ACLARACIÓN INICIAL

No es esta columna, una columna que se disfrace de neutralidad. No podemos dejar de decir que el país que soñamos desde esta humilde columna pretende una sociedad argentina más igualitaria, con desarrollo industrial y de vinculación con los países hermanos latinoamericanos (sea cual fueran las orientaciones de los gobiernos elegidos por sus pueblos). Lo aclaramos por que no es un análisis que pretenda objetividad, es un análisis interesado que pretende que, a los argentinos, a las grandes mayorías, les vaya bien, y entiende que esa búsqueda no está ni en el DNU, ni en la “Ley Ómnibus”, ni en ninguna de las intervenciones públicas de los funcionarios de este gobierno en general y del Presidente en particular. Todas esas medidas, esas intervenciones, pretenden en sentido discursivo, una reacción que busca rebelarse contra lo establecido, mientras termina reforzando lo establecido. Ganan los que ganan siempre en la Argentina y pierden los que pierden siempre, pero por otros métodos más agresivos y que profundizan esa ganancia y esa pérdida respectivamente. Pero también son absolutamente rapaces, inmediatistas, especuladoras y saqueadoras. Llevarse la mayor cantidad de riqueza de la Argentina lo antes que se pueda. El problema es que este gobierno no tiene un proyecto de nación, el mercado lo ocupa todo, no hay elemento comunitario.

LA DISCUSIÓN EN EL CONGRESO

El actual presidente de “los argentinos de bien” (que es difícil cualificar quienes son) manifestó que en el Congreso son todos corruptos, que intentan sacar coimas para votar leyes. Las respuestas de muchos de los diputados de la oposición “dialoguista”, es votar la mega ley, negocian con esa acusación flotando en el aire. No defienden el Parlamento quienes votan bajo esas intimaciones, encima teniendo en cuenta que el dictamen de comisión de la Ley nunca pudo ser visualizado, y se desconoce su contenido. No sabemos cuál sería un correcto accionar frente a las bravuconadas del Presidente, intuimos que, poniendo un límite de entrada. Por qué puede ser que el “hígado” de dichos diputados tenga tolerancia a las medidas propuestas en la mega ley del gobiernopero ¿Qué pasaría si esa tolerancia se acaba? ¿Si las próximas leyes no les gustan a estos diputados? El actual presidente podría pasar de denunciar la corrupción de los diputados del Congreso, a plantear un plebiscito para cerrarlo o pasar a cerrarlo directamente. El sueño mesiánico de Javier Milei es intentar hacer valer la mayoría circunstancial del balotaje y transformarla en un poder que avasalle las instituciones existentes. Hay diputados “profesionales” que creen dos cuestiones discutibles, por un lado que su habilidad política contendrá al actual presidente y por otro lado que la democracia argentina puede soportar estos virajes megalómanos e individualistas. Las instituciones de la democracia están desprestigiadas, cuenta con ello el líder libertario y no terminan de captarlo aquellos diputados que pretenden defender la institución delegando poder a un gobierno que los desprecia.

USTED NO ES NADA, NO ES CHICHA NI LIMONADA

Hacen mal antiguos peronistas y nóveles radicales en creer que alejarse del “peronismo”, “kirchnerismo”, “massismo” los inocula de la sensibilidad anti política del voto a Javier Milei. Quedarse en un lugar intermedio los hace blanco fácil de las extorciones del gobierno. Salvo que quieran hacer como el PRO, quien puso el plan y gran parte de los funcionarios, o sea que quieran cogobernar con el liberalismo. Su posición es absolutamente transicional, tiende a desaparecer. El gobierno irá por el peronismo, por los gobernadores, por los sindicalistas, pero luego irá por ellos. Su anti-peronismo, expresado actualmente en su anti-kirchnerismo, no capta que su posicionamiento político lo transforma en un furgón de cola de un gobierno cuyo programa es la deriva de las grandes mayorías. El diputado radical de Loredo consultó al presidente de la Cámara si los libertarios votarían una mega ley que impulsara un posible gobierno del radicalismo, como ellos iban a votarla. La respuesta es clara: no. Por un lado, porque esa actitud del institucionalismo con un gobierno anti institucionalista, hace que nunca la UCR vuelva a ser gobierno (preocupada más por su anti peronismo, que por su perfil político ideológico) , y por otro lado porque el liberalismo es consecuente con sus ideas, no pretende ser algo distinto de lo que es, en nombre de la institucionalidad.

LA REPRESIÓN

No puede aquel que no tiene más poder que el de su vida, protestar frente a lo injusto, mas que con su cuerpo. No puede como hacen otros sectores, no vender, no pagar impuestos, aumentar los precios, fugar riquezas o mercancías existentes en el país. No pueden dejar de manifestarse en los lugares donde son vistos y donde llaman la atención. El gobierno reprime a todo aquel que corte una calle para protestar pero no reprime aquellos que se manifiestan de otras maneras, por ejemplo, aumentando arbitrariamente los precios, o despidiendo a los trabajadores o imponiéndoles condiciones laborales injustas o contratando de manera ilegal. Las fuerzas de seguridad están para reprimir a los que protestan, pero no pueden cumplir efectivamente la lucha contra el contrabando, el narcotráfico, los desfalcos cibernéticos, la inseguridad hacia nuestros viejos. Claro, lo importante es reprimir al que piensa distinto, no acabar con los flagelos por los que atraviesa la sociedad y por lo cual fue votado. La señora Patricia Bullrich, expresión clara del desorden por el que atravesamos, no puede generar un nuevo orden, porque las condiciones sociales que promueven - indefensión absoluta de las clases trabajadores, pymes y profesionales – generan mayor condición de desorden. Su modelo represivo amenaza la vida de miles de argentinos, hayan votado o no a este gobierno.

ES LA INFLACIÓN, ESTÚPIDO

El efecto corrosivo de la inflación se agranda día a día. El gobierno de Milei quiere que ese efecto sea tan terrible, que los argentinos de esa forma, aceptan cansados la dolarización. Apuesta a la hiper, para que en la desesperación acepten destruir lo poco que tienen, en post de una estabilidad, muy parecida a la paz de los cementerios. ¿Como pretende el gobierno de Milei parar la inflación si permite que todos los precios de la economía aumenten? Todos los precios no; se encarga de retrasar conscientemente el precio de los salarios.

Entre Caputo y Sturzenegger, archienemigos en lo personal, pero coincidentes en las medidas de desregulación de la economía argentina, imponen una hiperinflación. No se trata de mejorar la situación de los argentinos de a pie, sino de beneficiar a la casta económica que gobierna la Argentina en forma categórica desde el 76.  ¿Cree acaso el actual presidente que con la hiper y las devaluaciones va a poder mantener el acompañamiento popular? Martínez de Hoz impuso su modelo con una dictadura feroz y Menem, y su ministro Cavallo, siendo heredero de un movimiento popular. Sabiendo que todo lo popular a Javier Milei le suena a comunismo ¿intentará llevarnos a un gobierno dictatorial para imponer un gobierno de hambre y entrega?