“Es en el décimo piso”, dice el teniente. “Va a ser duro, hay viento del norte. Vamos”

Todos los fuegos el fuego, Julio Cortázar

El clima en las redes sociales estaba enrarecido, versiones encontradas y tan inverosímiles como los supuestos boca de urna sobre los que se apoyaban los números. Presentadores de tevé escondidos detrás de partituras destinadas a orquestar y marcar el compás del discurso oficial, meras máscaras de papel que apenas dejaban entrever lo que había detrás. Rumores en los bunkers que chocaban contra las corazas que se armaron, algunas son más permeables que otras. Esta imagen de clima de época podría ser tan válida para cualquier elección nacional de 2015 a la actualidad, independientemente de la lectura que haga cualquier espacio político. Estas elecciones le tocaron al peronismo, otra vez.

Si consideramos los resultados de las elecciones bonaerenses del 7 de septiembre pasado, la primera reacción podría ser de sorpresa ¿Cómo hizo La Libertad Avanza (LLA) para recortar lo que parecía una victoria segura para el peronismo, una distancia que ya había resultado imprevista para la mayoría de los encuestadores pero que al fin y al cabo fue un oasis perdido en la inmensidad del desierto? Vayamos por partes.

HOLA BUP, CHAU PASO

Las elecciones del domingo pasado podrían calificarse a priori como “atípicas”, en primer lugar porque fueron las primeras en las que se utilizó a nivel nacional el sistema de Boleta Única Papel (BUP) y no la tradicional ‘sábana’ partidaria que agrupaba varios cuerpos por cargo en una sola hoja. El sistema superó su primer test y quizás su virtud resida en la celeridad para votar y la disponibilidad de los resultados. Sin embargo, no pareciera observarse que su implementación haya impactado en una mayor transparencia en el sistema electoral, tal como sostuvo el Ministro del Interior, Guillermo Francos, siendo que desde el retorno de la democracia no existieron denuncias de fraude. En este sentido, resulta difícil sostener esa afirmación, ya que implicaría un mecanismo masivo y burdo extendido a lo largo del tiempo. Las pruebas son contundentes: tanto unas como otras fuerzas ganaron y perdieron con las mismas reglas de juego desde 1983. Quizás sería mejor, si la intención es mejorar la transparencia del sistema, preguntarse cómo se financian los partidos y sobre todo quiénes lo hacen. Teléfono para Espert. Tampoco el argumento del ahorro que genera la BUP se sostiene cuando se construyó una narrativa sobre el no hay plata y resulta que sí había presupuesto para reimprimir las boletas por un candidato que resultó ser una piedra en el zapato. Parece que Espert sigue sin responder. Tal vez el mayor problema del sistema pase más por la representatividad ciudadana reflejada en la baja participación electoral. Retomaremos este tema más adelante.

El segundo aspecto por el que estas elecciones podrían considerarse atípicas fue el fin de las Primarias Abiertas Simultáneas Obligatorias (PASO) tal como venían no realizándose desde 2011. Quedará para la ciencia política preguntarse si realmente contribuyeron a mejorar la calidad democrática tal como fueron planteadas por el entonces Ministro del Interior, Florencio Randazzo, y “padre” del proyecto de tercera vía que naufraga sin que a nadie le importe.

DE LA SORPRESA AL MILAGRO

Aunque ya se habían dado otras citas electorales a lo largo de este año, el tercer punto novedoso de las elecciones nacionales del último domingo fue el desdoblamiento de las elecciones de la Provincia de Buenos Aires, hecho del que no se tenía registro reciente. Esta decisión impulsada por el Gobernador Kicillof fue acompañada por buena parte de los intendentes peronistas y aceptada a regañadientes por la otra parte del conglomerado del mismo espacio. Si bien podríamos decir que hasta aquí el espacio de Fuerza Patria funcionó como dique de contención cuando la lluvia parecía una bendición, ahora que llovió torrencialmente, el dique empezó a mostrar sus primeras fisuras. Los pases de factura recién arrancan y habrá que ver cuánto había de realidad y cuánto de impostura en una interna peronista que se torna cada día más caliente. Si fue una buena decisión o no el desdoblamiento bonaerense a esta altura ya es secundario, lo que llama la atención es la miopía de dirigentes que no advirtieron el crecimiento potencial de La Libertad Avanza, favorecido por la falta de una oferta superadora al antikirchnerismo en la boleta de octubre como sí la hubo en septiembre. En otras palabras, los intendentes que jugaron por su cuenta el 7 de septiembre con armados territoriales ajenos a las grandes peleas, “liberaron” el voto y éste fue captado por la opción antikirchnerista con mayores chances.

