Anatomía de la interna: Cuánto pesa cada sector en la disputa del peronismo bonaerense
La discusión por las listas y la unidad entra en su fase caliente y definitiva. Cuántos intendentes tienen Kicillof, Massa y el cristinismo. Cuántos electores suman los distritos que gobierna cada tribu y cuántas bancas ponen en juego.
Exactamente en dos semanas el peronismo bonaerense deberá tomar una definición trascendental para su futuro. El miércoles 9 de julio cierra el plazo para la inscripción de alianzas para las elecciones provinciales que se desarrollarán el próximo 7 de septiembre. En ese contexto, y habiendo atravesado el terremoto político de la ratificación de la condena a CFK y la confirmación de su prisión domiciliaria, las distintas tribus peronistas ya se abocan a full a delimitar los trazos principales de una alianza para ir juntas a las urnas. En 15 días se sabrá finalmente si el peronismo sigue unido o la fractura interna termina por hacerse externa y definitiva.
Con el reloj en tiempo de descuento, los tironeos entre sectores son más la regla que la excepción. Quién encabeza y hace de local en los diálogos y las negociaciones, o cómo se consideran los bloques de espacios para determinar los porcentajes en las listas son sólo algunas de las discusiones que hoy atraviesan al cristinismo, el Movimiento Derecho al Futuro y el Frente Renovador. Aún sin mesas oficiales en funcionamiento, los contactos se dan por lo bajo y pos de acordar condiciones mínimas para iniciar los diálogos que deberán determinar, entre otras cosas ,el nombre y las principales líneas de campaña de la nueva alianza que reemplazaría a Unión por la Patria.
En ese marco, surge una pregunta determinante: ¿Cuánto pesa cada sector en la discusión interna? Por supuesto que no existe una respuesta unívoca a esta pregunta, aunque pueden trazarse ciertos aspectos cuantitativos para establecer una base de discusión. Así lo hizo La Sastrería, la consultora de Raúl Timerman y Carlos Malagoli, en un completo informe en el cual diseccionan la PBA a partir de criterios determinados: cuántos intendentes responden a Kicillof, cuántos a Kirchner y cuántos a Massa; cuántos electores aportan cada uno de esos municipios; y cuántas bancas pone en juego cada uno de esos sectores en la elección de septiembre.
TOTAL PBA
El peronismo nucleado en UP gobierna 85 de los 135 distritos de la provincia. Esos 85 municipios agrupan 10.686.624 de electores del total de los 14.059.933 bonaerenses habilitados a votar en septiembre. De ese número, solamente el municipio de Tigre y sus 353.525 electores habilitados deberían considerarse una baja de lo que logró agrupar UP en 2023. El intendente Julio Zamora explora una alianza con otros peronistas disidentes como su par de Esteban Echeverría, Fernando Gray, para competir por fuera del armado del PJ, el MDF y el FR.
Si se considera a la alianza entre Máximo Kirchner y Sergio Massa como un mismo bloque en la discusión, el número de intendentes que respalda a cada orilla de la grieta peronista resulta un empate. A groso modo puede decirse que Kicillof tiene a 42 jefes comunales alineados en su MDF, mientras que el cristinismo agrupa a 26 y el massismo a 16. Llevado a la cantidad de electores, la balanza se inclina en favor del gobernador: los distritos organizados en el MDF tienen 5.479.393 de electores habilitados, contra los 4.253.038 de los municipios cristinistas y los 600.668 de los massistas (sumados, 4.853.706).
En relación a las bancas que ostenta cada espacio y las que debe renovar, el escenario también muestra cierta ventaja para el gobernador producto de cierres de listas anteriores en los que impuso muy pocas candidaturas. En la composición actual del Senado bonaerense, el peronismo tiene 21 bancas de las cuales 15 pertenecen al cristinismo, 4 al MDF, 1 al FR y 1 al Frente Patria Grande de Juan Grabois. En septiembre se renovarán 10 de esas 21 bancas, y quien más arriesga es la tropa de CFK: 8 de los lugares en juego responden a Máximo Kirchner, 1 a Kicillof y el restante a Sergio Massa.
