El INDEC volvió a arrojar las cifras de desempleo durante la tarde de ayer y no mostraron señales positivas. Es que a nivel nacional, la desocupación se ubicó en el 9,1%, con un crecimiento interanual de dos puntos durante el último trimestre del 2018. La tasa presentada es la peor para un cuarto cuatrimestre desde 2005.

Mientras que a nivel nacional, la cifra llegó a los 9 puntos, en territorio bonaerense la situación se agrava en distritos donde ya superó los dos dígitos y continúa en avance. Tal es el caso del Conurbano, el aglomerado urbano más importante del país, donde la desocupación se ubicó en 11,4%, cifra equivalente a unas 644.000 personas sin trabajo.

En el mismo nivel se ubica Mar del Plata, donde la tendencia es incluso más preocupante. En “La Feliz”, el 12,8% de la población está desempleada, cifra que comparte a nivel nacional con Rosario, otro de los lugares más afectados. En territorio bonaerense, detrás de la ciudad balnearia se ubican regiones como Bahía Blanca y La Plata.

En informalidad laboral (“asalariados sin descuento jubilatorio”) subió del 34,2% al 35,3% en un año. Y sobresalen Salta con el 46,5%, Tucumán con el 45,9%, Santiago del Estero con el 45,5%, San Luis con el 43,7% y San Juan con el 43,2%.

En tanto, en un escenario de retroceso del 2,5% del Producto Bruto Interno durante el año pasado y con una fuerte devaluación del peso, desde el Gobierno redoblan la apuesta con las “máximas” que Dante Sica lanzó durante una conferencia de ayer para el Rotary Club. Allí, el ministro de Producción y Trabajo sostuvo que aun “hay mucha grasa para cortar en los marcos laborales”.

En clara alusión a reducir los convenios laborales y ajustar, Sica responsabilizó por la crisis laboral a los “empresarios que son socios de los sindicatos” y los exhortó a poner el “empeño suficiente” para salir adelante.

Las declaraciones generaron indignación y repudio en el sector PYME, hoy en pie de guerra contra las políticas económicas del macrismo.