La provincia de Buenos Aires no “se tiñó de violeta” como pronosticó el Presidente de la Nación, se destiñó de azul, tampoco puso el “último clavo al kirchnerismo”, más bien la tapa del cajón (si existía) se abrió, y el “muerto que vos matais, goza de buena salud”.

La elección del domingo 7 de Septiembre fue un golpe certero para el gobierno nacional y para cualquier fuerza que se autoperciba con posibilidades electorales.

Fuerza Patria obtuvo el 47,18% de los votos, La Libertad Avanza 33,77% y lejos, el Frente Somos (radicalismo, con el GEB, la Coalición Cívica y parte del Peronismo) con 5,29%.

Las encuestas, y los empresarios pronosticaban un “empate técnico” con una diferencia de 4% sin quedar claro quien ganaba. La diferencia contundente fue de 13% de los bonaerenses. Técnicamente fueron unas elecciones provinciales, en donde estaban en juego las bancas de la legislación bonaerense, un tema menor en la política nacional. Pero al mismo tiempo la elección del domingo era mirada por el mundo político nacional. La provincia de Buenos Aires representa el 42% de los electores nacionales, lo que pasa en este distrito, tiene repercusiones nacionales. Así lo hizo saber el Gobernador Axel Kicillof en su discurso, que fue más un alegato como candidato a Presidente que a un triunfo electoral.

Basta de chacharas y vamos a datos finos:

a)      Fuerza Patria ganó en seis de las Secciones Electorales, algunas de ellas (la Segunda, la Cuarta y la Séptima) con un alto electorado antiperonista.

b)      En la Tercera Sección Electoral sacó 800.000 votos más Fuerza Patria que La Libertad Avanza.

c)      En la Cuarta Sección Electoral, territorio antiperonista ganó Fuerza Patria por 10% de los votos. También en la Segunda Sección Electoral, con una diferencia del 6%.

d)      El Peronismo bonaerense guarda (como nadie) una fidelidad del voto, cada elección intermedia, tanto en el 2021, 2023 como en el 2025 obtuvo unos 3 millones de votos, en este 2025 unos 400.000 votos más. El NO peronismo su promedio es 2.700.000, en el 2025 un millón y medio menos de votos que en el 2023.

e)      Los intendentes peronistas fueron testimoniales, para muchos es cuestionable esa situación, no obstante fue efectivo: los resultados en el Municipio de Ensenada fueron 69%, Malvinas Argentinas 68%, San Vicente 67%, Avellaneda y Berazategui el 65%. Esto significa que aunque toda la oposición se junte de ninguna manera alcanza para ganar el municipio.

Esta fue la elección de los Intendentes, que son los dueños de los votos, se jugaban liderazgo, la composición de sus Concejos Deliberantes, la gobernabilidad y la muestra de poder. Esto no puede ser trasladado a Octubre, los intendentes no tienen representantes en las boletas de Diputados Nacionales, se vota con boleta única y es otro formato, es un nuevo juego.

Aunque no lo veamos, el Peronismo siempre está, tiene territorialidad, liderazgo, identidad. Muchos intendentes gobiernan hace 30 años sus municipios, su territorialidad es indiscutible. El domingo, esto quedó claro. La provincia no se tiñó de violeta, se destiñó de azul, los daltónicos, no entienden nada.