En Diputados la ecuación se modifica. El bloque de UP cuenta con 37 escaños repartidos de la siguiente manera: 15 cristinistas, 11 kicillofistas, 10 massistas y 1 de Patria Grande. En septiembre se renovarán 19 de esas 37 bancas, y quién más arriesga es el campamento kicillofista: 7 de sus 11 bancas se pondrán en juego. De las 15 bancas cristinistas se renovarán 6, de las 10 massistas 5, y la única que responde a Grabois también se renovará.
CONURBANO
Las principales secciones electorales son la Tercera y la Primera. Entre ambas suman casi 10 millones de electores, y allí el peronismo se juega su suerte en la elección. Buena parte de la discusión por las listas se centra en lo que serán las candidaturas para estas secciones, donde suenan pesos pesados como Máximo Kirchner o Sergio Massa.
La Tercera es la sección más populosa de la PBA. Cuenta con un total de 4.999.290 electores repartidos en 19 distritos. Allí, tanto el MDF como la alianza cristinismo-FR tienen 8 municipios cada uno. Ambos sectores gobiernan en distritos gigantescos en cantidad de votantes: La Matanza, Almirante Brown, Florencio Varela o Avellaneda son ejemplos del kicillofismo, mientras que Quilmes, Lanús y Lomas de Zamora se alinean con CFK.
En cantidad total de electores, los municipios del kicillofismo suman 2.794.496, mientras que el campamento cristinista/massista congrega entre sus distritos 1.806.133 votantes habilitados. La Tercera elige diputados este año, y allí el peronismo en su conjunto pone en juego 8 bancas de las 18 que se renovarán en total.
La Primera sección es apenas más pequeña en términos de electores que la Tercera. En total 4.988.779 de bonaerenses están habilitados para votar en septiembre en los 24 municipios de la región norte y oeste del conurbano. De ellos, 9 son gobernados por intendentes cristinistas y 2 por massistas, marcando una leve diferencia contra los 7 distritos que gobiernan jefes comunales nucleados en el MDF. José C Paz, San Martín, Pilar o Morón son algunos de los municipios más populosos encuadrados con el gobernador, mientras que el cristinismo se anota en esa lista a distritos como Merlo, Moren y Escobar, junto al San Fernando massista.
En total, los electores sumados en los distritos comandados por el MDF son 1.465.812, contra los 1.963.399 que suman los municipios alineados con el cristinismo y el FR. A la inversa que en la Tercera, en la Primera este año se renovarán las 8 bancas del Senado bonaerense, 4 de las cuales corresponden a UP.
INTERIOR
Entre las secciones electorales del interior de la PBA, la Quinta es la más importante en cuanto a electorado, con 1.310.478 de bonaerenses habilitados a votar en septiembre. Con fuerte presencia del radicalismo y el PRO gobernando el principal distrito de la sección, General Pueyrredón (589.157 electores), la balanza en el peronismo vuelve a estar equilibrada. De los 13 municipios gobernados por UP, 8 tienen intendentes nucleados en el MDF, 2 responden a CFK y 3 al FR. Sin embargo, en términos de electores, los distritos de la alianza cristinismo-massismo suman 208.436, mientras que los kicillofistas llegan a los 185.255. La Quinta renueva 5 senadores, de los cuales 2 son del peronismo.
La Sexta sigue en el ranking de electores habilitados, con un total de 663.636. De los 22 municipios de la sección, el MDF gobierna 7, con un total de 148.977 votantes habilitados. Por su parte, el cristinismo manda en 2 distritos pero gobierna el gigante de la sección: Bahía Blanca, que cuenta con 260.462 electores. El massismo gobierna 4 municipios, y en la suma conjunta con los distritos cristinistas ambos sectores llegan a 398.991. La Sexta renueva 11 bancas en Diputados, de las cuales 4 le pertenecen a UP.
