La grieta en nuestra mente: sesgos cognitivos y polarización política
¿Por qué la polarización se vuelve cada vez más extrema? Porque nuestra mente no es tan objetiva como creemos. Entre sesgos cognitivos y fake news, la política argentina se mira en un espejo distorsionado que ahonda la grieta.
La semana pasada un grupo de manifestantes agredió al presidente Javier Milei y a su comitiva, entre quienes se encontraban su hermana, Karina Milei, y el diputado nacional José Luis Espert. Este episodio refleja cómo la Argentina procesa la política a través desesgos, emociones y narrativas que convierten un mismo hecho en dos relatos incompatibles. La grieta no solo está en la calle, también está en la mente.
¿QUÉ SON LOS SESGOS COGNITIVOS?
Las personas tenemos dificultades para tomar decisiones y emitir juicios de forma rápida, por lo que recurrimos a heurísticas. Las heurísticas son atajos mentales para simplificar problemas y reducir la carga cognitiva, pero pueden conducirnos a cometer errores. Estos errores llamados sesgos cognitivos, afectan nuestra interpretación de la información y nos pueden llevar a conclusiones incorrectas.
ALGUNOS SESGOS COGNITIVOS
La ilusión de causalidad se produce cuando las personas creemos que existe una conexión causal entre dos eventos que en realidad no están relacionados. Un hincha de fútbol usa siempre la misma camiseta cuando juega su equipo. Cada vez que la usa, el equipo vuelve a ganar. Se percibe una relación causal que en realidad no existe.
El sesgo de disponibilidad consiste en sobreestimar posibilidades o frecuencias de algo basándonos en la facilidad para recordar ejemplos o información sobre él. Los eventos que son más fáciles de recordar son más probables. Al ver noticias sobre accidentes aéreos sobrestimamos la probabilidad real que ocurra uno, a pesar de que estadísticamente son muy seguros.
El sesgo de anclaje es la tendencia a confiar demasiado en la primera información que recibimos sobre un tema al tomar decisiones. En una negociación paritaria la primera oferta actúa como un “ancla” que condiciona las expectativas y los ajustes posteriores. Las ofertas tienden a alinearse en ese punto de referencia.
SESGOS Y POLARIZACIÓN POLÍTICA EN EL CONTEXTO ARGENTINO
No es que un sesgo por sí solo cause polarización, pero ciertos sesgos en contextos de alta conflictividad política pueden amplificar la polarización ¿La gente polarizada busca información que confirme sus sesgos o los sesgos en ciertos escenarios los llevan a polarizarse? Es probable que sea un ciclo. Investigaciones como la de Jost et al. (2022, Mecanismos cognitivo-motivacionales de la polarización política en contextos socio-comunicativos), muestra cómo ciertos mecanismos psicológicos refuerzan la polarización a través de la comunicación política. La polarización política puede pensarse en dos dimensiones: una ideológica, cuando los partidos o coaliciones se alejan mucho en el plano programático (izquierda-derecha) y otra afectiva, cuando se genera un rechazo o aversión hacia el “otro bando”, un “nosotros contra ellos”. Esta segunda dimensión es la más peligrosa, genera alta conflictividad y una lógica de “suma cero”.
El contexto argentino es un terreno permeable para que ciertos sesgos se vuelvan armas de polarización política. El clivaje histórico peronismo-antiperonismo sigue operando, aunque las últimas elecciones hayan mostrado una división en tercios.
Los medios de comunicación polarizados y las redes sociales con sus algoritmos funcionan como cámaras de eco que refuerzan creencias preexistentes y reducen la exposición a puntos de vista distintos. A esto se le suma la circulación de fake news.
La baja confianza institucional, la personalización de la política en líderes carismáticos y las recurrentes crisis económicas potencian la necesidad de recurrir a heurísticas y narrativas simplificadas para reducir la incertidumbre.
SESGOS RELEVANTES PARA LA POLARIZACIÓN POLÍTICA
El sesgo de confirmación es la tendencia a interpretar, buscar y seleccionar información que confirman las creencias propias ignorando aquella que la contradice. Una protesta puede ser vista de un lado como resistencia al ajuste o del otro como defensa de privilegios sindicales. Cada medio de comunicación ofrece datos para confirmar esas visiones. Los mismos hechos se convierten en pruebas opuestas reforzando la polarización.
El efecto Halo consiste en dejar que una impresión positiva en un área, como la apariencia o el carisma, influya en los juicios sobre otras áreas no relacionadas conduciendo a evaluaciones excesivamente favorables En Argentina, ciertos sectores del electorado tienden a valorar positivamente a sus líderes y a juzgar negativamentea los del “otro lado” más allá de los resultados de sus políticas.
El efecto de la verdad ilusoria también conocido como efecto de reiteración es un sesgo que consiste en que cuando más se repite una afirmación, más probable es que la gente lo crea incluso si es falsa. Se suele decir que Argentina fue una potencia hace 100 años teniendo uno de los PBI más altos del mundo. Se repite omitiéndose un análisis más profundo: un período sin datos oficiales certeros, sin democracia ni derechos laborales y que no explica mucho respecto de otros indicadores como desigualdad, salud o educación. Cada polo tiene sus “verdades repetidas” que terminan instalándose como verdades incuestionables.
La ilusión de objetividad o sesgo del punto ciego es la tendencia de las personas a verse a sí mismas (y a quienes están "de su lado") como más racionales, imparciales y menos parciales que los demás. El electorado de Milei lo considera como un economista técnico y racional que tiene la solución para los problemas cíclicos argentinos. Del otro lado del espectro se consideran los indicadores de desempleo y recesión como totalmente opuestos a los de la década ganada. Cada sector cree que ellos son los que ven la realidad como es y que los demás están atravesados por ideologías y manipulación.
EROSIÓN DEMOCRÁTICA
Una consecuencia de la polarización es que asuntos urgentes como una crisis de salud pública, el analfabetismo o la pobreza infantil se vuelven extremadamente polémicas.
La polarización no es un destino inevitable de la Argentina, sino el resultado de dinámicas psicológicas que pueden ser potenciadas -o atenuadas- por el sistema político y mediático. Reconocer la existencia de sesgos cognitivos no significa resignarse a ellos, significa tomar conciencia de cómo influyen en nuestras decisiones colectivas. La responsabilidad de la dirigencia política y de los medios de comunicación es central, pueden elegir reforzar la grieta como atajo para movilizar identidades y emociones o apostar a construir un espacio de diálogo donde las diferencias no se conviertan en enemistades irreconciliables. La democracia se fortalece cuando el conflicto se canaliza institucionalmente. Se necesitan instituciones más sólidas, ciudadanía crítica y liderazgos responsables.