Están en PROblemas
Se dio el lujo de destratar al partido político centenario y pensar que llegaba para quedarse a fuerza de timbreos y duranbarbismo
Parece un fin de ciclo. Ayer domingo se llevaron a cabo las elecciones de legisladores porteños en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Epicentro que vio nacer, crecer, desarrollarse y envejecer al PRO.
Este partido político está cumpliendo exactamente veinte años, fue reconocido oficialmente un 5 de agosto de 2005. Pero la vida en el siglo XXI es más vertiginosa, lo que antaño era una juventud Divino Tesoro, hoy parecen correr nuevos aires.
Este partido político que supo gobernar como nadie la Nación, la provincia de Buenos Aires y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Fue de menor a mayor, participó de una alianza electoral en el año 2003, a los dos años se conformó institucionalmente en partido y en dos años comenzó a gobernar el epicentro de la política argentina.
Desde el año 2007, de manera ininterrumpida ganó todas y cada una de las elecciones en la Ciudad, nueve elecciones ganadas: 30% fue su peor guarismo (2009) y casi el 50% su mejor elección (2011, 2023). Este domingo sufrió un golpe inédito: 15,9% unos 243.000 votos.
Este año hubo elecciones en Chaco, Salta, Jujuy, San Luis y Santa Fe, en ninguno de esos distritos gravitó el PRO.
Construir un partido político nacional es una real dificultad en el octavo país más extenso del mundo y para colmo con una estructura federal. Desde la Quiaca a Ushuaia, del Río de la Plata hasta la Cordillera. Lo intentó la UCD, el FrePaSo, Acción por la República. Pero el PRO fue distinto, tuvo el poder que ninguno de ellos tuvo. Se dio el lujo de destratar al partido político centenario y pensar que llegaba para quedarse a fuerza de timbreos y duranbarbismo.
Este domingo marca un punto de inflexión en la política nacional. El país es federal, pero Dios sigue ateniendo en la Capital Federal, la próxima elección importante es la de la provincia de Buenos Aires. La Libertad Avanza va a hacer sentir el rigor de los números en una posible alianza con el PRO, pero al mismo tiempo, algunos dirigentes del partido porteño irán por su cuenta pidiendo pista para pasar con la bendición libertaria. En cualquier caso, Mauricio Macri se estará diluyendo en la política nacional.