La siguiente sección en cantidad de votantes es la Segunda, que en sus 15 distritos agrupa 649.242. El MDF gobierna 4 de esos municipios, que entre sí suman 151.471 electores. Por su parte, entre los tres distritos cristinistas y el único que gobierna el Frente Renovador, suman 89.207 bonaerenses habilitados para votar. Al igual que en la Sexta, el 7 de septiembre se renovarán 11 diputados de la Segunda, de los cuales 4 son del peronismo.
La Octava, o también conocida como región capital, es la sección electoral compuesta por el municipio de La Plata. La ciudad tiene 624.845 electores habilitados y su intendente, Julio Alak, es uno de los principales referentes entre los intendentes del MDF kicillofista. La Octava renovará 6 bancas en Diputados, 3 de las cuales están hoy en poder de UP.
La Cuarta es la anteúltima sección en cuanto a peso electoral de la PBA. Un total de 541.541 electores están habilitados para votar en los 19 municipios de la sección. De ellos, 6 son gobernados por intendentes del MDF, nucleando un total de 101.608 electores. El massismo gobierna 3 distritos, que sumados al Pehuajó cristinista agrupan un total de 105.660 votantes bonaerenses. En la Cuarta se renovarán 7 bancas para el Senado y UP pondrá en juego las 3 que hoy ostenta.
Finalmente, la Séptima sección cierra la lista con sus 8 municipios y 282.122 electores habilitados. Allí el kicillofismo sólo gobierna Tapalqué, mientras que el cristinismo manda en los dos municipios más grandes de la sección: Olavarría (99.866 electores) y Azul (59.569 electores). El FR, por su parte, gobierna en Bolívar y Roque Pérez. La Séptima renueva 3 senadores, uno perteneciente a UP.
EMPATE DE PERONISMOS BONAERENSES
Los números reflejan una paridad marcada entre los dos grandes bloques que hoy disputan la interna peronista en la PBA. El surgimiento del MDF, bajo la jefatura política de Kicillof, estableció un nuevo mapa en la provincia delimitando, tanto en cantidad de intendentes como en el peso electoral de los distritos que gobiernan, una frontera donde lo propio le alcanza para discutir de igual a igual con cualquier otro sector.
Por su parte, la alianza entre el cristinismo y el massismo se consolida desde los números casi como una cuestión de necesidad. Con CFK proscripta, ambos espacios podrían verse muy desdibujados en la discusión con el sector del gobernador si fueran por separado. Pero juntos representan el principal actor en la Primera sección y juntan los mismos porotos en la general de la provincia que el MDF.
En este escenario es que esta semana comenzarán las negociaciones para intentar llegar a los acuerdo que estructuren una alianza el próximo 9 de julio. Habrá que ver allí cuáles son las condiciones de esa negociación en la cual sobre todo el cristinismo pone muchas bancas en juego que intentará sostener. Por otro lado, la división en sectores será otra de las grandes discusiones: mientras para el MDF la división debería ser 50/50 entre el el armado del gobernador y el cristinismo + aliados, la tropa de CFK pretende una diferenciación entre organizaciones como La Cámpora y los intendentes que le responden.
El establecimiento de esas categorías será determinante para la posibilidad de construir acuerdos, en un tablero en el que aún todas las jugadas son posibles: desde una unidad plena hasta, como ya avisó Sergio Massa, que en lugar de dos listas peronistas haya tres, con el FR jugando por separado. A esa implosión posible del peronismo habría que sumarle también lo que sería una lista de Grabois, que en 2023 cosechó cerca del 9% de los votos bonaerenses. Los acuerdos se vuelven más necesarios que nunca en este difícil contexto para el peronismo provincial, pero el camino a ellos todavía no se pavimenta. El desafío de desempatar una interna muy cerrada, tanto en los números como en lo político, será la gran tarea de las próximas semanas.