que contribuyó de manera fundamental a consagrar a Mauricio Macri como presidente de la Nación en el año 2015. Durante su última visita, el jefe de Estado se mostró confiado de su figura en Córdoba y hasta se permitió alardear: “Esta es mi Provincia”.

Ahora, el candidato del Frente de Todos va por su revancha y espera ganarse la aprobación del delicado electorado cordobés, que aun mantiene su cuota de hostilidad hacia la “década K”. Esa misma tensión motivó que el propio Fernández le pida "perdón" al pueblo cordobés por el largo distanciamiento del anterior Gobierno hacia ellos.

Cabe recordar que Fernández aterrizó en la provincia hace una semana para sellar un primer acercamiento con el gobernador Shicaretti y aliviar las rispideces con el mandatario que supo ser uno de los grandes armadores del peronismo no-k de Alternativa Federal y que ahora llama a votar boleta corta y “no ponerse del lado de ningún candidato presidencial en particular”.

Fernández se instalará jueves y viernes en la provincia mediterránea donde buscará reafirmar los lazos con el armado electoral del Frente de Todos en esa región, como también hacia adentro de los dirigentes y funcionarios peronistas que se alinearán detrás de Schiaretti en la boleta corta, pero que llaman a apoyar la fórmula Fernández-Fernández a nivel nacional.