En el ring de la interna del PRO se inauguró una tercera esquina: María Eugenia Vidal se subió este miércoles a la pelea por la presidencia de la mano de Mauricio Macri, quien la visitó para el estreno de su búnker. El encuentro se selló con una foto que en el entorno de la diputada nacional describieron como la expresión de un “apoyo genuino” a sus aspiraciones por parte del ex presidente. 

La foto, cargada de simbolismos, los muestra a ambos compartiendo una reunión de trabajo en una oficina decorada para la ocasión: carteles impresos con la consigna “Vidal 2023” y un afiche con un mapa político de la Argentina. La ex gobernadora cuidó cada detalle en busca de dar con un perfil de actividad y gestión que contraste con la guerra de declaraciones de la interna partidaria protagonizada por los dos principales contendientes del espacio, Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich. 

Tweet de María Eugenia Vidal

Vidal ya está en campaña desde hace por lo menos un año, y en los últimos dos meses visitó San Luis, Tucumán, Córdoba, La Pampa y varios municipios del interior bonaerense, en giras low cost que hicieron hincapié en el mano a mano. La idea de sus equipos fue darle “volumen político” de a poco a su candidatura, lejos del ruido de la interna. 

Pero este miércoles las cosas cambiaron: Vidal planea levantar mucho más el perfil y, aún consciente de que corre de atrás a Bullrich y a Larreta, buscará capitalizar la foto con Macri e intensificar sus recorridas por el interior y sus apariciones mediáticas.  

La táctica es clara: “ir por el medio”. Ni mano dura ni exceso de diálogo, tal como parece estar planteado, al menos a esta altura del año, la disputa discursiva entre el ala dura y el larretismo, que sumó en estos días un nuevo capítulo en relación al uso de las pistolas Táser en la Ciudad. “La apuesta es a ir por el medio, a lograr una síntesis”, entre Bullrich y Larreta, precisaron cerca suyo. Ahí, dicen, ven un camino a transitar, que se complementará con algunos de los atributos positivos que le marcan las encuestas respecto de su paso por la gobernación bonaerense, como el famoso “combate contra las mafias”. 

Si de interpretaciones se trata, la fecha en que su publicó la foto también puede consistir en un dato para nada secundario: fue apenas 24 horas antes de que el Jefe de Gobierno porteño anuncie a través de sus redes sociales su propia candidatura nacional. Según dijeron a Diagonales cerca suyo, de todos modos, fue una casualidad: por cuestiones de agenda de Macri —tiene previsto un viaje a Italia en los próximos días— la foto tuvo que hacerse este miércoles, a lo que se suma que el propio Larreta fue y vino varias veces con la fecha de su anuncio. 

El impacto es igualmente concreto: son varios los dirigentes del Pro que parecen decididos a desafiar la candidatura y el armado de Rodríguez Larreta. A Bullrich, quien insistió hace menos de 24 horas con su máxima de “a mí no me baja nadie”, se suma la foto de Macri con Vidal, otro síntoma de que los dos principales dirigentes del Pro están todavía muy lejos de un acuerdo que termine satisfaciendo los planes estratégicos de ambos.  

En el entorno de Vidal apuestan a que las PASO pueden ser un mecanismo para definir todo, porque “le suma al espacio”, tal como efectivamente sucedió en la Provincia en las elecciones de 2021. De todos modos, dicen, la última palabra la tiene Macri: si llegase el punto de que apoye una candidatura específica o decida finalmente postularse él mismo, acatarán la decisión.