Este domingo, 650.000 afiliados de la Unión Cívica Radical están habilitados para votar en las elecciones internas del partido en la provincia de Buenos Aires. Las urnas estarán repartidas a lo largo de 342 escuelas y el gobierno de Axel Kicillof asiste a la UCR en la organización para evitar aglomeraciones. Mientras tanto, todo el arco político está a la espera de los resultados de los comicios que sin duda tendrán un impacto directo en el futuro de Juntos por el Cambio.

Hoy la conducción de la UCR bonaerense está en manos de Daniel Salvador, ex vicegobernador de la Provincia durante el gobierno de María Eugenia Vidal. Un hombre de bajo perfil y tono tranquilo, ligado a la figura de la ex gobernadora. Su candidato para sucederlo en la titularidad del partido es el actual diputado provincial y presidente del bloque de Juntos por el Cambio, Maximiliano Abad.

Contra él compite el intendente de San Isidro, Gustavo Posse, quien lidera la Lista 14 nombrada “Protagonismo Radical” y asegura que este 21 de marzo podría lograrse “una renovación” de la UCR que signifique “el fin de la sumisión de los últimos cinco años”.

Maximiliano Abad es respaldado por el ex vicegobernador y 30 de los 32 intendentes. A nivel nacional lo apoyan decididamente el cordobés Mario Negri, el mendocino Ernesto Sanz, el jujeño Gerardo Morales, el formoseño Luis Naidenoff y el gobernador de Corrientes, Gustavo Valdés, todos los que responden decididamente a Mauricio Macri.

Por su parte, Posse tiene el apoyo del senador Martín Lousteau, el dirigente Enrique "Coti" Nosiglia, el referente Federico Storani y el diputado nacional Emiliano Yacobitti, entre otros. 

La interna, una de las más importantes para el partido -al menos en el último tiempo-, empezó picante y fue aumentando su temperatura en las últimas semanas, a medida que se acercaba la fecha de votación. Tal es así, que hace dos días, el propio Salvador criticó fuertemente a Posse a través de sus redes sociales.

El intendente de San Isidro sostuvo, a lo largo de toda la campaña, que durante la actual conducción del partido, los últimos años “fueron años de sumisión y servilismo desde el radicalismo y una desprotección de los postulados que sostiene en materia de salud pública, educación, de protección del trabajo, de la producción nacional, del desarrollo de la cultura”.

“No se sintió la voz del radicalismo, ni respiraba, ni emitía sonidos”, aseguró a Diagonales al referirse al rol de la UCR dentro del frente de Juntos por el Cambio. “Se terminaron los años de un radicalismo servil y sumiso al PRO”, aseveró.

Al clima de tensión creciente, se sumó el hecho de que muchos candidatos del oficialismo abandonaron el barco timoneado por Abad y se pasaron a las listas del jefe comunal que lidera la oposición radical en los municipios de Mercedes, Luján, Avellaneda, San Martín, Villa Gesell y Almirante Brown.

Las acusaciones de “sumisión” y los múltiples cambios de bando de las últimas semanas, llevaron al ex vicegobernador a meterse de lleno en la campaña y abandonar su perfil moderado para cargar las tintas contra Posse.

“Quien me conoce, sabe que no me gusta polemizar. Pero tantas mentiras me hacen escribir estas palabras. Estoy orgulloso de lo que logramos durante estos 4 años en el partido: una gran renovación y un radicalismo en marcha”, escribió Salvador en sus redes sociales. “Es lamentable la cantidad de agravios, mentiras y faltas de respeto por parte de Posee hacia la UCR y hacia cientos de radicales que a lo largo y a lo ancho de la Provincia trabajaron intensamente durante estos años para poner al partido de pie”, remarcó.  

Con un discurso en durísimos términos, Salvador afirmó que el intendente que encabeza la lista opositora “abandonó” la UCR “en reiteradas oportunidades para sumarse al kirchnerismo (por el cual fue elegido intendente), el massismo y otras fuerzas políticas. Él es uno de los grandes responsables de la crisis del radicalismo. Por suerte, desde el 2015 esto cambió”.

“Es tan claro el fortalecimiento de la UCR en la Provincia que hasta el intendente Posse está disputando la presidencia del radicalismo. Si no fuera así, ya estaría buscando un nuevo partido para seguir aferrado al poder”, agregó.

Parece que ya no hay lugar para discursos o declaraciones moderadas, ambas listas disputan voto a voto la conducción del partido radical en la Provincia y a medida que pasan las horas crece la expectativa, no sólo dentro de la UCR sino también dentro del resto de las fuerzas políticas que hoy conforman Juntos por el Cambio y esperan ver qué perfil adoptara el radicalismo.