La incertidumbre en el universo frentetodista comenzó a despejarse con el fin de la gran incógnita que condicionaba todo el funcionamiento y las posibles decisiones del frente. La re re confirmación de la decisión de CFK de no ser candidata en las próximas elecciones, si bien era el escenario más esperable pensando en la firmeza de la Vicepresidenta en sus conceptos, tomó a contramano a grandes sectores de la coalición gobernante que seguían especulando y empujando su candidatura. La decisión de anunciarlo con una carta a minutos de la finalización del Congreso Nacional PJ, que terminó con el hit “Cristina presidenta”, pareció incluso un mensaje en la sintonía que la líder del kirchnerismo viene expresando desde antes de recibir la condena en primera instancia el 6 de diciembre pasado. El FdT tendrá que tomar el bastón de mariscal y comenzar a definir la estrategia electoral, ya sin la salvación posible de una jugada maestra de su creadora.

Sin embargo, CFK sigue teniendo en su baraja la carta principal que queda en juego tras su nuevo renunciamiento. La definición central que debe encarar la líder del espacio que marcó el pulso de la política argentina durante las últimas dos décadas es si buscará replicar la estrategia de ampliación de 2019, o si, por el contrario, la decisión será fortalecer la identidad propia pensando en un escenario de resistencia a partir del 10 de diciembre. Y, en términos concretos, esto tiene una materialización en la definición de sostener las elecciones de la provincia de Buenos Aires en paralelo a las nacionales o desdoblarlas. 

Desdoblamiento en Provincia, la carta por jugar de CFK

Una de las especulaciones que ya giraba con fuerza en el cristinismo y que con la ausencia de CFK en las boletas cobra otro color es la posibilidad de que Axel Kicillof sea el candidato a presidente de ese sector del FdT. El Gobernador es quien más votos de la Vicepresidenta retiene y, además, su reelección en la provincia puede verse dificultada por la falta de un candidato fuerte en la nación. Eso, más el impulso de sectores bonaerense ligados a algunos intendentes en articulación con Máximo Kirchner que empujaron para “sacar por arriba” a Kicillof y despejar así la candidatura a la gobernación, fueron los principales factores de presión para una jugada siempre pareció resistida por la propia CFK.

La Vicepresidenta nunca dio pistas que permitieran interpretar que estaba de acuerdo con que Kicillof no fuera por un nuevo mandato bonaerense. En el entorno del Gobernado, por su parte, siempre resistieron esa presión por “subirlo” a las nacionales y hoy sostienen “Axel 2023 Gobernador como respuesta a todo”. En ese contexto, la principal duda pasa por la conveniencia o no del desdoblamiento y su relación con los distintos escenarios posibles.

Desdoblamiento en Provincia, la carta por jugar de CFK

“Nosotros seguimos trabajando para ganar la Provincia” responden a Diagonales desde el círculo del Gobernador. Lo que ya no se pone en duda es que la posibilidad del desdoblamiento es una variable que se hoy por  hoy analiza. “Si lo que más le sirve al espacio es desdoblar, lo haremos” afirman en la mesa chica del Gobierno bonaerense. 

Frente a eso, la pregunta lógica que surge es si el kirchnerismo y el FdT pueden tomarse como el mismo espacio, partiendo de la posibilidad de que sus intereses puedan no ser necesariamente concurrentes. Por ejemplo, si bien no hay dudas que al FdT le conviene como frente mantener las dos elecciones unidas para que los votos de Kicillof en la provincia puedan pesar en las nacionales, el Gobernador y el kirchnerismo quizás se arriesgarían innecesariamente a perder la provincia yendo con un candidato sin muchas aspiraciones en la nación, por caso un Massa golpeado por la inflación o un Wado de Pedro con poco nivel de conocimiento. Eso llevaría a la disyuntiva de tener que optar por el desdoblamiento como reaseguro provincial, a sabiendas que la elección en Buenos Aires se define por un voto y que hoy Kicillof es quien mejor se posiciona en todas las mediciones, o sostener las elecciones en paralelo apostando a dar la pelea en la nación pero a riesgo de perder todo.

