Las actitudes de un presidente electo contra los fracasos del Estado argentino y el sistema de derechos que protege a los argentinos, terminan proyectando una Argentina, previa a nuestra constitución como nación. Mientras tanto las mayorías, sean quienes sean (jubilados, trabajadores formales e informales, estudiantes, empresarios PyMEs, etc.) padecen el precio del ajuste que beneficia a los mismos de siempre, la casta económica.

¿QUÉ NOS PASA A LOS ARGENTINOS?

En homenaje al personaje de Fabio Alberti en todo por dos pesos, que nos decía en su columna, la pregunta que introduce este apartado ¿Es Javier Milei una síntesis de la época? Resume lo que los argentinos somos hoy ¿Nos parece inevitable el sufrimiento propio y del otro? ¿Nos parece placentero que el otro padezca el ajuste del gobierno? ¿Queremos que se jodan los otros? ¿No sentimos más cómodos igualando para abajo, para que padezcamos todos?  Si es así: que sufra el otro, el diferente, que, visto desde lejos, parece no merecer lo que tiene. Con la famosa calcomanía en los autos que recorren nuestro Conurbano responderían “ves mis avances, pero no conoces mis esfuerzos”. Es que no conocemos lo que padecen los otros, solo nos repetimos nuestro esfuerzo particular.

EL CHAT DEL SECUNDARIO

Ya hace unos años, las nuevas tecnologías nos revinculan con personas de nuestro pasado que, por alguna razón, habíamos dejado de ver. Eso generan las redes, que muchas veces nos atan al pasado, pasado que, sin ellas, hubiera desaparecido de cualquier forma. En el chat del secundario, se arman mini guerras civiles, en donde es muy poco lo que uno sabe del otro, pero el prejuicio está al día (¿este cómo la hizo? ¿opina así porque le pasó tal cosa?, inferencias muchas, con una insuficiente base objetiva, pero que reniega la experiencia vital por la que atravesó esa persona; por decirlo de otra forma, el relato que se hizo de su vida). Así vivimos en la actualidad, conociendo poco y a puro prejuicio, nos alejamos de los otros. De los otros que no viven como nosotros, que eligieron otra vida, que construyen de otra manera. Y como no hay espacios donde verse, hablarse, dedicarse tiempo, las redes generan resentimientos, prejuicios, distancias. El chat del secundario es como la Argentina, pensamos que hay una, pero está fragmentada y dividida. Si no hay espacios de encuentro, no hay sociedad argentina. Si no hay vivencias comunes, no hay comunidad, el otro es un estorbo y/o una competencia, nunca alguien con quien proyectar la vida.

¿ARGENTINA FEDERAL?

La disputa de los gobernadores con el presidente pone en el centro una discusión sobre ¿Qué es el Estado Nacional? ¿Necesitan las provincias de él? Los gobernadores dicen “Las provincias generan la riqueza” y “el Estado Nacional se las quita y no la devuelve”, “El Estado Argentino es autoritario e impone condiciones a los gobiernos provinciales”. A partir de esas miradas surgen afirmaciones “las provincias son preexistentes al Estado Nacional”. ¿Amenaza de desintegración nacional? La constitución del 94 habilitó esto descentralizando la educación, la salud, dando la propiedad a las provincias del subsuelo. Ahí comenzó gran parte de este problema.

El federalismo histórico era un federalismo que quería construir un Estado Nacional para todos. Consciente que cada provincia sola no podía, que se imponía en la fragmentación el reino del más fuerte. El Estado nacional es preexistente a las provincias, porque es una decisión de las provincias que exista. El Gobierno Nacional, con su política económica de primarización y financiarización de la economía, destruye la unidad nacional, y las provincias responden reactivamente. “Ojo que si queremos nos vamos”. La forma de resolver el conflicto es que el Gobierno entienda que la Argentina es un país productivo que tiene 45 millones de habitantes, y que no puede convertirse en mero exportador de materias primas, sin desaparecer como país. La Argentina no puede existir sin Estado, y la destrucción del Estado nacional, puede generar, en última instancia, la destrucción de las provincias. Se equivocan los gobernadores.

La política económica del gobierno lleva a la Argentina, a una situación previa a 1853. Destruye la integridad territorial de nuestro Estado, impulsa a las provincias a “cortarse solas”, las empuja a evaluar si les “conviene” el Estado Nacional. Pero por otro lado, el Presidente no termina de entender que el voto que una parte del pueblo argentino le dio, exigió que sea representativo. El cansancio con el sistema político era fruto de la incomprensión que dicho sistema mostraba respecto de sus representados. Milei, al pelearse con los Gobernadores y por lo tanto con los ciudadanos que ellos representan, muestra la misma incomprensión respecto al pueblo argentino, que fue reactivo y por eso lo llevó al sillón de Rivadavia.

EL PACTO DE MAYO, UN ANTI MAYO

El pacto de mayo que propuso el presidente Javier Milei, es el anti mayo de 1810. El pacto presupone la aprobación de la ley Ómnibus y del mega decreto de necesidad y urgencia. Dichas legislaciones desregulan mercados, privatizan empresas, eliminan derechos, trastocan el ordenamiento de la Argentina. Pero mayo de 1810 presuponía la autonomía nacional de las entonces provincias unidas del Rio de la Plata. El mayo del 2024 con sus desregulaciones y privatizaciones profundizan la dependencia del país a las principales potencias mundiales. Por eso es el ANTI MAYO, es la negación del primer impulso a la conformación de la Argentina.

¿HASTA CUÁNDO?

Comenzamos con Fabio Alberti y cerramos con Diego Capusotto- esta coyuntura tiene algo de todo por dos pesos, programa épico de la televisión pública-, en su programa radial que llevaba el título con el que nombramos este apartado, representaba a un periodista intolerante con la situación del país: ¿Hasta Cuándo los argentinos soportaran esta situación? La intolerancia por parte de los argentinos con la situación es absoluta y el gobierno intenta canalizar dicha intolerancia, fruto de años en que el sistema político no pudo resolver los problemas diarios de los argentinos ¿Cuánto tiempo esa intolerancia se dirigirá a la “casta política” tradicional, cuando el pueblo vea que la casta compone el Gobierno? ¿Cuánto el Presidente podrá esquivar la responsabilidad por las medidas que su gobierno está tomando?