En un giro inesperado para muchos, y en horas en las que se confirmó que las tarifas de gas se incrementarán más de un 300 por ciento tanto para hogares como comercios e industrias, el Gobierno nacional no quiso seguir echando nafta al fuego. Pateó para después de abril los aumentos en el transporte público del AMBA.

La administración de Javier Milei confirmó que este mes de abril que arranca se acordaría con las empresas prestatarias de los servicios de colectivos y trenes para que se afronten los aumentos de costos con subas en los subsidios destinados al sector.

De esta manera, los boletos para estos transportes tanto en Ciudad de Buenos como en la Provincia de Buenos Aires se mantendrán en el mismo nivel que en febrero y marzo. 

El mínimo del colectivo metropolitano se sostiene en $270, y el de trenes a $130. Cabe resaltar que para congelar el costo, se debe tener la tarjeta SUBE registrada a nombre del titular.

Ya era mucho: el Gobierno dio marcha atrás con los aumentos de transporte para abril

Después de los últimos incrementos en febrero, se cerró un acuerdo en el que los aumentos de las tarifas se realizarían cada dos meses. Pero esto quedaba en decisión del Poder Ejecutivo, que tiene la facultad de postergarlos y debe dar el visto bueno.

La Asociación Argentina de Empresarios del Transporte Automotor había alertado que los días hábiles de marzo, la cantidad de usuarios en el AMBA que tomaron el transporte público se había reducido en un 12,2 por ciento interanual.

Además del contexto económico de fuerte recesión avivada por el ajuste de “motosierra” de distintas partidas gubernamentales y el panorama de despidos en el sector estatal y de cooperativistas , que afecta al empleo, el Gobierno no quería sumar otro aditivo al creciente malestar social.

Ni tampoco sumar otro sector con subas de precios, buscando mantener la inflación mensual a raya, frente a pronósticos poco alentadores para marzo y abril.LOS EMPRESARIOS LE MARCAN LA CANCHA AL GOBIERNO

Desde el sector que representa a los dueños de las empresas de transporte, nucleados en AAETA, CEAP, CEUTUPBA y CTPBA solicitaron que “debido al repetido atraso en el pago de los subsidios y los errores de cálculo, absoluta responsabilidad del Estado, los millones de usuarios de colectivos del AMBA perciben la reducción en la cantidad de colectivos prestando servicio (a pesar de que los mismos existen) situación que ya se había analizado entre el Estado y las cámaras empresarias el año pasado”.

También le echaron en cara al Estado nacional la forma de monitorear los costos de las unidades. “La Estructura de Costos que se utiliza para determinar subsidios incorpora la cantidad de kilómetros reales medida por los GPS que tiene cada unidad, siendo medido (junto a los precios de los insumos) por el propio Estado. Siendo la Secretaria de Transporte la única responsable de tal proceso, usando medios electrónicos para medir la prestación de servicio desde el año 2013″, afirmaron.

No hemos elegido ni solicitado este régimen de subsidios, ni los cambios de criterio en la medición del parque, o los porcentajes de coches de reserva por desperfectos ocasionado por la mayor antigüedad de flota, que debe ser del 15%, según lo normado, en vez del 10% cambiando así por completo la conclusión”, señalaron enfáticamente.

Y fueron a fondo con su principal reclamo: “que se deje de subsidiar empresas y en su lugar se subsidie al pasajero, o se cobren tarifas acordes a la realidad como en otros lugares del país”.