Tras la decisión de la Corte Suprema de Justicia de la Nación de declarar admisible el pedido de “per saltum” (salto de instancia) por parte de los jueces Leopoldo Bruglia, Pablo Bertuzzi y Germán Castelli, el gobierno de la Provincia salió al cruce de la medida y arremetió contra el aparato judicial. La ministra de Gobierno bonaerense, Teresa García, definió esta maniobra como “una provocación más” por parte de un sector de la Justicia.

No me llama la atención. Es una provocación más de este sector de la Justicia que en combinación con el macrismo y algunos medios buscan desestabilizar permanentemente”, definió García sobre la actuación del máximo tribunal.

La resolución llevó la firma de los ministros del máximo tribunal Juan Maqueda, Elena Highton, Ricardo Lorenzetti, Horacio Rosatti y el presidente del máximo tribunal, Carlos Rosenkrantz, quien lo hizo con fundamentos propios.

“Negar la participación y la decisión del Senado en la determinación sobre los jueces es negar la Constitución misma”, analizó García y agregó: “Eso intenta destruir el sistema político, por eso hay que estar muy atentos”.

 A partir de la resolución de la Corte Suprema de dar lugar al pedido de los jueces para no ser removidos, quedó en suspenso el trámite y también se informó al Consejo de la Magistratura que debe abstenerse de llevar adelante cambios y designaciones de magistrados, hasta tanto no se pronuncie el máximo tribunal sobre el fondo de la cuestión y brinde su sentencia definitiva sobre el traslado de los jueces.

Tras conocerse la decisión de los jueces supremos, miembros de Juntos por el Cambio festejaron en sus redes sociales. “La República está muy, muy feliz”, escribió Elisa Carrió en su cuenta de Twitter.