La candidata a senadora nacional por la provincia de Buenos Aires por el frente de Unidad Ciudadana, Cristina Fernández de Kirchner, visitó el polideportivo vecinal San Francisco Solano en Quilmes y pidió, en un contexto donde las encuestas le dan resultados desfavorables, la unidad de la oposición a través del partido que lidera porque es "la fuerza con mayor capacidad para ponerle un límite a este Gobierno". Además llamó a la militancia a "fiscalizar muy bien" porque "no hay límites, ni vergüenza".

La ex Presidenta visitó la localidad del partido que conduce Martiniano Molina y luego de conversar con los vecinos y sacarse fotos, habló en un escenario en la calle como viene acostumbrando a la militancia tras las PASO y en ese marcó comenzó: "me contaron que cuando alguno se enteró que veníamos San Francisco Solano de repente aparecieron ofrecimientos de préstamo por 20.000 pesos".

Inmediatamente afirmó que "voy a venir más seguido entonces" y agregó: "parece ser que soy un fuerte estímulo para que se acuerden de la gente".

La candidata de se refirió a los aumentos de las tarifas, consideró que "no hay control" y eso se suma a "la pérdida del trabajo y del poder adquisitivo" e insistió con que "lo que queda es ponerle un límite al Gobierno este 22 de octubre en las próximas elecciones".

CFK intentó una vez más hablarle al resto de las fuerzas de la oposición y le pidió a "esa mayoría que se manifestó el 13 de agosto en contra de las políticas de este ajuste económico, que se exprese a través de Unidad Ciudadana como la fuerza con mayor capacidad para ponerle un límite a este Gobierno".

"No es arrogancia, tampoco soberbia", se atajó y luego aclaró: "es simplemente mirar el resultado electoral".

Además se refirió a las reformas en Salud Pública anunciados por el Gobierno Nacional que conduce Mauricio Macri y consideró que se trata de "una provocación" para "hacernos enojar" pero remarcó la importancia de no caer en esa "trampa".

La ex mandataria señaló que "es hora que el Gobierno deje de perseguir a los que piensan diferente" y dijo que "mujeres y jóvenes siempre son las víctimas preferidas de los violentos" pero les pidió a los dos sectores que "no respondan a las provocaciones" y que se "organicen" porque "organizados, unidos y solidarios les va a costar mucho más hacer lo que ellos quieren hacer".

CFK le preguntó al Gobierno si su intención es generar "esclavos modernos, trabajando todo el día por dos mangos y sin posibilidad de comprarle a los pibes juguetes o llevarlos al cine y comer una pizza" y a continuación les exigió: "restituyan los derechos de una Argentina donde se vivía mejor que ahora". También le aclaró al oficialismo que "si quieren esclavos, les lamento decir que en la Argentina no se va aceptar ser esclavo de nadie".

Para cerrar el discurso, la candidata le dijo a los presentes que tienen que saber que "se está endeudando al país de una manera brutal y peligrosa" y advirtió que la misma "nos va a lleva a una crisis en un futuro no muy lejano".

"Cómo puede ser posible que antes nosotros pagábamos deuda, no nos endeudábamos y ustedes tenían trabajo, remedios, alimentos, computadoras, créditos para la casa, el auto y todo, y ahora, se endeudaron en 100 mil millones de dólares y ustedes se quedan sin nada", aseveró en un tono un poco más alto y le pidió al Gobierno "que lo explique".

Finalmente se refirió al polémico recuento de votos durante las PASO y llamó a la militancia a "fiscalizar muy bien" porque "no hay límites, ni vergüenza".