Hay un nuevo foco de conflicto entre el oficialismo y la oposición en el Congreso. Es que la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner despidió a 40 empleados del Senado que figuraban como asesores del bloque de la Unión Cívica Radical bajo el argumento de que eran "ñoquis".

Sin embargo, desde el radicalismo expresaron todo lo contrario. Adujeron que buena parte de los empleados estaban en “planta transitoria” y trabajaban con el bloque de la UCR hace varios años.

En Juntos por el Cambio consideraron la decisión como un “ajuste de cuentas” de parte de la vicepresidenta contra la oposición.

Desde el Frente de Todos afirmaron que la decisión ya había sido anticipada hace tiempo por la secretaria administrativa de la Cámara y mano derecha de la vicepresidenta, María Luz Alonso, quien le advirtió al bloque radical que poseían una planta desproporcionada de asesores, y que debían reducirla.

En la Presidencia del Senado, a cargo de Cristina Fernández Kirchner, justificaron los despidos y aseguraron que los desplazados no cumplieron ninguna función durante los últimos dos años de pandemia, en los que la Cámara funcionó fundamentalmente de forma remota.