Luego del fracaso en la presentación de su libro "Mi Camino" ante la falta de timming para elegir el momento adecuado, María Eugenia Vidal se decidió a meterse a la cancha para sumarse al debate de la agenda política en un año electoral. En este caso, cargó contra el "dedo levantado" de Alberto Fernández y le marcó que "la autoridad se gana, no se la da un cargo".

La ex gobernadora de la Provincia de Buenos Aires hizo referencia a la figura del presidente Alberto Fernández y remarcó: "Tiene que entender que la autoridad se gana, no se la da un cargo".

"Se gana con el ejercicio, el reconocimiento, no por el hecho mismo del voto", describió Vidal para luego resaltar que "la soberbia, el encierro, el dedo levantado y la descalificación no ayudan a su imagen como mandatario".

En una entrevista con TN, calificó de "necesaria" la existencia de diálogo entre el oficialismo y la oposición aunque opinó no "creo que sea posible". "Me parece inentendible que no haya un espacio de consenso", lamentó.

Vidal mostró "preocupación por la falta de debate" y consideró que "la prohibición y el miedo no pueden ser las únicas políticas sanitarias". "Me preocupa que piensen quién va a tener la culpa de los muertos", insistió la ex mandataria provincial. 

Además, dijo que "la gente está harta de vernos pelear e insultarnos. La grieta se genera no entre los espacios políticos sino con la sociedad" y agregó que "la política tiene volver a dar respuestas".

Por último, reconoció ver "mucha soberbia, exabruptos y enojos del lado del gobierno". "No hay visión de futuro, tanto en el que se quiere ir como el que vive en los barrios populares y no ve posibilidad de un futuro", remarcó.