La semana pasada se supo que la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, a partir de enero aumentó un 56% el impuesto inmobiliario, pero varios vecinos de la Provincia denunciaron incrementos de hasta el 900%.

La Agencia de Recaudación de la provincia de Buenos Aires (ARBA) por orden del Ejecutivo realizó una "actualización" de la escala en el impuesto inmobiliario urbano que en promedio llega al 56%.  A días de finalizar el primer mes del año, comenzaron a llegar las facturas y comenzaron los reclamos.

El caso más emblemático fue una familia de City Bell que su casa pasó de estar valuada en $250 mil a $2.700.000. Del mismo modo, la taza que deberá abonar aumentó considerablemente.

Otro motivo de molestia entre los vecinos bonaerenses fue que el aumento del impuesto genera que propiedades de familias de clase media que hasta diciembre no lo pagaban, desde enero deberán aportar al fisco. Cabe señalar que el mínimo no imponible de este tributo para 2018 es de $1.050.000, un número bastante bajo para una familia que tiene una casa y un automóvil.

El 16 de enero el ministro de Economía bonaerense, Hernán Lacunza, justificó el incremento: "hace 12 años que no se toca este impuesto".

Desde ARBA aclararon que "para que el revalúo no afecte significativamente a los contribuyentes, se establecieron topes que limitan el incremento del impuesto".