Javier Milei continúa una errática deriva en el proceso de conformación de su gabinete de ministros, a poco más de dos semanas de su asunción como nuevo presidente de la Argentina. Las idas y vueltas de Milei ya llevaron a la caída de algunos de sus jugadores propios que habían sido anunciados para roles clave. El principal fue Emilio Ocampo, quien iba a ser el presidente del Banco Central que comandaría el plan de dolarización. En las últimas horas, Ocampo se bajó de la designación y una de las principales promesas de campaña de Milei quedó en suspenso.

La razón de la renuncia anticipada de Ocampo es el avance de Mauricio Macri sobre el equipo económico de Milei, con un nombre propio que ya tuvo un lamentable recorrido por la gestión pública en los años recientes. Se trata de Luis “Toto” Caputo, primo de Nicky Caputo, el “hermano de la vida” del ex presidente, y un hombre del mundo de las finanzas al que Macri le confirió una tarea central durante el gobierno de Cambiemos: la relación con el sistema financiero internacional para la colocación de deuda externa que le permitió al macrismo su política aperturista.

"Caputo está en condiciones de resolver los problemas monetarios y cambiarios que tenemos", dijo Milei anoche en una entrevista con TN. La incógnita por quién será su ministro de Economía es la principal duda que atraviesa la previa de su asunción, y el presidente electo manifestó que no lo anunciaría hasta después del 10 de diciembre. Sin embargo, la frase de anoche y la renuncia de Ocampo al BCRA dejan entrever que el camino estaría allanado para que una mano derecha de Macri en el mundo financiero se haga cargo de la economía del país en el gobierno de Javier Milei.

Vuelve el “Messi de las finanzas” macrista que endeudó al país

Caputo no era el primer hombre de Macri que sonó para ese cargo. Inicialmente, las versiones llevaban hacia Federico Sturzenegger, quien fuera presidente del BCRA durante buena parte de la gestión de Cambiemos. Milei habló varias veces muy bien del economista platense, que incluso era resistido por Macri y Bullrich para llegar a Economía, y su posible designación aparecía como un gesto de autonomía del nuevo presidente frente a sus socios políticos.

Pero todo eso parece haberse derrumbado. Las razones, sin embargo, no apuntan a una presión del ex presidente sobre Milei para cambiarle el ministro, sino más bien a un desacuerdo entre el propio Sturzenegger y el equipo económico de Milei. El libertario exige una solución urgente a “la bola de Lelics”, que ya expresó que representan un total del 10% del déficit fiscal al que pretende atacar sin rodeos. El otro 5% que completan los 15 puntos que Milei espera recortar, corresponden a déficit del Tesoro.

Vuelve el “Messi de las finanzas” macrista que endeudó al país

Sturzenegger proponía ir licuando las Lelics con una tasa de interés negativa, pero Milei quiere ir más a fondo. Ahí entra Caputo, de quien se dice tendría un plan para desarmar esos instrumentos financieros que forman parte de la deuda del Estado con los bancos privados. Pero el propio Caputo ya expresó que considera que la Argentina no tiene capacidad para ir hacia una dolarización. ¿Macri le pincha el plan más ambicioso al nuevo presidente? ¿Comienza un nuevo doble comando en el país, esta vez con la economía como territorio de batalla?

Por presión del ex presidente o por efecto de la propia realidad, el la dolarización de la cual Milei hizo su principal bandera parece, hoy por hoy, languidecer. Al menos, ya es una certeza que no estará entre los primeros horizontes del nuevo gobierno, y los nombres que van sonando para el equipo económico así lo dejan ver. La motosierra que prometía talar 15 puntos del gasto público ahora se distribuye en 5 puntos del gasto del Estado y los 10 que representan la deuda de las Lelics con los bancos. Recién una vez ordenado ese frente Milei vería posible liberar el cepo e ir a una libre fluctuación de un tipo de cambio unificado. Ese movimiento, hoy en día, implicaría que la masa de pesos en poder de los bancos correría al dólar y dispararía el tipo de cambio hacia niveles hiperinflacionarios.

EL PRONTUARIO DE CAPUTO Y EL ENOJO EN LAS FILAS DE MILEI: “ES UN TIMBERO”

Las andanzas por el gobierno de Cambiemos del “Messi de las finanzas”, como lo denominara el propio Mauricio Macri, dicen todo sobre el hombre al que Javier Milei le encomendaría la economía del país. Caputo fue, en los primeros años del macrismo, el secretario de Finanzas de la Nación. En esos años, Economía estaba dividido entre el Hacienda, a cargo de Alfonso Prat Gay, y Finanzas, en manos de Caputo.

El primer gran movimiento de “Toto” fue el reconocimiento y el pago de la deuda de los fondos buitre con los que la Argentina litigaba desde hacía años por su negativa a plegarse a los acuerdos alcanzados con el 97% restante de los acreedores externos. Argentina le pagó más de 9300 millones de dólares a fondos como los de Paul Singer, que había financiado con millones de dólares la campaña de Macri para la presidencia.

Ese paso era clave para el verdadero objetivo de Macri y Caputo: la colocación de deuda externa. Entre 2016 y 2018, Argentina se convirtió en el país con mayor emisión de deuda soberana entre los países emergentes. Según un relevamiento del Observatorio de la Deuda Externa de la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (ODE-UMET) de principios de 2018, las emisiones de deuda totalizaron 142.948 millones de dólares. A su vez, el mismo período se fugaron 88.084 millones de dólares.

La deuda en dólares emitida por el país en aquellos años apenas alcanzaba a cubrir los gastos corrientes y la bicicleta financiera por la se fugaba al exterior. La liberación inmediata del cepo y la eliminación de las retenciones desde el minuto cero del gobierno macrista se financiaron con esa deuda, que no quedó en obras de infraestructura ni en ninguna mejora estructural para el país. La bola de nieve que se iba armando provocó la renuncia de Prat Gay y la unificación de Hacienda y Finanzas bajo el control total de Caputo.

