Un Gobierno envalentonado vuelve con el operativo “tabula rasa” condicionado a su gusto y Karina toma aire
Desde el minuto 0, tras conocerse los resultados favorables del domingo en la Ciudad, Javier Milei y sus funcionarios comenzaron a reeditar el discurso de acercamiento con un PRO vapuleado, pero siguiendo el lineamiento de la hermana del Presidente. Negociaciones avanzadas en PBA con el plan de fagocitar al armado amarillo.
A pesar de que Javier Milei no es un político tradicional, y en parte debe su buena reputación a esta condición “anticasta”, no hay dudas de que se mueve con la osadía de los grandes conductores políticos de la Argentina.
Y no se trata solo del uso de todos los “fierros” del Estado que Milei tanto detesta para hacer pie sobre una elección legislativa distrital, con un discurso nacional que vertebró el triunfo en CABA con más del 30% de votos.
No solo utilizó toda la “botonera” para mantener al dólar bajo, vía nuevo endeudamiento externo insoportable para las próximas generaciones de argentinos, y una inflación que, si bien es alta, se mantiene estable y nadie nota que bajan los precios en el supermercado, sino que también es artífice de una narrativa que, por más abstencionismo que haya, se mantiene como mayoritaria.
Hay un vasto universo de personas desencantadas incluso con la política de este Gobierno y que piensan que nadie cambiará su paupérrima realidad, pero la política no admite vacíos y gana el que tiene más votos. Y ahí, Milei y su candidato Manuel Adorni se imponen y suman un nuevo capítulo de la liturgia ultraderechista.
El Presidente, como todo líder, se pone a prueba con la capacidad de convencer a la población de que hoy por hoy La Libertad Avanza (LLA) es la síntesis de las ideas de derecha que se imponen, a pesar de que lo que se venía registrando en el resto de los comicios provinciales es que el fenómeno persistente era el de la balcanización y las victorias de los armados netamente locales.
Su verdadera victoria más allá del número final de las urnas estará en generalizar la fantasía de que, aunque solo 15 de cada 100 porteños en condiciones de votar lo hicieron por LLA, el armado “libertario” es una topadora. Y esto aplica también a la dirigencia PRO que ya estaba en duda antes de la elección de este domingo en CABA de inclinarse por el traspaso a las huestes “violetas”.
Ni lerdo ni perezoso, Milei y sus funcionarios antes de retirarse del escenario en el que se vanagloriaron del triunfo legislativo ya volvían a la carga con uno de sus artilugios del 2023, que será el próximo paso en su avanzada por la Provincia de Buenos Aires, donde se realizarán las elecciones legislativas el próximo 7 de septiembre. La táctica de la “tabula rasa”, pero esta vez recargada.
“Tabula rasa, todo aquel que acompañe nuestra agenda es bienvenido, venga de donde venga”, sostuvo el vocero presidencial que ganó la elección legislativa porteña.
El por entonces candidato presidencial Javier Milei utilizó este mismo término por primera vez luego de las primarias del 2023, con el que convocó a Mauricio Macri y sus laderos de Juntos por el Cambio, entre los que estaba la hoy ministra de Seguridad Patricia Bullrich, a dejar atrás sus diferencias coyunturales para avanzar en un pacto antikirchnerista que lo catapultó a la jefatura de Estado, venciendo a Sergio Massa en el balotaje.
“Vamos a abrazar a todos y vamos a hacer un espacio en el que todo sector de centro derecha va a estar incluido. Las negociaciones están muy avanzadas y creemos que en la Provincia de Buenos Aires vamos a dar otro batacazo”, planteó el mandatario ante su interlocutor matutino predilecto Antonio Laje.
En el equipo del armador bonaerense Sebastián Pareja son más cautos que Milei. “Vamos a esperar un poco que todo decante”, confiaron a Diagonales en el sector que responde a Karina en la Provincia de Buenos Aires. Saben que las negociaciones serán arduas hasta la fecha límite para la presentación de los frentes electorales (el 9 de julio), la confección final de las listas (el 19 de julio) y la oficialización de las boletas (el 8 de agosto).
Deberán acordar cientos de listas de concejales, ocho listas de legisladores provinciales y la de diputados nacionales. Con la directiva de la “tabula rasa” como bajada de línea desde arriba, en el karinismo provincial se entusiasman dos referentes PRO que calientan en el banco de suplentes y quieren entrar en el equipo ganador.
Uno de ellos es el diputado y titular del elenco amarillo en PBA Cristian Ritondo, que en los últimos días no tuvo encuentros cara a cara con el armador bonaerense “libertario” y se lo vio cabizbajo en el escenario donde acompañó a los primos Macri y a Lospennato. El encuentro en el edificio del PRO en la calle Balcarce, que duró un largo rato ni bien terminaron el discurso perdedor en la noche del domingo, fue tenso, pero de allí salieron algunas novedades.
La primera, que Mauricio Macri durante el próximo mes no intercederá en las negociaciones entre el LLA y el PRO y dará vía libre a Ritondo para llevar adelante la estrategia de alianzas. El expresidente anunció una serie de viajes que lo dejarán fuera de la agenda local.
La segunda, que, con el fundador del partido amarillo fuera del país, el principal escollo para la idea de Ritondo de subsumir a los sectores que le responden a la táctica “libertaria” de fagocitar a los dirigentes amarillos es el propio Jorge Macri, que mantiene su influencia en algunos dirigentes de peso en el PRO de la Provincia de Buenos Aires.
Con casi dos meses para definir qué marco de sumisión adoptará el PRO para integrar la propuesta de LLA, Karina, que ayer ganó aire en su estrategia de ir con una oferta puramente violeta, irá nuevamente a la carga por todo.
Ahí entraría la figura de Diego Santilli, ausente de la foto perdedora del PRO en CABA. Un eventual traspaso de “El Colo” lo pondría a disputar mano a mano un espacio por la principal candidatura en la “madre de todas las batallas”, donde a la secretaria General de la Presidencia no la convence la inclinación de su hermano por José Luis Espert.
Otros trascendidos de las últimas horas no descartan que sea candidata la propia Karina, y se imponga una boleta con el apellido Milei, jugando fuerte en el principal distrito nacional. Fiel costumbre de los hermanos, que van a todo o nada.