El paro anunciado por los docentes para el 6 y 7 de marzo significa una medida a la que nadie quiere llegar. En un año electoral, la Provincia se encuentra alerta para intentar, con todas las herramientas que tiene, destrabar el conflicto que mantiene con los maestros. Esta tarde se reunirán para avanzar en las negociaciones a seis días del inicio de clases.

El encuentro será en la sede del Ministerio de Economía y contará con la presencia de los representantes gremiales y de los funcionarios de Vidal. Según trascendió, no habría una mejora en la oferta, clavada en 18% en cuatro cuotas y con una "cláusula gatillo" que elevaría la cifra si la inflación es superior. Versiones periodísticas señalaron ayer que la gestión provincial elevaría el ofrecimiento a 21% de aumento, algo que no fue confirmado, por lo que deberá esperarse para conocer cómo sigue la historia.

En un año electoral, que los chicos estén fuera de las aulas no es una situación que beneficie al oficialismo, más bien todo lo contrario. La gestión será evaluada en las legislativas y servirá de vidriera para mostrar lo realizado, por lo que la situación con los docentes preocupa y mucho a María Eugenia Vidal.

A su vez, el justo reclamo de los docentes en la Provincia los hace mantenerse firmes y exigir 35% de aumento- 10% del año pasado y 25% del actual-. 

Desde la Provincia se evalúa fijar los aumentos a los docentes por decreto, algo que caería como un balde de agua fría en la comunidad educativa, que no se quedará de brazos cruzados e intensificará las medidas de fuerza.

Las diferencias entre los sindicatos y la gestión provincial son muchas. La reunión de esta tarde será clave para analizar cómo continuarán las negociaciones y el Ejecutivo intentará frenar los paros de la semana que viene y hacer que las clases comiencen en tiempo y forma como el año pasado.