También quedó en el centro de las dudas la supuesta capacidad de los intendentes bonaerenses (sobre todo del Conurbano) respecto a sus incentivos para “movilizar” el aparato y qué tanto se la jugaron, siendo que Fuerza Patria (FP) obtuvo, en la sumatoria de senadores y diputados provinciales, 3.820.119 votos en septiembre y 3.558.527 votos para diputados nacionales (único cargo elegible) en octubre. Siendo que se votaban cosas distintas puede dar lugar a preguntarse qué pasó con la diferencia en torno a unos 260 mil votos (casi un 7% menos) entre ambas elecciones. Si comparamos los datos de los resultados de las elecciones bonaerenses del 7 de septiembre con los datos oficiales del último 26 de octubre, podemos observar con mayor detalle las diferencias. Por empezar en septiembre estaban habilitados para votar 14.227.683 electores y en octubre 13.216.225. Esta diferencia podría explicarse en parte por el voto extranjero habilitado para la instancia provincial y no así para votar cargos nacionales. Ahora si consideramos las personas que efectivamente fueron a votar, la participación en septiembre representó un 61% del padrón (8.677.319 votantes) y en octubre un 68% del padrón (9.013.159 votantes).

A nivel distrital el caso de La Matanza (Tercera Sección Electoral) donde se votaron diputados provinciales, Fuerza Patria obtuvo en septiembre 360.913 votos y en octubre para diputados nacionales 335.217 (un 7% menos o unos 25 mil votos menos); en Quilmes (Tercera Sección Electoral) Fuerza Patria obtuvo 152.913 votos para diputados provinciales y 148.977 para diputados nacionales (casi 4 mil votos menos); en La Plata (Sección Capital) votaron por la opción peronista 102.895 personas para diputados provinciales y 153.163 para diputados nacionales, un crecimiento de 50 mil votos (49% más). En esta línea, en Tigre (Primera Sección Electoral), donde se votaron senadores provinciales, 70.194 personas eligieron a FP en septiembre y 83.275 a la opción peronista en octubre. En San Nicolás (Segunda Sección) donde el intendente Passaglia se impuso con un armado local, junto con jefes comunales de Junín y Pergamino, FP pasó de casi 20 mil votos a más de 28 mil (un 46% más de votos). ¿Y si tomamos los datos a nivel de concejales, realizadas también el 7 de septiembre, es decir el micronivel sobre el que mayor control podrían tener los intendentes y/o referentes territoriales por su interés inmediato en la agenda local? FP en La Matanza obtuvo 355 mil votos (-2% respecto a los votos para diputados provinciales y -6% votos respecto a octubre), en Quilmes la diferencia es casi idéntica a la observada para diputados provinciales y nacionales (unos 3500 votos menos entre octubre y septiembre), en La Plata y Tigre resulta llamativo que Fuerza Patria creció aun por sobre la cantidad de votos para definir sus concejos deliberantes (13% y 18%, respectivamente).

Pueden tejerse miles de conjeturas, pero el dato objetivo es que LLA creció en votos de septiembre hacia octubre en territorio bonaerense. Veamos los mismos Municipios. En La Matanza LLA obtuvo en septiembre casi 194 mil votos y en octubre 225 mil (un crecimiento del 16%); en Quilmes los libertarios obtuvieron más de 98 mil votos en septiembre y más de 121 mil en octubre (un 23% más); en La Plata casi 143 mil votos y casi 174 mil, respectivamente (un 22% más); y en Tigre se dio un salto de poco más de 69 mil votos hasta superar los 100 mil (un crecimiento del 45%). El caso de San Nicolás, LLA pasó de 14 mil votos a casi 40 mil (o sea, creció un 173%). Aquí podría plantearse que otras fuerzas le “comieron” votos a los libertarios en septiembre, ya sea que no se integraron a la alianza, como Somos, o se presentaron espacios con nombres sugestivamente similares a La Libertad Avanza o a la semántica mileísta, tales como “Unión Liberal”, “Partido Libertario” o “Unión Libertaria”, algunos incluso tomando prestado el color violeta para sus boletas.

