Este miércoles se conoció la noticia de que Federico Rey, un joven de 30 años detenido en Florencia Varela, falleció en el medio de las protestas en las cárceles bonaerenses. Si bien el Servicio Penitenciario Bonaerense aseguró que su muerte había sido producto de una pelea entre internos, la autopsia hoy develó que el joven falleció producto de los impactos de al menos una bala de plomo.

Vale recordar que tras que se confirmara el primer caso de coronavirus de una persona detenida en la Unidad 42 de Florencio Varela, comenzaron una serie de protestas en las cárceles bonaerenses, donde los presos reclamaron que se cumpla el fallo de Casación al tiempo que se les garanticen insumos sanitarios. En este penal, el SPB intervino de manera violenta  y "en el marco de esta represión Federico Rey fue asesinado producto de al menos una bala de plomo. Además sufrió varias heridas de postas de goma disparadas a corta distancia", denunció la Comisión Provincial de la Memoria (CPM).

"Los agentes no sólo no intentaron resolver el conflicto de manera pacífica y dialogar con quienes se subieron al techo, sino que además dispararon con balas de plomo, práctica que está prohibida por los protocolos de uso de la fuerza", detallaron desde el organismo de derechos humanos.

Tras la muerte de Federico, se armó otra protesta en el penal, que pudo ser calmada luego de la intervención de este organismo y la apertura de una mesa diálogo. "La protesta posterior -más grande aún- se resolvió de manera pacífica y preservando la vida de las personas detenidas, lo cual demuestra que es posible gestionar los conflictos desde el diálogo y el respeto de los derechos y garantías constitucionales", sostuvieron desde la CPM.

Desde la CPM, destacaron que "la falta de elementos de prevención para evitar el contagio, la situación de hacinamiento extremo que en el complejo de Florencio Varela llega al 200 % y la desastrosa atención de la salud penitenciaria muestran un contexto gravísimo que hace peligrar la vida de las personas allí alojadas y provoca ansiedad, temor y desesperación".

Este escenario se repite en todas las cárceles bonaerenses, por lo que esta semana más de 1200 detenidos se encuentran realizando huelgas de hambre, mientras que hoy se desató otra protesta en Devoto, donde un agente penitenciario dio positivo y otros seis fueron apartados y están siendo evaluados. Allí, los internos prendieron tomaron pabellones y se subieron al techo. "Nos negamos a morir en la cárcel", era el mensaje en sus banderas.

Vale recordar que esta semana, Casación exigió que se cumple de manera "inmediata" el fallo que había dictado esta Cámara para otorgarle la prisión domiciliaria a aquellas personas que pertenezcan a grupos de riesgo y estén detenidas por delitos menores y dispuso que los jueces que evalúen la situación de aquellos detenidos por delitos de gravedad, al igual que los de aquellas personas con prisión preventiva sin condena. Sin embargo, el lento accionar judicial desató esta serie de protestas.