Si el macrismo jugó su carta fuerte en la prolijidad y el “trabajo en equipo” en los últimos años, el actual escenario parece poner en jaque esa maniobra. Es que la discusión -y luego fracaso- del desdoblamiento electoral tocó nervios sensibles en Cambiemos, que ahora debe solucionar las discrepancias generadas en los intendentes de la Provincia hacia adentro del partido, mientras las elecciones se acercan cada vez más. 

Es que la reanudación de la dupla Vidal-Macri en una misma boleta exige unificar objetivos lo antes posible, pero la desprolijidad del proyecto de desdoblamiento generó sus propias grietas entre intendentes del macrismo duro y radicales bonaerenses.  

La disputa por protagonismo en la próxima contienda electoral disgregó la relación directa entre Nación-Provincia-Municipios, que ahora comienza a hacer agua desde los intendentes, primer eslabón en la batalla por los votos.  

En ese sentido, la discusión alrededor de las PASO fue uno de los principales detonantes. La reciente reunión de un Foro de intendentes del Pro realizada en Vicente López, liderados por el jefe comunal Jorge Macri, plantaron la necesidad de eliminar las Primarias y allanar el rumbo electoral para Vidal. 

Allí estuvieron presentes Julio Garro (La Plata), Néstor Grindetti (Lanús), Héctor Gay (Bahía Blanca), Pablo Petrecca (Junín), Ezequiel Galli (Olavarría), Nicolás Ducoté (Pilar), Martiniano Molina (Quilmes) y Martín Yeza (Pinamar), entre otros alcaldes cuyas gestiones gozan de una aprobación suficiente para plegar votos a Provincia y Nación.  

En ese mismo marco, el pedido de alivianar el peso de María Eugenia Vidal derivó también en la “pretensión” del sector del radicalismo que exige tener lugar en la VicegobernaciónAllí, Daniel Salvador es la pieza del tablero que todos buscan proteger.  En tanto, desde el sector Pro impulsan al propio Jorge Macri para acompañar a la Gobernadora en la fórmula. 

Cabe recordar que un nutrido grupo de alcaldes de la UCR provincial pusieron el grito en el cielo cuando Vidal relativizó el protagonismo de Salvador en su gestión y lo definió como “reemplazable”. 

En tanto, mientras el ala fiel a Mauricio Macri tiene la mirada puesta en las directivas de la Casa Rosada y el éxito de la cúpula cambiemita, el radicalismo bonaerense quiere cuidar el “pago chico” y garantizarse la permanencia de un boina blanca en la fórmula de Provincia. La nueva disputa en entre Jorge Macri y Daniel Salvador, en tanto, pone en riesgo el matrimonio UCR-Pro en la previa electoral. 

La discusión por el rol de los municipios se vio recalentada por declaraciones a Clarín, atribuidas al ministro de Asuntos Públicos de Provincia, Federico Suárez, quien habría afirmado que “no importa perder municipios, en tanto gane Vidal”. La frase no podía caer peor, en un escenario de pleno desafío entre conservar el terreno bonaerense gobernado por Cambiemos, junto a la necesidad de sumar nuevos distritos, en especial en bastiones históricamente peronistas.  

La discusión cada vez más ruidosa en la Provincia ya genera preocupación en Cambiemos, que ve peligrar la organización y fluidez para el “trabajo en equipo” a nivel partidario que, hasta ahora, le garantizó armados electorales sólidos. Al parecer, la mentada “unidad” será un dolor de cabeza no solo para la oposición sino también para el oficialismo.