Cerca de Kicillof son tajantes en relación a esa encrucijada, “se analizará qué es lo más conveniente, somos un mismo espacio (kirchnerismo y FdT) y queremos ganar las dos elecciones”. Lo concreto es que ese análisis llevará su tiempo y el Gobernador tiene tiempo por ley hasta 90 días antes de las elecciones generales del 22 de octubre para convocar a una elección desdoblada. Eso permite al núcleo bonaerense esperar hasta después del cierre de listas del 24 de junio para tomar una decisión. “Cuando se defina la instancia nacional, se definirá el instrumento electoral” sostienen en La Plata.

Desdoblamiento en Provincia, la carta por jugar de CFK

En parte, esa espera permitirá dilucidar la evolución de la economía y el espesor o el ancla que le pueda dar ello a una eventual candidatura de Sergio Massa, hoy por hoy el candidato más potente que parecería poder presentar el FdT a nivel nacional, pero que mes a mes se ve más golpeado por el avance de la inflación. Un Massa consolidado puede ser un buen complemento a la candidatura provincial de Kicillof, mientras que un Massa perdedor puede arrastrar hacia abajo la boleta del Gobernador. 

Otro factor que incide en las proyecciones que se hacen en La Plata es el rol de Milei. En un escenario de desdoblamiento, mucho del voto que en lo nacional se incline por el libertario podría migrar hacia Juntos en la provincia, sobre todo observando la mala performance de los candidatos apoyados por Milei en las provincias que ya fueron a las urnas. A la inversa, con las elecciones nacionales y provinciales pegadas, el arrastre del candidato libertario podría significar un activo muy importante para que Kicillof saque una diferencia ante los candidatos de Juntos.

Los intendentes son otro de los actores que, si bien no tienen en sus manos la decisión sobre el desdoblamiento, inciden con sus posiciones en el debate en curso. “No suma nada y te ponés a la oposición y al electorado en contra por un tema innecesario, te van a correr con los costos, la operatoria, etc.” responden ante la consulta de Diagonales en un municipio peronista de importante caudal de votos para el FdT en las últimas elecciones. En la vereda de enfrente, en un municipio gobernado por Juntos confirman esos dichos: “desdoblar sería una jugada de oportunismo político”. Incluso ante la repregunta sobre si no los beneficiaría no tener a Milei en la boleta libertaria si se desdoblara, en el entorno del intendente en cuestión sostienen “no lo sabemos, lo que sí sabemos es que cambia las reglas a pocos meses del escenario electoral”

Desdoblamiento en Provincia, la carta por jugar de CFK

Más allá de todas estas especulaciones, está claro que la decisión de desdoblar o no, además de una jugada táctica tendrá que ver con una definición estratégica sobre cómo se buscará posicionar el kirchnerismo en la etapa que viene, que seguramente traerá un reordenamiento del peronismo. Y allí, la llave la sigue teniendo CFK. “Siempre, ella es nuestra conducción” responden en el entorno de Kicillof ante la consulta sobre si será la Vicepresidenta quien defina en última instancia.

¿Qué hará la principal líder popular de la Argentina de las últimas décadas? ¿Apostará, como 2019, por una candidatura nacional compuesta por alguien de su espacio y un “moderado” que amplíe su núcleo duro, sabiendo que eso esta vez no garantiza la victoria? ¿Elegirá ir a por todo con los propio, a sabiendas que no cuenta en lo nacional con un candidato muy competitivo pero que el saldo puede ser despejar toda duda de la centralidad del kirchnerismo en el peronismo que se viene? ¿Qué rol asignará a Kicillof y a la elección bonaerense en ese ajedrez político? Ya fuera de las boletas, CFK aún sigue haciendo orbitar todo el sistema político alrededor suyo y todavía le queda jugar una carta fundamental. Kicillof, como su lugarteniente principal, se apresta para librar la madre de todas las batallas electorales en las condiciones que la Vicepresidenta defina.