Tras las críticas (propias y ajenas) por los allanamientos en la casa de los choferes acusados de pegarle a Sergio Berni y sus detenciones, el ministro de Seguridad salió a defender los operativos y se comparó con Fernando Báez Sosa en una frase que generó fuerte polémica. 

Si bien el lunes pasado el propio Berni había asegurado frente a cámaras de televisión que no denunciaría a los choferes de la línea 620 que lo habían agredido y que entendía la bronca de los trabajadores ante el asesinato de un compañero, este lunes el ministro adoptó una postura muy distinta. 

“No es pegarle a un ministro, es pegarle a una persona de manera innecesaria, patotera, que las imágenes me remontan a Fernando Báez Sosa y mire cómo terminó”, lanzó el titular de la cartera de Seguridad bonaerense en una entrevista con Radio Perfil. 

“Si capaz no hubiera tenido la fortaleza propia de mi actividad y de mi historia de vida, era muy probable que hubiera terminado como Báez Sosa", añadió. "Por suerte las cosas no se dieron así, pero tampoco hay que tomar las cosas con tanta liviandad”, advirtió. 

Para Berni, los golpes que recibió fueron parte de “un ataque en patota, certero, cobarde” y sostuvo que “la magnitud de los golpes pudieron terminar de manera trágica”. 

“Y si no fue así, tiene que ver con parte de mi historia de vida, con mi contextura física, con la voluntad de seguir adelante y de seguir trabajando y no irme de ahí hasta no resolver el problema”, remarcó. "Me parece que la agresión fue lo suficientemente fuerte como para andar discutiendo si se merecía o no un allanamiento”, consideró.