“Vira, vira o voto” es una de las frases que son compartidas en las redes sociales, en relación a las elecciones presidenciales de Brasil, las cuales sucederán este domingo. Ese cambio de dirección, significa elegir qué modelo de país se pretende llevar a cabo durante el próximo mandato presidencial. Si se elige continuar por ejemplo, con la grave situación de falta alimentaria, la cual alcanza a 33 millones de brasileños, y con la portación de armas de fuego que supera el millón y que ya se llevó la vida de centenares de personas. Claro que existen otros puntos y argumentos para comparar pero en los tiempos que corren, es urgente dar una respuesta ante la inseguridad extrema, tanto alimentaria como social. 

A lo largo de la actual gestión llevada a cabo por Jair Bolsonaro, fue posible observar una serie de características que marcaron su presidencia como, el enfrentamiento directo con la mayoría de los gobernadores estatales -en el marco de la pandemia del COVID-19-, el negacionismo al respecto, declaraciones contra la comunidad LGBTIQ, la defensa de la tenencia de armas, la falta de políticas ambientales especialmente en la protección del amazonas, entre otras. Todas realizadas en un contexto de burla, chiste; las cuales crearon las distracciones necesarias para que se desvíe el foco de atención de los asuntos importantes como las reformas, privatizaciones o ayuda asistencial, para que Jair gane atención y a su vez, “construya” su carrera. Vaya estrategia ¿Verdad? ¿Pero qué es lo que indican los últimos números?
Una encuesta realizada por Datafolha, da cuenta que el 67,5% de los brasileños que fueron entrevistados, tiene miedo de ser agredido de forma física por su elección política, al mismo tiempo que, un 3,2%, afirmó haber sufrido algún tipo de amenaza. Haciendo evidente el clima de intolerancia política y violencia que se vive día a día. 

Es claro que Brasil no está viviendo tiempos normales y no se debe extender lo que puede ser resuelto en la primera vuelta. Es hora que se reafirme la democracia en el país vecino y se comience una gestión en la que dicho país vuelva a tener presencia en el ámbito internacional, no sólo en la Cooperación Sur- Sur sino también a nivel global, regional y subregional. 

El presidente argentino, Alberto Fernández, expresó en más de una ocasión la importancia de la amistad argentino-brasileña, la cual está cerca de cumplir 37 años, afirmando que:  “para Argentina, Brasil es más que un país amigo, es nuestro presente, nuestro futuro que se entrelaza estrechamente con el de los brasileños”. Por lo que, los resultados de las próximas elecciones impactarán sin dudas en nuestro país

En este marco, es importante mencionar que los resultados de las diferentes encuestas electorales, indican que la mayoría de los votos serán para Lula da Silva, destacándose la encuesta realizada por el IPESPE (Instituto de Pesquisas Sociais, Políticas e Econômicas), la cual arroja un 49% para Lula y un 35% para Bolsonaro. 

¿Lula logrará llegar al 50% y consagrarse, nuevamente, como presidente de Brasil? ¿Será posible fortalecer el vínculo bilateral a pesar de los desacuerdos que existieron entre ambos países?