El Instituto Nacional de Estadística y Censos informó que la canasta básica total aumentó 6,2% en abril, mientras que la canasta alimentaria tuvo un incremento de 6,7%, superando así la inflación correspondiente al último mes.

A partir de estas nuevas subas, una familia de dos adultos y dos menores en Argentina necesitó un ingreso mensual de $95.260 para no ser considerados pobres, y un ingreso mínimo de $42.527 para no caer bajo la línea de la indigencia. En tanto, el Salario Mínimo Vital y Móvil pasará a ser de $45.540 recién a partir del 1 de junio, y de $47.850 en agosto.

Por otro lado, en términos interanuales, la canasta básica total registró un incremento total de 51,3%. En este caso, el alza fue menor al de la inflación que alcanzó el 58% en los últimos 12 meses.  

Tweet de INDEC Argentina

Sin embargo, la canasta alimentaria superó el avance del índice de precios al consumidor y llegó a un aumento interanual del 59,4%. De esta manera, se evidencia una fuerte suba en el valor de los alimentos, situación que tiene un impacto mayor en los sectores más vulnerables. 

La Canasta Básica Total y la Canasta Alimentaria son indicadores decisivos para medir el impacto de la crisis económica en la sociedad, dado que la primera determina determina la denominada “línea de pobreza” y la segunda, la  “línea de la indigencia”. 

Las últimas mediciones oficiales reflejaron que el 37,2% de la población (17,4 millones de personas) es considerada pobre en la Argentina y el 8,2% vive en condiciones de indigencia.