Ayer por la noche, Cristina Castro informó a través de sus redes sociales que un testigo de identidad reservada en la causa que investiga la desaparición y muerte de su hijo, Facundo Astudillo Castro, también había desaparecido tras reiteradas amenazas. Sin embargo, poco tiempo después organismos de derechos humanos aseguraron que el joven había aparecido, pero que se había escondido justamente por las amenazas sufridas. 

Cristina Castro había difundido un audio ayer por la noche donde afirmaba que había desaparecido "uno de los testigos protegidos de la causa de Facu que venía siendo hostigado, amenazado desde el día viernes". Efectivamente se refería a un joven de la zona de Pedro Luro que se había convertido en un testigo de identidad reservada tras ser propuesto por la querella del caso.

El joven había desaparecido de su domicilio tras declarar en la causa  y enviarle un mensaje a su pareja asegurando que había recibido amenazas. El hombre dejó dinero a su esposa y se fue para proteger a su familia, dado que las amenazas también habían sido dirigidas hacia su hijo. 

Tras varias horas de incertidumbre, el joven regresó a su domicilio cerca de la madrugada tras contactarse con organismos de Derechos Humanos. Ahora se encuentra con custodia por parte de un equipo de Gendarmería Nacional. 

Fuentes del caso informaron que el testigo de identidad reservada "está recibiendo amenazas cada vez más pesadas, las últimas amenazando de muerte a su hijo adolescente". Mientras tanto, desde la querella destacaron que "su testimonio es clave en la causa". Incluso se esperaba que realizara que acompañara a los fiscales  Andrés Heim y Horacio Azzolín en una nueva recorrida. 

Según el testigo, las amenazas habían comenzado el día viernes y, día a día, fueron escalando hasta que ayer amenazaron a su hijo. Esto fue lo que llevó al hombre a esconderse con el fin de evitar poner en peligro a su familia, que ahora también cuenta con custodia. 

Este hecho pone la lupa nuevamente sobre el caso de Facundo Castro, cuya desaparición seguida de muerte aún no tiene respuesta. La autopsia llevada a cabo en octubre de 2020 por el Equipo de Antropología Forense diagnosticó una asfixia por sumersión pero no pudo determinar si Facundo había sido asesinado, si había muerto por accidente o si se había quitado la vida. Por su parte, los fiscales tienen sus sospechas y siguen investigando a la Policía Bonaerense.