La interna entre Javier Milei y Victoria Villarruel atraviesa las horas más difíciles de estos poco más de 100 días de Gobierno de La Libertad Avanza (LLA). El comunicado de la Oficina de la Presidencia desató el vendaval y dejó expuesta, junto a los legisladores nacionales, a la mismísima vicepresidenta.

Milei no pudo contener su bronca contra la titular del Senado por no haber podido impedir que este jueves a partir de las 11 se trate en el recinto el megadecreto de necesidad y urgencia 70/23.

El Presidente y su mesa chica, en la que se encuentran Karina Milei y Santiago Caputo, arden contra la vice, a la que consideran que juega su propio juego y “se corta sola”. No cayó bien que Villarruel se plante en contra de los aumentos salariales del 30 por ciento en el Senado. Pero la tensión aflora desde antes.

Desde el primer momento de la conformación del Gabinete, cuando Milei optó por figuras “externas” como Patricia Bullrich y Luis Petri para las áreas de Seguridad y Defensa, en los que la vice buscaba colocar a gente de su entorno.

En otro rapto de furia, el Jefe de Estado volvió a derrapar y le dio like a un posteo en Twitter X en el que se amenazaba a Villarruel con “colgarla de la plaza” por haber abierto la discusión de la normativa. Incluso la tildó como “perversa” a su compañera de fórmula.

En el texto que movió la tierra oficialista hasta límites insospechados, incluyen implícitamente a Villarruel cuando se marca la “decisión unilateral de algunos sectores de la política que pretenden avanzar con una agenda propia e inconsulta”.

Y la deja más en evidencia cuando menciona que los legisladores se dejarían llevar por los “cantos de sirenas de quienes pretenden ‘anotarse’ victorias de corto plazo en detrimento del futuro de 45 millones de argentinos”.

Haber colocado la palabra “victoria” no es azaroso. Si se tiene en cuenta la saña de la tropa mileista a la que estos “detalles” no se le escapan.

Mientras algunos legisladores le leían a Villarruel el contenido del mensaje presidencial, la abogada intentaba sacar alguna carta ganadora en la reunión de Labor Parlamentaria, pero todo fue en vano. Ya antes no había podido convencer a los jefes de bloques, aduciendo que de la continuidad de normativa dependía la “continuidad institucional”.

Trascendió que pidió posponer el tratamiento del DNU por dos semanas, pero después del comunicado le fue imposible conseguir las voluntades de los titulares de los bloques de la Cámara alta. En el círculo de la vice, no dan rodeos. Afirman que el número de 39 legisladores que Villarruel tenía de su lado “dejó de existir”.

Villarruel se sorprendió con el texto, y se mostró disconforme, tanto con “el tono” como con el contenido. “No vamos a entrar en polémicas”, sugirieron a Diagonales desde el equipo de la vicepresidenta.

Lo que sí recalcaron es que, sin el trabajo de la titular del Senado, el tratamiento de la mega normativa que desregula toda la vida económica, política y social de los argentinos se hubiera llevado adelante apenas se habilitara saltear a la Comisión Bicameral.

Además de las críticas en on contra Villarroel, como la de José Luis Espert, que se sumó oficialmente a LLA, y “no sabe” si la actitud de la vice no resulta ser “desestabilizadora”, afloraron los trolls virtuales.

La cuenta Usdtermo, señalada como afín al diputado provincial Agustín Romo, sentenció: "Bueno, está la firma de Villarruel para tratar el DNU mañana en el Senado. Se mandó sola, eso quiere decir que tiene los votos para aprobarlo... ¿no? Los votantes de Milei esperamos que sí".

El Trumpista, cuenta "amiga" de Juan Doe y otros tuiteros que ya forman parte del Gobierno y que, según Jorge Rial, cobran salarios de casi dos millones y medio de pesos, también tiró munición gruesa: “Espero que Villarruel tenga los votos para convalidar el DNU, porque si llamó a sesión sin tenerlos... mamita”.

LOS NÚMEROS FINOS DE LA DEBACLE DEL OFICIALISMO

El peronismo de Unión por la Patria (UP) tiene 33 escaños, y con alcanzar tan solo con cuatro nuevos votos en el Senado alcanza el quórum y puede voltear el DNU.

Es sabido que el espacio de Unidad Federal, que integran Carlos Espínola, Edgardo Kueder y Alejandra Vigo, está en contra. Por el lado de los gobernadores, Lucila Crexell responde al mandatario neuquino Rolando Figueroa y tampoco avalaría el DNU.

A ellos se le debe sumar el rechazo de algunos radicales “opositores” como el porteño Martin LousteauPablo Blanco, por Tierra del Fuego; y, Edith Terenzi, por Chubut. Estos tres legisladores chocan con la postura del jefe de la bancada de la UCR, el correntino Eduardo Vischi, que aceptaba postergar el debate si el oficialismo así se lo pedía.

Cabe destacar que la oposición “dialoguista” dentro del partido Centenario en Diputados, que incluyen a 29 legisladores sobre los 34 totales, no dio quórum en la Cámara baja para tratar la sesión especial en la que se emplazaría a la Comisión de Previsión y Seguridad Social, y se definiría la fecha para dictaminar una nueva fórmula jubilatoria. A cambio, les dieron una comisión.