La debacle financiera del “Messi de las finanzas” llevó a que, a fines de 2017, el mercado financiero internacional le cerrara la canilla a la Argentina. Caputo se comió todo el crédito internacional que el nuevo gobierno de Macri había posibilitado en tan solo dos años, y en abril del 2018 comenzó una corrida que dejó a Cambiemos contra las cuerdas. La salida para Macri fue recurrir al FMI, abriendo las puertas al retorno al país del organismo financiero internacional que había condenado a la Argentina a la crisis del 2001.

En junio del 2018 Caputo pasó de Finanzas a ser el Presidente del Banco Central. Con una economía descontrolada e híper endeudada, sin capacidad de repago, las variables comenzaron a dispararse. La inflación ese año fue la más alta hasta entonces desde la salida de la convertibilidad, la tasa de interés comenzó a volar por los aires y en agosto se dio una nueva corrida que devaluó el peso un 15% en sólo dos días.

Caputo renunció el 25 de septiembre de 2018 por presiones del propio FMI, que una vez en control de la economía nacional entendió los riesgos de tener en lugares de decisión tan relevantes a un funcionario con esos pésimos resultados. En 2018, la Argentina figuraba entre los siete peores de una lista de 173 elaborada por el Banco Mundial en relación al monto total del crédito bancario al sector privado. El país sólo tenía una mejor calificación que Mauritania, Afganistán, Sierra Leona, Congo, Yemen y Gambia. Caputo fue el principal responsable económico y financiero de ese desastre, que hoy parece ser un CV que Milei aprobaría para manejar la economía nacional en crisis.

Esta situación genera tensiones entre las filas libertarias y sus economistas. Carlos Rodríguez, Diego Giacomini, Nicolás Cachanosky, o el propio Guillermo Nielsen se expresaron críticamente en torno a la figura del ex funcionario macrista a partir de lo que fue su paso por la gestión. “Un timbero”, denominaron algunas de esas figuras a Caputo, que según Carlos Rodríguez “es un hombre de las finanzas, de la especulación de activos financieros, no sirve como ministro”.

LA CASTA YA NO TIENE MIEDO: LAS FUERTES CONTRADICCIONES DE MILEI ANTES DE ASUMIR

Javier Milei hizo campaña diferenciándose de lo que él mismo denominó “la casta”. “N podemos esperar resultados distintos si hacemos siempre lo mismo y con los mismos de siempre”, o “una Argentina diferente no puede hacerse con los mismos de siempre” fueron algunas de sus frases más potentes que lo llevaron a la presidencia del país. Si esa postura anti casta había quedado en veremos tras el acuerdo con Macri, la vuelta de Caputo termina de dinamitar el relato del libertario.

Pero lo más curioso es que el propio Milei destrozó a Caputo cuando aún estaba en su fase de panelista mediático que opinaba contra el sistema político. “Caputo se fumó más de 15 mil millones de dólares, se terminó en el FMI, lo echaron a Sturzenegger acusándolo de usar mal la mesa, vino Caputo, sefumó 15 mil millones de dólares irresponsablemente, ineficientemente y nos deja este despiole de las Leliq” le decía el libertario a Mauro Viale cuando su objetivo era petardear al macrismo enviado por su entonces jefe, Eduardo Eurnekian.

“Uno de los grandes desastres que se hicieron en el Banco Central lo hizo Caputo en dos o tres meses. La contracara de la quiebra del Banco Central es una híper inflación. Desarmaron las Lebacde la manera más tonta que hay, emitieron y contra eso vendieron dóalres. Crearon un nuevo mountruo que se llaman las Leliq. Ahora es un problema peor que el de las Lebacs. Lo peor de todo es que ahora está todo concentrado en los bancos, cuando eso no de para más se viene un bonazo, un plan Bonex” sentenciaba Milei hace unos años sobre el desempeño en la gestión económica de Caputo. Hoy, lo elige justamente para solucionar ese problema del cual lo hacía responsable.

PELIGRO: DOBLE COMANDO A LA VISTA

La eventual designación de Caputo al frente de Economía no tiene otra explicación que la presencia de Mauricio Macri como una figura determinante en el nuevo gobierno. Incluso a costa de bajar sus propias banderas, como la de la dolarización, o de bajar a sus propios jugadores, como a Emilio Ocampo, Milei se recuesta en el gran armador de su victoria en el balotaje y parece entregarle la principal de todas las botoneras en reparto: la de la economía.

¿A dónde llevará al país una nueva experiencia de doble comando como la vivida en los últimos años entre CFK y Alberto Fernández? ¿Cuál será la actitud de Milei frente a un Macri que parece decidido a coparle el gobierno? Preguntas abiertas para pensar lo que viene, sin otras certezas para arriesgar alguna respuesta que los movimientos de las últimas horas, en las que se vio a un presidente electo retrocediendo en sus planteos y sus opiniones en favor de ganar gobernabilidad de la mano del ex presidente que perdió su reelección en primera vuelta y no pudo ser candidato este año por el rechazo popular a su figura tras el desastre de su gobierno.

Luis “Toto” Caputo, el “Messi de las finanzas”, parece ser el hombre señalado para hacerse cargo de la economía en crisis del país. En sus años como funcionario público endeudó al país a un ritmo inédito a nivel internacional, con resultados tan malos para el erario público de ese endeudamiento que tanto el mercado financiero privado como el FMI terminaron soltándole la mano. Hoy retorna de la mano de la fortaleza de Macri y la debilidad de Milei, una fórmula poco auspiciosa para la mayoría de los argentinos.