Desde este espacio de reflexión, venimos insistiendo en la necesidad de medidas que mejoren el bienestar de las grandes mayorías y proyecten futuro; pues bien, el actual candidato de Unión por la Patria, Sergio Massa, se dedicó desde la PASO ha quebrar determinado status quo y a proponer un cambio a aquellos que tienen poco que perder.

OBVIEDADES

El resultado del último domingo nos encontró sorprendidos, nadie esperaba un resultado tan contundente para Unión por la Patria y su candidato. Quedamos chipeados de las PASO: ¿Por qué alguien votaría a Sergio Massa con una inflación galopante que se come los ingresos de los argentinos que menos ingresos tienen? ¿Por qué lo votarían si al otro día de las elecciones tiró más kerosene, con una devaluación del 20 por ciento? En principio lo votaría porque, a diferencia del Gobierno del que Massa es parte, plantea propuestas para aminorar la crisis y las lleva adelante, con éxitos dispares, según la medida. Pero además de implementarlas (impuesto a las ganancias, devolución del IVA) intenta que se conviertan en ley, hace que se proyecten a futuro. Aquí esta la diferencia con las PASO, Unión por la Patria no se ató a lo establecido, a lo que existe, sino que planteó cambios y futuro. Le sacó a Milei una de sus banderas, la crítica de lo establecido; pero en el caso de Sergio Massa con propuestas concretas que se realizan.

UTOPÍAS Y PESADILLAS

Javier Milei planteó un mundo perfecto, una realidad actual que no funciona y su transformación en otra que según él, funcionaría. Muchos que no visualizan los derechos que poseen, pero también muchos que no poseen derechos, vieron en sus propuestas una alternativa: si la justicia social no sirve, acabar con ella y posibilitar una Argentina distinta, sin políticos corruptos que nos saquen el porvenir; cambiando una moneda propia por una extranjera (porque los extranjeros son más honestos que los argentinos, siempre…) y cobrando en esa moneda; un futuro extraordinario en el que haríamos las cosas distintas de cómo se vienen haciendo.

Con esta argumentación al liberista (libertario es otra cosa) le sirvió para ganar por pocos puntos la primera vuelta. Pero esa utopía, reactiva, pero con propuestas alternativas al status quo, se transformó en una pesadilla. Como si no supiera en qué sociedad vive, como si no conociera su historia y sus costumbres, Milei y sus partidarios no pararon de atacar aspectos centrales de la actual cultura argentina: desde los derechos humanos, la compra venta de órganos, la libertad de portación de armamento, la denigración ideológica del Estado, la salud pública y la educación, el ataque al Papa llegando al límite de plantear romper relaciones diplomáticas con el vaticano, reivindicar a Margaret Thatcher olvidando a los héroes de Malvinas.  Y sobre todo, el Estado de conciencia de muchos argentinos que se dieron cuenta, a partir de sus afirmaciones sobre el precio del dólar, que la implementación de la política de Javier Milei, los haría más pobres: “cuanto más alto el dólar, mejor para dolarizar”, se lo escuchaba. Y muchos reflexionaban, pero si sube el dólar, cada día podemos comprar menos cosas. La fantasía se transformó en una pesadilla. Igualmente hay un llamado de atención al oficialismo, Javier Milei mantuvo un porcentaje de votos alto, casi igual al obtenido en las PASO.

ACABAR CON EL KIRCHNERISMO

Patricia Bullrich, representante triunfante de Juntos por el Cambio, utilizó en su campaña el argumento que titula este apartado, como si para que los ciudadanos argentinos comieran, se educarán y se curaran habría que acabar con una fuerza política. Una necesidad esencial de un sector político, de una fracción de la sociedad hiper politizada, se intentaba transformar en una cuestión de vida o muerte para el país. Mientras Milei, se cuidaba de hablar mal de la ex presidenta (la representante principal de dicho movimiento), Patricia Bullrich, volvía a intentar amalgamar a sus votantes en ese odio irracional. Pues bien, por lo visto, todos los que acompañaron a Juntos por el Cambio en las PASO, no estaban tan apurados, ni lo contaban como una prioridad para acompañarla con su voto, mientras su discurso sobre lo que iba a realizar en su gestión, se desdibujaba y entraba en un mundo de imprecisiones. Por eso, al ritmo de la campaña, necesitaba apelar a andamios que sostengan su candidatura (Melconian, Rodriguez Larreta, entre otros). Antes que acabar con el kirchnerismo, dicha candidata acabó con Juntos por el Cambio.

EL CANDIDATO

El único candidato que mostró claramente lo que iba hacer entre las PASO y las Generales, fue Sergio Massa. Se mostró claro, definiendo futuros, mostrando cómo construirlos. No solo propuso, sino que hizo, y mientras hacía, planteaba firmeza. En ningún momento apareció como coucheado,  fue auténticamente él. Y fue intentando construir nuevas mayorías, en su mismo discurso del domingo a la noche eso quedó claro: acabar con la grieta, por eso el discurso de Milei; corre el riesgo de caer en la equivocación de Patricia Bullrich, pretender volver a volcar a la sociedad en la grieta. Mientras Massa, en su accionar, en sus medidas intenta generar nuevas mayorías, intenta saldar en parte las deudas que el Frente de Todos -hoy Unión por la Patria-, dejó pendientes. Si lo logra, si realimente puede seguir haciendo y convenciendo, podrá tener serias chances de aumentar su caudal de votos para el ballotage. Sin embargo, si no lo logra, si no es creíble y no mejora esas condiciones, es probable que Milei logre convencer a una porción importante de los argentinos de que un anti peronismo, anti kirchnerismo, anti populismo, es la única posibilidad de cambiar el destino del país. Sergio Massa tiene una hipótesis por la cual, acabar con la grieta, pondrá a la Argentina en otro lugar; Javier Milei insiste en esa grieta para ganar.

FUNCIONALIDAD

Las dos fuerzas, los dos candidatos que entran en el ballotage fueron funcionales hasta ahora entre ellos y su tandem logró dejar afuera a Juntos por el Cambio. En el caso de Javier Milei y la Libertad Avanza, sin el acompañamiento y el cuidado de Unión por la Patria, por lo menos en las PASO, no hubiera logrado plasmar sus votos por carencia de fiscales. Por el lado de Unión por la Patria, La libertad Avanza desgastó a Juntos por el Cambio, dividió la oposición en dos (la hipótesis igualmente, es controversial,  presupone que todos los argentinos que votan a Milei, podrían votar a Juntos por el Cambio, pese al fracaso de su gobierno) y este juego de tres permitió que Union por la Patria pueda ganar la provincia de Buenos Aires, muchos municipios y ganar los diputados y senadores en muchas provincias. Ahora se abren hipótesis diversas: ¿Hay realmente condiciones para que los votos de Milei y los de Juntos por el Cambio se unifiquen en un movimiento anti populista, anti kirchnerista, anti peronista? ¿Todos los votos de Milei representan eso que el candidato liberista insistió en el discurso del domingo a la noche? ¿Podrá Sergio Massa en gestión del Ministerio de Economía unificar a los argentinos en un movimiento anti – negacionista, anti–facistas, sin antes seguir mejorando sus bolsillos? ¿Hay votos que pueden migrar a Unión por la Patria desde Juntos por el Cambio y quizás algún votante de la Libertad Avanza distraído, cansado de las propuestas belicosas que proponen esos espacios? ¿Podrá convencer Sergio Massa de que el Gobierno de Unión Nacional, resolverá los problemas que hoy no son resueltos?