Entre medio de rumores y amenazas de quiebre con la alianza Cambiemos, el radicalismo bonaerense se plantó y reafirmó su apoyo al macrismo, encolumnado en la conducción del vicegobernador Daniel Salvador.

Con 370 votos a favor, la decisión fue unánime y ratificó la intención de ubicar a Salvador una vez más como acompañante de fórmula de María Eugenia Vidal para la provincia de Buenos Aires con el sello de Cambiemos. Cabe aclarar que el radicalismo fue el eje de controversias alrededor de las discusiones internas debido a la “falta de protagonismo” brindada por parte del Pro al partido centenario.

No obstante, los boina blanca bonaerenses apostarán una vez más a la sociedad construida en 2015 que, según definió el propio Salvador, “buscará terminar con el populismo” de la mano de Cambiemos. “El triunfo de Cambiemos significó un cambio de época y le permitió al radicalismo recuperar su impronta de partido de gobierno”, expresaron en el documento emitido tras el acto.

Mientras tanto, las miradas están puestas en la Convención Nacional, a una semana de distancia, donde la decisión del encuentro bonaerense hará valer su peso al momento de decidir cuál será el rumbo del radicalismo en todo el país, en especial a la hora de ratificar el nombre de Mauricio Macri como el candidato presidencial.

 Vale recordar que fue el propio presidente partidario a nivel Nación, el gobernador mendocino Alfredo Cornejo, quien advirtió sobre la “posibilidad de que Macri no sea candidato”, declaración que generó un fuerte revuelo, fogoneado por la crisis cordobesa entre Mario Negri y Ramón Mestre, devenida en derrota electoral.  

Al unísono con la UCR provincial, la Coalición Cívica también aprovechó para sellar su lealtad a Cambiemos.