María Eugenia Vidal tampoco se baja. Exactamente treinta días después de su lanzamiento desde el flamante búnker de Retiro, foto con Mauricio Macri incluída, la exgobernadora bonaerense volvió a recibir el apoyo —y el sostén— del ex presidente. Esta vez fue un desayuno compartido en la quinta de Acassuso, lo que le otorgó al encuentro un tono de intimidad, para dar cuenta de la salud que atraviesa en vínculo político entre ambos. 

Con el gesto, Macri volvió a dar cuenta de que Vidal es, por ahora, su candidata predilecta en la interna presidencial del Pro, a cuya mesa se sientan, enfrentados, Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich. La ex gobernadora es la única de los tres que explicitó públicamente que su postulación está atada a los deseos del ex presidente, a quien se subordinó políticamente. Desde entonces, recibe con facilidad los favores que los otros dos no. 

LA EX GOBERNADORA BONAERENSE VOLVIÓ A RECIBIR EL APOYO -Y EL SOSTÉN- DEL EX PRESIDENTE. 

Desde el entorno de ambos precisaron que el encuentro fue cálido y se extendió por más de dos horas. Vidal mostró el plan de sus próximas recorridas low cost por el interior y recibió el beneplácito de Macri. Otro tema que estuvo sobre la mesa fue la interna partidaria, en la que además comparten posiciones y parecen actuar de la mano. 

La última rencilla interna giró en torno al armado en la provincia de Salta. Macri y Vidal, junto a Rodríguez Larreta, convocaron para anoche una reunión del Consejo Nacional  para manifestarse en contra de la decisión de Bullrich de bajarle el pulgar al delegado Pro de esa provincia, Antonio de Marco, por negarse al acuerdo local con el radicalismo. La interna bulle. 

Larreta, por su parte, hasta se animó a desafiar la semana pasada a Macri a competir en una PASO, ante la consulta de qué decisión tomaría si el ex presidente jugase también para la presidencia. La respuesta fue a tono con lo que Patricia dice cada vez que le preguntan por lo mismo: “A mí no me baja nadie”. 

EL NUEVO APOYO A VIDAL ES OTRO SÍNTOMA MÁS DE QUE -MACRI- JUEGA AL MISTERIO RESPECTO DE SUS PROPIAS AMBICIONES. 

El ex presidente, en tanto, volvió estos días a sus andadas: en la víspera del 24 de marzo, insistió con que los Derechos Humanos son “un curro” y confirmó su apoyo en Salta a la negacionista Inés Liendo, nieta del general Horacio Tomás Liendo, primer ministro de Trabajo de Jorge Rafael Videla. 

Macri también presentó su último libro en Rosario, donde habló del combate al narco y buscó darle un nuevo protagonismo a su figura. En ese marco, el nuevo apoyo a Vidal es otro síntoma más de que juega al misterio respecto de sus propias aspiraciones. 

ARDE LA CIUDAD

Como si la interna nacional no alcanzara, en Juntos por el Cambio se abrió un nuevo capítulo de disputas por la sucesión porteña. A la sobrepoblación de candidatos a la jefatura de Gobierno se sumó la semana pasada Ricardo López Murphy, a través de una foto con Patricia Bullrich. 

La foto entre ambos volvió a agitar las aguas de una interna ya de por sí picada. Con el anuncio, el ex ministro de Economía de De La Rúa dinamitó el espacio de los liberales filo-macristas, desde donde también hacía correr sus propias aspiraciones el marido de Pampita y legislador porteño Roberto García Moritán, quien lo vivió como una traición. 

A LA SOBREPOBLACIÓN DE CANDIDATOS A LA JEFATURA DE GOBIERNO SE SUMÓ RICARDO LÓPEZ MURPHY, A TRAVÉS DE UNA FOTO CON PATRICIA BULLRICH. 

Moritán, enseguida, dio señales de juego sucio y sacó a relucir el nombre de José Antonio San Martino, un funcionario de la ANSES que apoya a Lopez Murphy. El “bulldog” contraatacó con otro: el del empresario de cloro Mauricio Filiberti, cercano a la familia Massa, que apoya con fondos la aventura del marido de la modelo.

Bullrich ya había dado muestras de apoyo a Jorge Macri, también a través de una foto, que había caído pesada como el plomo en el campamento larretista. Tanto Mauricio como Patricia le reclaman al jefe de Gobierno que se decante por un candidato Pro, en detrimento de Martín Lousteau.