La actual generación de políticos jamás enfrentó una crisis como la que estamos viviendo: una pandemia que nunca finaliza, una guerra en Europa que se extiende más allá de todo cálculo, crisis alimentaria que se expande por el mundo, crisis climática en el punto de no retorno, disrupciones en las cadenas globales de suministros, inflación cada vez más difícil de contener, desconfianza en los sistemas políticos y un descontento social que en ocasiones se vuelve estallido.

¿Cómo ejercer el liderazgo político cuando todo se trastoca? ¿Cómo mantener o conquistar ese liderazgo cuando el mundo político, económico y social parece saltar por los aires? Porque es precisamente en medio de las crisis cuando los ciudadanos miran con expectativa inusitada hacia los líderes políticos.

Nadie tiene un manual de instrucciones para estos tiempos turbulentos. Nadie. Pero a riesgo de equivocarme me animo a darte algunas recomendaciones, desde la consultoría política y la psicología, para ayudarte a liderar en tiempos de crisis:

· El liderazgo político actual se juega en la mayor o menor capacidad para enfrentar la situación de crisis. Evita caer en el juego político menor y en el error de confundir el liderazgo político con el marketing político. Se trata de liderazgo, no de marketing.

· En medio de la incertidumbre la gente va a premiar más la unidad que la división, por lo tanto intenta contener el desgraciado impulso de luchar contra una caricatura de tu adversario. Ya nadie va a tolerar caricaturas ni expresiones ingeniosas ni juegos de palabras. Menos retórica y más seriedad, de eso se trata.

· Recuerda que la falta de psicología está matando a los partidos políticos. Evita caer en ese error. Más que nunca tendrás que saber cómo son las personas a quienes quieres liderar, cómo viven, qué sienten y qué piensan. Más que nunca tendrás que demostrar tu empatía.

· Invierte toda tu energía en el trabajo que te toca y toda tu amabilidad en la comunicación con la gente. Eso es importante en la crisis, y además la energía y la amabilidad son los dos rasgos de personalidad que el ciudadano más busca en el líder político.

· A lo largo de mucho tiempo tu comunicación política será comunicación política de crisis. Por eso tienes que ser más preciso, más riguroso y más transparente que nunca.

· Olvida los largos discursos. Habla lo necesario, con brevedad y poder de síntesis. Ya sabes que en general el político debería hablar un 80 % menos de lo que habla. Pues ahora con más razón. Posiblemente tengas más público que nunca, pero te van a abandonar en bandadas si recurres a frases muy largas y complejas. La gente quiere saber y quiere datos concretos y orientaciones específicas. No te vayas por las ramas.

· Tienes que ser intenso y esperanzador. El liderazgo es una transferencia de entusiasmo. ¿Entusiasmo sobre qué? Sobre un rumbo, un camino de salida de la crisis, un proyecto de reconstrucción para esa sociedad que te escucha.

· La mejor herramienta para construir liderazgo político es contar con una idea poderosa y ceñirse a ella. Construye tu idea poderosa, desarróllala, comunícala, adáptala y actualízala constantemente.

· Ajusta tus hábitos a la nueva vida a la que la crisis te obliga. Recuerda que el liderazgo político depende en gran medida del poder de los hábitos. El descanso, el sueño, la alimentación sana, el ejercicio físico y la lectura deben estar necesariamente optimizados en tu rutina cotidiana. Así serás un líder más efectivo.

· Tiende la mano a tus adversarios. Negocia con ellos. Negocia inclusive con tus enemigos. De esta crisis nadie saldrá solo. Nadie. Ningún partido político. Y si te aíslas, tu carrera política caerá rodando por el abismo. Así de simple.

Lo que hay es lo que toca. Así son los tiempos de crisis. Y el actual es particularmente cruel. Vidas destruidas. Empleos destruidos. Empresas destruidas. Proyectos destruidos. Algunos políticos pretenderán tomar atajos, tribalizar la sociedad, sacudir las emociones más primitivas y asaltar el poder desde la simplificación más brutal. Algunos hasta podrán lograr cierto éxito electoral. Pero no te engañes. Ellos también caerán, y lo harán con una velocidad idéntica a la de su ascenso. Ese no es el camino del verdadero liderazgo político, el que construye, el que ayuda, el que logra sostenerse a flote aún en las peores tormentas.

No es un camino fácil. La sombra de la soledad se cierne siempre sobre los líderes responsables. Debes asumir esa realidad. Más aún: descubre el papel de la soledad en la construcción del liderazgo político. Aprovecha esa soledad para reflexionar con mayor profundidad. Pero no te hundas en ella. Tienes que salir fuera de ti mismo, escuchar, apoyar, tomar decisiones, actuar.

Es la hora del liderazgo político sólido, serio y responsable. “Lo construiremos todo de nuevo”, escribió Sigmund Freud ante el sombrío panorama de la Segunda Guerra Mundial. Necesitamos ese mismo espíritu dolorido, realista, esperanzado y decidido. Para derrotar la crisis. Para reducir los daños que nos provoca ahora mismo. Y para construir la nueva realidad que viviremos al final de esta noche oscura.