En las secciones se verán los pingos
Poner la lupa sobre lo acontecido al nivel de las secciones electorales bonaerenses durante los últimos comicios intermedios (2021) puede servirnos como un telón de fondo comparativo respecto de posibles escenarios políticos de aquí al 7 de septiembre.
El inicio de un nuevo ciclo político-económico suele ser acompañado por la ciudadanía argentina en las elecciones intermedias que le siguen al triunfo electoral de nivel presidencial: Alfonsín ganó la elección legislativa de 1985 de la mano del Plan Austral; Menem ganó la elección de 1991 montado sobre la ola favorable del Plan de Convertibilidad; el matrimonio Kirchner se alzó con el triunfo en el 2005 en los inicios del boom de las materias primas y Mauricio Macri logró concitar el apoyo de una importante mayoría ciudadana en 2017; la única excepción a esta tendencia fue –en medio de la crisis terminal del modelo cavallista- la Alianza de Fernando De la Rúa que perdió los comicios de 2001.
Si del plano nacional pasamos al provincial, se recorta en el horizonte –al menos hasta ahora- otra tendencia igualmente persistente: fuera del lejano triunfo de Cristina Fernández de Kirchner en aquel 2005, desde entonces hasta hoy el kirchnerismo perdió todas las elecciones intermedias en la Provincia de Buenos Aires a lo largo de los últimos veinte años (2009, 2013, 2017 y 2021). Si bien en las dos primeras derrotas hubo del lado de los triunfadores una “pata” peronista (2009) o directamente una lista conformada por el peronismo “disidente” (Sergio Massa en el 2013), en las dos últimas elecciones la victoria la obtuvo una fuerza claramente no-peronista (2017 y 2021).
En este marco, vale la pena poner la lupa sobre lo acontecido al nivel de las secciones electorales bonaerenses durante las últimas elecciones intermedias (2021). Aunque realizar ejercicios numéricos sobre el pasado tiene un alcance limitado, al menos nos permite establecer un telón de fondo comparativo respecto de posibles escenarios políticos de aquí al 7 de septiembre.
Como recordamos en una nota anterior, en las elecciones intermedias del 2021 Diego Santilli y Facundo Manes a la cabeza de la boleta de Juntos por el Cambio (JXC) obtuvieron el 39,81% de los votos contra el 38,53% de la lista del Frente de Todos (FT), liderada por Victoria Tolosa Paz. Un elemento no menor a tener en cuenta, sobre todo de cara a las próximas elecciones, es que en el tercer lugar apareció José Luis Espert (Avanza Libertad) con el 7,50% de los sufragios.
Al desagregar el resultado por secciones observamos que el FT solamente triunfó en la populosa Tercera Sección (45,67% para el FT contra 32,32% de JxC y 6,98% de AL), mientras que perdió en las siete restantes. Salvo en la Primera Sección (Conurbano norte y oeste), donde el resultado fue muy ajustado en favor de la fuerza política liderada entonces por Mauricio Macri (39,2% para JxC contra 39% del FT y 7,84% de AL), en los otros casos la derrota del kirchnerismo fue por muy amplio margen.
Aunque en términos políticos sumar dos más dos no siempre da cuatro, puede ensayarse una comparación interesante mirando de reojo las dos principales alianzas que ya están lanzadas para competir este año. El ejercicio consiste en reunir los porcentajes de votos obtenidos en el 2021 por Juntos por el Cambio y Avanza Libertad para luego observar las diferencias con el Frente de Todos.
De acuerdo con ese cálculo hipotético, el kirchnerismo obtiene su única ventaja en la Tercera Sección (6,37%), queda relegado por poco en la Primera (-8,04%), y se ubica muy atrás en las otras secciones: en la Segunda, que abarca el extremo norte de la provincia, se ubica -17,34% por debajo de los ganadores; en la Cuarta, que comprende el noroeste bonaerense, la diferencia en contra se amplía a -22,22%; en la Quinta, cuya cabecera es Mar del Plata, la diferencia se estira a -26,66%; en la Sexta, que tiene por eje a la hoy castigada Bahía Blanca, se produce la mayor distancia a favor de la coalición entre macristas y libertarios (-32,75%); en la Séptima, que abarca el centro de la provincia, la diferencia es también considerable (-24,1%); y finalmente, en la región capital, el FT queda -18,45% abajo. El gráfico siguiente presenta esta información de manera resumida y ordenada de menor a mayor.
Puesto que el gráfico muestra porcentajes de votos (y no los sufragios en números absolutos) vale la pena resaltar un par de puntos que no se pueden pasar por alto: por un lado, los malos resultados que el kirchnerismo viene cosechando en el interior de la provincia (sobre todo después de la crisis con los sectores agropecuarios) se compensan con el vigoroso apoyo que obtiene en municipios como La Matanza, Lomas de Zamora y otras localidades del Conurbano sur; por otro lado, en las dos secciones más densamente pobladas del territorio bonaerense (la Primera y la Tercera) la distancia entre el FT y la sumatoria de votos entre JxC y AL fue más pequeña: en un caso a favor de la coalición liberal-conservadora (la Primera) y en el otro a favor del kirchnerismo (la Tercera).
Para apreciar las diferencias en el volumen de votos en juego consideremos lo siguiente: con 5.131.861 de electores la Primera Sección electoral concentra –en la actualidad- el 36% del padrón bonaerense, mientras que la Tercera Sección, con 5.101.177 de electores, aglutina el 35%. Frente a esta inmensa masa de potenciales votantes, las otras seis secciones juntas reúnen el 29% de las 14.376.592 de personas habilitadas para votar (recordemos de pasada que aquí se incluyen 1.015.233 de extranjeros residentes que podrán participar en las próximas elecciones sub-nacionales pero que no participarán en los comicios nacionales de octubre).
Con estos números a la vista, se entiende mejor el desafío de quienes caminan el territorio bonaerense y conocen los vericuetos políticos de cada pueblo: en la Tercera Sección triunfa el peronismo, en el interior de la provincia gana el voto no-peronista, pero este año en la Primera Sección electoral se dará la “Madre de Todas las Batallas”.