Otra cuestión, tal vez más relevante que el micromundo bonaerense, nos lleva a preguntarnos qué tanto la dirigencia del peronismo descuidó no sólo la agenda nacional, sino las del resto de las provincias, enfrascando la discusión en la provincia de Buenos Aires y el Conurbano especialmente. ¿En qué momento la conducción nacional del peronismo se desinteresó de competir en distritos como CABA, Córdoba o Mendoza con candidatos o bien desconocidos para el electorado o que quizás eran “más de lo mismo”? ¿Qué tanto se debe el crecimiento de Caren Tepp en Santa Fe por mérito propio —como segunda fuerza con el 28,7% de los votos— o al pobre resultado del proyecto de Pullaro en Provincias Unidas al que hacíamos referencia antes? ¿Riesgo de balcanización del peronismo en liderazgos díscolos a la conducción nacional? ¿Municipalización o conurbanización? ¿Hasta dónde se aplacó aquella rebelión del gobernador Quintela, que en 2024 clamaba por renovación, o será que surgirán nuevos desafíos? ¿Qué camino tomará Kicillof en sus dos últimos años en 6 entre 51 y 53, si pretende que su próximo destino sea Balcarce 50? Dato: el viaje nunca pudo hacerse directamente y sin escalas. Desde Mitre en 1862 que un ex gobernador de la Provincia de Buenos Aires no resulta electo como Presidente. El caso de Duhalde fue por ley de acefalía en 2002.

Conviene tener presente que el Conurbano tampoco es un todo abroquelado ¿Qué tanto representan entre sus colegas dichos como los de la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, reclamando más cristinismo o el reclamo del intendente de Ezeiza, Gastón Granados, que marcó la cancha diciendo que los votos son de los intendentes? Esto último va en línea con la estrategia adoptada por su vecino Fernando Gray de Esteban Echeverría que decidió cortarse solo por fuera del sello de Fuerza Patria, pero no le salió bien: quedó tercero en su distrito y ni siquiera entró en el reparto del 3% de las bancas de diputados nacionales.

EL DESINTERÉS Y EL VOTO ANTI COMO NEGACIÓN DE LA POLÍTICA

A la luz de los resultados, podríamos decir que los únicos pronósticos que sí se cumplieron fueron la baja participación electoral y la polarización de los votos. Esto conviene verlo como dos hechos interrelacionados y no como variables independientes. ¿Es válido pensar que si la política no es vista como un elemento de cambio que objetivamente mejore la calidad de vida y si encima no hay costo por no participar, el incentivo al ausentismo crezca? Parece que sí y si a ello le agregamos que las elecciones se definen cada vez más por los extremos como plantea el politólogo italiano Giuliano da Empoli (2018), la construcción de poder pasa más por el voto en contra de que el voto a favor de. Dicho de otro modo, hoy el voto antiperonista, y quizás antikirchnerista, pese más que el voto antimileísta. Esto es lo novedoso y es lo que se observó en el crecimiento de los votos de La Libertad Avanza en comparación con las elecciones de principios de septiembre.

Cada vez importa menos lo que mi fuerza proponga mientras se oponga a lo que tu fuerza proponga, que a su vez se opone a la primera. Un razonamiento tautológico y hasta oximorónico que entra en una espiral lógica infinita hasta el punto de perder lógica. Quizás hoy la ventaja que tiene Milei en comparación con el resto de los actores políticos, e incluso con lo que queda del macrismo, es que los demás tienen más historia que él, sin importar demasiado si los que hoy acompañan expiraron sus pecados de casta porque el Presidente ocupa el escenario principal. En este sentido, todavía hay margen para que el desencantado de 2025 con su voto de 2023 prefiera volver a tropezar con la misma piedra por “temor al pasado”. Los encuestadores no la vieron venir, los analistas políticos tampoco, los candidatos tampoco, la ¿ancha? Avenida del medio, menos. ¿O es que nadie la quiso ver venir? Master class, como dicen los libertarios.

También cabe preguntarse qué tanto pesó en el electorado el miedo a una elección adversa para Milei. El revuelo internacional generó un clima de crisis política y tal vez hayan optado por dar gobernabilidad por sobre un escenario de potencial caos ¿Nace un nuevo status quo? ¿Qué tanto influyó la ayuda financiera y el involucramiento con tono de amenaza de Estados Unidos en estas elecciones para evitar que el cisne fuera violeta y no negro, como lo calificó Ignacio Fidanza? El Trump ex machina del que hablamos en una nota anterior calmó por un rato el apetito por el dólar, refugio de los argentinos en tiempos de incertidumbre y hoy quizás el principal ancla en materia de precios.

Para cerrar, en un escenario de polarización ¿le conviene al peronismo seguir apelando a los sentimientos negativos del electorado cuando en el menú LLA ofrece la promesa de no volver atrás y encima parece funcionarle? De esta forma el riesgo es relegar una agenda propositiva que muestre una fuerza competitiva y capaz de superar sus propias rencillas de poder. Quedará también la capacidad de capitalizar fuera de la urgencia electoralista aquellos nuevos traspiés del oficialismo, en la medida que la ciudadanía pueda empezar a exigirle más por accionar propio y los escenarios de gestiones pasadas se diluyan en el tiempo.