Cada cual por su lado. Así llegan los distintos espacios políticos del peronismo al 17 de octubre, muy lejos siquiera de la idea de performar un gesto de unidad en la celebración de su fecha histórica por antonomasia. Habrá, en cambio, al menos tres actos distintos, con la posibilidad de un cuarto, protagonizados por sectores cada vez menos preocupados por dejar traslucir sus diferencias y las disputas de poder que los envuelven. Frente a ese panorama, el presidente de la Nación, Alberto Fernández, todavía no confirmó su presencia en ninguno de ellos y apuesta por ahora a esconder su agenda de cara al próximo domingo.

Una de las razones de la ausencia de una agenda oficial confirmada es que el Presidente no recibió hasta ahora la invitación formal para participar de ninguno de los actos confirmados hasta hoy. No lo hicieron los “gordos” de la CGT, ni los Movimientos Sociales, ni mucho menos La Cámpora. Su opción más firme sería la inauguración de una serie de obras junto al ministro de Hábitat, Jorge Ferraresi, aunque no trascendió el lugar elegido ni de qué obras se trata.

No es para menos. Ni Héctor Daer ni Carlos Acuña, el sector sindical más cercano al Presidente, pueden ofrecer un marco digno como otras veces. Esta vez los “gordos” eligieron refugiarse en Obras Sanitarias, a puertas cerradas. El gesto hace juego con el papel que mejor les sale, sobre todo en un contexto de creciente conflictividad por la pérdida generalizada del poder adquisitivo de los trabajadores, que los tiene como meros espectadores.

Tampoco hay un anuncio para hacer en ese sentido: ni el Presidente ni el Ministro de Economía, Sergio Massa, tienen en carpeta en el corto plazo aplicar ninguna de las medidas de efecto social que vienen sonando hace semanas, como las sumas fijas por decreto o el “refuerzo de ingresos” para los sectores informales.

Con esa agenda, en cambio, se movilizarán a Plaza de Mayo Pablo Moyano y el sector más inquieto de la CGT, junto a la CTA de Hugo Yasky. Pedirán medidas redistributivas y criticarán, en parte, las últimas decisiones del Gobierno. Máximo Kirchner, líder de La Cámpora y el PJ bonaerense también confirmaron su presencia.

El acto más crítico, así, será el acto más masivo. El referente de Somos-Barrios de Pie, Daniel Menéndez, fue el último en sumarse, en la tarde de este miércoles.

“Vemos con profunda preocupación el crecimiento de los números de la indigencia, mientras de forma simultánea se garantizan grandes rentabilidades a los sectores concentrados de nuestro país. En esta nueva movilización tenemos la responsabilidad histórica de reclamar por medidas urgentes que mejoren el poder adquisitivo del salario y cuiden el bolsillo de los que menos tienen”, dijo sobre las razones de su convocatoria junto a la CGT, la CTA y el propio Máximo.

Menéndez estará presente también en el acto al que convoca el Movimiento Evita en La Matanza, junto al resto de las organizaciones sociales, como la CCC. Será desde las 15, en Laferrere. El Evita, conducido por Emilio Pérsico, empuja para que el actual intendente, Fernando Espinoza, le abra las PASO en su territorio el año próximo. Sería otro escenario complejo para la humanidad el Presidente.

A la Plaza de Mayo iría también Mariel Fernández, intendenta de Moreno y compañera de vida de Esteban “gringo” Castro, secretario general de la UTEP y uno de los dirigentes que a fines de la semana pasada reclamó la implementación de medidas contra la inflación y para fomentar la Economía Popular al propio Presidente y a su ministro de Economía, que aún no fueron formalizadas.

En ese contexto, y 40 días después del atentado contra CFK, el PJ bonaerense confirmó que realizará el Congreso partidario que debía realizarse el 3 de septiembre último y fue suspendido por obvias razones. "Vamos a evaluar el lugar del Congreso, se resolverá en estos días, pero lo importante es que ya tiene fecha, el 5 de noviembre", confirmó Larroque. Ese día se espera el pleno de intendentes del peronismo y “mucha catarsis”, según confiaron fuentes del PJ a este medio.