Este miércoles, las autoridades sanitarias de las provincias se reunieron con la ministra de Salud de la Nación, Carla Vizzotti, para analizar la situación epidemiológica de las distintas jurisdicciones y el avance de la campaña de vacunación, en medio de las versiones sobre la posibilidad de que se impida el ingreso y egreso de argentinos hacia el exterior.

A partir del sábado rige una nueva etapa del distanciamiento social preventivo y obligatorio (DISPO), el ministerio de Salud y del Interior, que conduce Eduardo “Wado” de Pedro, analizan la posibilidad de impedir el ingreso y egreso de argentinos hacia el exterior, pero aún no hay definiciones en ese sentido.

Antes de anunciar nuevas medidas, las autoridades sanitarias nacionales se reunieron con sus pares provinciales en el marco del Consejo Federal de Salud (Cofesa), para analizar la situación de contagios y circulación en las provincias, así como la situación de inoculación.

Desde el gobierno nacional, hay una gran preocupación por el aumento de casos en países limítrofes como sucede en Chile y Brasil; preocupación que comparten varias de las provincias que comparten fronteras con esos Estados.

Por otro lado, las mutaciones sudafricana, inglesa y brasileña de COVID-19 también generan temor y por esa razón, se evalúan medidas que puedan restringir, evitar o al menos retrasar, el ingreso de nuevas cepas de coronavirus al país.

Actualmente, las fronteras están cerradas para los extranjeros, pero los ciudadanos argentinos pueden ingresar y egresar del país. Sin embargo, el ministro de Salud de la provincia de Buenos Aires, Daniel Gollán, adelantó que se evalúa la posibilidad de impedir estos movimientos a partir del sábado.

“Hasta el momento no hay circulación comunitaria de ninguna de esas variantes en Argentina, pero hay preocupación porque en Chile, Paraguay y Uruguay los casos están aumentando”, sostuvo el ministro.