Listas separadas, por todos lados. Así se puede resumir un nuevo concepto dentro del mundo del PRO, que hora a tras hora, ve cómo sus principales contendientes en la escena nacional, Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich se dirimen a fondo su suerte en el principal bastión electoral: la provincia de Buenos Aires.

Lejos en el tiempo quedó la insinuación de un tránsito pacifico hacia la conformación de listas y candidaturas distritales, basado en una estrategia en forma de “V” que implicaba que un candidato local podría llevar el nombre de los dos competidores nacionales en cada municipio. Esto podría haber garantizado la victoria de Juntos por el Cambio (JxC) en los partidos donde ya hay gestiones “amarillas”. Fue, de hecho, lo que sí se pudo aplicar en CABA, donde el PRO logró establecer un candidato de consenso al interior de sus dos espacios en pugna para la jefatura de Gobierno: Jorge Macri.

Pero la escalada de Bullrich en los sondeos de las últimas semanas, sus posibilidades de competir mano a mano con el actual jefe de Gobierno porteño, y sus intervenciones públicas grandilocuentes y confrontativas con el ala de centro de su espacio marcan una tendencia en el armado de la exministra de Seguridad de Mauricio Macri: que será ganador cualquier candidato que se presente con su cara y nombre en las boletas.    

“Patricia irá con candidatos en cada una de las distintas categorías: presidente, senadores, diputados, gobernador, legisladores provinciales; y, también intendentes en cada uno de los 135 municipios. No va a haber “V”, no se compartirán las listas. Esto no se cambiará”, afirmaron desde el grupo de trabajo del candidato a gobernador Néstor Grindetti cuando fueron consultadas por Diagonales.

Arde la interna PRO en la Provincia: se cayó la “estrategia V” en los municipios a días del cierre de las candidaturas

Este tono asertivo de declaraciones imposibilita cualquier intento de acuerdo a último momento. Lo que se puede derivar de esta la conflictividad que se desató aun alcanza límites impensables. Y las consecuencias que se pueden producir afectarían incluso aquellos lugares donde, hasta que se exaltaron los abismos de distancia entre los referentes del PRO, todo parecía encaminado hacia el éxito electoral.

La avanzada bullrichista hizo que tanto Larreta como su candidato a gobernador Diego Santilli pagaran los platos rotos de su prédica “moderada” y que hasta hace unas semanas consideraran como positiva la neutralidad de los candidatos distritales. Esto hizo que perdieran aliados que fueron adoptando posturas más o menos explicitas de apoyo a Bullrich e hicieron que la táctica de acumulación larretista cambiara de enfoque.

“Diego sostiene que no debería haber competencia en ninguno de los 22 distritos que gobierna el PRO. Pero que tiene que haber reciprocidad. Hoy estamos lanzando candidatos en muchos distritos que gobierna el PRO producto de que desde el bullrichismo no aceptan la V. Si tenemos que competir en todos lados, lo haremos”, expresaron desde el equipo de campaña de Santilli, sin vueltas.

En el llano del territorio bonaerense desde el espacio Bullrich/Grindetti se abocan a ir por todo, y aplicar la estrategia de “I” que promueva verticalmente una opción única de intendenta, alineado con la presidencia y la gobernación. Bahía Blanca, Pinamar, Azul, Olavarría y 9 de Julio son algunos de los objetivos que este espacio busca alinear. Y si no lo hacen, se busca a quien compita contra los candidatos larretistas/ santillistas. El municipio de 3 de Febrero, con su fuerte intendente Diego Valenzuela a la cabeza del equipo de campaña de Larreta, también tendrá un candidato opositor en la interna.  

Arde la interna PRO en la Provincia: se cayó la “estrategia V” en los municipios a días del cierre de las candidaturas

También hay expectativa por lo que puedan hacer otros dirigentes comunales que hoy son gobierno pero que no muestran sus cartas e impostan un camino de cierta “neutralidad”: es el caso del intendente marplatense Guillermo Montenegro, del platense Julio Garro y Pablo Petrecca, de Junín.

La necesidad de buscar laderos en tiempos de apremiante definición también incluye al principal aliado político en la colación de JxC: el radicalismo. Y una de las cartas fuertes de la UCR que encabeza nacionalmente Facundo Manes es el presidente del bloque de diputados de JxC en Diputados de la provincia de Buenos Aires, Maximiliano Abad.

Si bien desde algunos sectores comenzó a rumorearse su incorporación a la fórmula bullrichista, como precandidato a vicegobernador de Grindetti, desde el entorno del intendente de Lanús en uso de licencia no se adelantan: “Estimo que está cerca, ojalá se termine dando”, afirmaron a Diagonales.

Los “halcones” se garantizarían así la estructura de la UCR, con sus más de 30 intendentes en funciones, la mayoría en la quinta sección electoral donde Abad es una figura de mucho peso. Y estarían con mejores condiciones para imponerse en los distritos donde más apretada esté la elección contra Larreta y Santilli. Más relegados quedaron otros dos radicales mendocinos: el actual gobernador Rodolfo Suárez y Ernesto Sanz.  

Arde la interna PRO en la Provincia: se cayó la “estrategia V” en los municipios a días del cierre de las candidaturas

Sin embargo, desde el bando larretista tampoco lo descartan a Abad como figura aliada e incluso como potencial precandidato a vicegobernador de Santilli: “Se están todavía analizando varios candidatos para que estén en la fórmula”, plantearon a Diagonales.

Otra de las posibilidades que se barajaban en las últimas horas tiene que ver con la propuesta como vicegobernador a otro de los precandidatos para suceder a Axel Kicillof que Bullrich bajó para catapultar el lanzamiento de Grindetti: Joaquín de la Torre. En un gesto hacia su aliada nacional, el exintendente de San Miguel había expresado que Larreta debía “bajarse” de la contienda electoral y desde su equipo le manifestaron a este medio: “todavía estamos en carrera”.

Quedan muchos frentes abiertos de caras al 24 de junio para los dos sectores que buscarán competir por la gobernación a partir de agosto en las PASO, pero en algo sí hay acuerdo: la “V” pasó a la historia y el radicalismo bonaerense está muy bien cotizado.