En el marco de la campaña hacia octubre, la candidata a senadora nacional por el frente de Unidad Ciudadana (UC), Cristina Fernández de Kirchner, visitó merenderos en Moreno. Tras el recorrido, y junto al intendente Walter Festa, y al candidato a legislador bonaerense, Marcos di Palma, habló en un escenario frente a miles de personas y les explicó que "yo sola no puedo, necesito, y necesitamos estar unidos y solidarios para ponerle ese límite, ese freno a un gobierno que ha convertido al Estado casi en su empresa privada".

La ex Presidenta comenzó su discurso criticando que, a pesar de la delicada situación que atraviesa Moreno, "al igual que en otros municipios, no llega ningún tipo de ayuda, ni del Gobierno Nacional ni del Gobierno Provincial, porque parece ser que el Gobierno Nacional o el Gobierno Provincial solo ayuda en los municipios que son de su mismo color político". A la vez que afirmó que el actual, "es un gobierno que sólo se ocupa de su clase social, de los que tienen plata y de favorecer desde el Estado a sus propias empresas".

CFK señaló que "este es el paisaje de la Argentina hoy, gente que se entera que un pariente, un vecino o él mismo ha perdido el trabajo; y ni hablar de las tarifas que siguen aumentando un montón". Sobre el último punto, recalcó que el Estado no controla los incrementos en los servicios y enfatizó: "cómo las van a controlar si son los parientes y los amigos los dueños de las empresas eléctricas".

En esa línea, la ex mandataria señaló que "tenemos un Estado que se ha convertido en propiedad de un grupo de empresarios" y que ellos se ven favorecidos si hay desocupación porque "la gente aguanta cualquier cosa como condición de trabajo".

Criticó fuertemente a los medios masivos de comunicación y remarcó que actualmente "hay una feroz tapadera, un feroz blindaje mediático de lo que está pasando, ya pasa un poco más de blindaje y se convierte en encubrimiento".

Frente a este panorama la líder de UC, le dijo a los presentes que "vine a pedirles media hora, quince minutos, veinte minutos de cada uno de ustedes para convencer, para hablar a todos y cada uno de los vecinos, de los amigos, o de los parientes" porque si bien "sé que ustedes tienen una inmensa confianza en mi, y se los agradezco", se lamentó: "yo sola no puedo, necesito, y necesitamos estar unidos y solidarios para ponerle ese límite, ese freno a un gobierno que ha convertido al Estado casi en su empresa privada".

"Argentina no puede ser la empresa privada de nadie, la Argentina tiene que volver a ser de todos los argentinos, devuélvanle al pueblo la Argentina", le pidió a la gestión del presidente Mauricio Macri y de la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal.

Finalmente, CFK se mostró angustiada al señalar que "me rompí el alma como Presidenta recorriendo el país inaugurando fábricas, inaugurando talleres, inaugurando universidades, inaugurando colegios y me avergüenza, la pucha, tener que venir a ver merenderos".