El cristinismo pone primera de cara a las urnas. Superada la instancia de la concreción de la condena a CFK, con importantes respuestas políticas como la inmensa manifestación a Plaza de Mayo del miércoles 18, o el banderazo en Parque Lezama de este viernes, la tropa de la ex presidenta comenzará esta semana a poner el foco en lo electoral como una instancia determinante de la disputa con Milei y por la liberación de la líder del kirchnerismo.

El propio Máximo Kirchner dejó en claro el objetivo en su breve discurso ante las miles de personas que se congregaron en el Parque Lezama este viernes. “Organizarnos y juntar una mayoría política para que en el 2027 la Argentina vuelva a recuperar la senda que nunca debió abandonar aquel 10 de diciembre del 2015”, lanzó el líder de La Cámpora en el cierre encendido de su discurso. Ese objetivo, claro está, tiene la importante parada intermedia de la conformación de una alternativa para este 2025, y el tiempo apremia. En tan sólo 18 días deberán presentarse las alianzas electorales y para ese momento el peronismo deberá haber alcanzado los acuerdos necesarios para ir unificado a las urnas.

Es por esto que, sin dejar de sostener su agenda anti proscripción y condena de CFK, desde el cristinismo acelerarán a fondo en los próximos días para avanzar en el armado bonaerense. Fuentes de La Cámpora dejaron trascender que los apoderados del PJ, junto a los del Frente Renovador de Sergio Massa, ya están trabajando en la que serán las convocatorias a distintos sectores del peronismo y su periferia con el objetivo de establecer los mecanismos de conformación de una alianza lo más amplia posible.

El PJ de CFK y Máximo pone primera en el armado electoral y convoca a todos los sectores

El diputado massista, Rubén Eslaiman, y su par camporista, Facundo Tignanelli, son los encargados de supervisar el proceso de los próximos días. Junto a ellos trabajarán los apoderados del PJ, Gerónimo Ustarroz y Patricia García Blanco, y los del Frente Renovador, Eduardo Cernul y Sofía Vanelli. La alianza entre el cristinismo y el massismo se consolida y será determinante en el diseño de la alianza electoral que se presentaría bajo el nombre del Peronismo.

La tercera pata de la construcción de ese frente del peronismo bonaerense es el Movimiento Derecho al Futuro del gobernador Axel Kicillof. Hoy excluido de la mayoría de las instancias partidarias del PJ, a partir de las fuertes diferencias con el sector de Máximo Kirchner y luego de no apoyar abiertamente a CFK para la presidencia del partido, el gobernador entra a esta alianza con una importante representación en términos territoriales y políticos en la provincia.

Kicillof será convocado por el equipo del cristinismo y el massismo que diseña el armado del frente. Desde La Cámpora confirmaron que se le planteará al gobernador la apertura para que designe a representantes de su espacio para participar en la discusión de la estrategia y el método de conformación y organización del frente bonaerense, tanto para las elecciones provinciales de septiembre como para las nacionales de octubre.

El PJ de CFK y Máximo pone primera en el armado electoral y convoca a todos los sectores

El proceso ya está en marcha pero los próximos días serán cruciales. Posiblemente este martes surja una convocatoria desde esta nueva mesa de organización para sumar a la discusión a otras fuerzas como el Frente Patria Grande, de Juan Grabois, Nuevo Encuentro, el PSOL y distintas uniones vecinales. Desde el cristinismo explicaron a Diagonales que se trata de comenzar a desplegar una “ingeniería electoral de un frente del peronismo que incluya a todos, en línea con lo que viene sosteniendo Máximo”. Vale recordar en este punto que el líder de La Cámpora viene haciendo un especial énfasis en su últimas intervenciones públicas en la necesidad de que el peronismo “sea solidario” con otros espacios, a fin de conformar una alianza amplia y con mayor capacidad de representación política.

En concreto, el objetivo de estas reuniones será constituir un sistema de elección de candidatos, acuerdos y metodología para la incorporación de nuevos espacios y el sistema de alianzas. Con ello el peronismo busca garantizarse una estructura jurídica para las dos elecciones que se desarrollarán en suelo bonaerense el 7 de septiembre y el 26 de octubre.

A su vez, el peronismo tiene que definir una junta electoral partidaria que valide las candidaturas que presente cada espacio. En ese sentido, la idea es que la junta que se conforme sea la misma tanto para las elecciones provinciales como para las nacionales.

Con este panorama, la que comenzará este lunes será una semana movida en Matheu al 130 en la CABA. La sede central del PJ nacional viene siendo un gran epicentro de la política nacional desde  la ratificación de la condena de CFK por parte de la Corte Suprema. En los días que vienen, sus salas presenciarán un cambio en los ejes de discusión: desde el nombre de la nueva alianza hasta las características de la línea política y el mensaje de campaña deberán definirse en poco más de dos semanas en la histórica sede del justicialismo.

El PJ de CFK y Máximo pone primera en el armado electoral y convoca a todos los sectores

Pasado el terremoto político de las últimas semanas, absolutamente copadas por la condena a CFK y las respuestas políticas y en la calle del peronismo, ahora comienza el desafío de la traducción de este nuevo escenario en un armado político electoral que resulte convocante para la ciudadanía y deje parado al peronismo de cara a las disputa por el gobierno hacia el 2027. En ese desafío, tanto el cristinismo como el MDF deberán reconocer las nuevas condiciones en el tránsito hacia un acuerdo.

Axel Kicillof quedó en una posición incómoda. Si hasta hace dos semanas una ruptura y el inicio de un camino totalmente propio era una carta en su baraja frente a posibles imposiciones inaceptables por parte de la tropa de CFK, en el nuevo escenario esa jugada parece casi un imposible. A la vez, si el cristinismo contaba hasta hace poco con los votos de CFK como condicionante principal para el armado de la alianza y las listas, hoy esos votos están proscriptos junto a la ex presidenta y el reseteo de la discusión es tan necesario como inevitable.

Ambos sectores se necesitan y quedarían extremadamente debilitados en un escenario de ruptura. Kicillof no puede permitirse quedar señalado como el responsable de abandonar a una CFK condenada y presa. El cristinismo tampoco puede permitirse seguir achicándose en su capacidad de interpelar a sectores del peronismo que se salgan de las fronteras de su núcleo duro. Aún pesa sobre la ex presidenta otras causas que la justicia puede activar en cualquier momento, y el respaldo unificado de todo el peronismo resultará imprescindible en ese contexto.

En el fondo de la discusión, la salida a la encerrona del peronismo es política y electoral. Si las distintas tribus logran constituir una alternativa que genere identificación en la sociedad y sea acompañada en las urnas, todos los escenarios desfavorables de la actualidad quedarán en suspenso. Desde la posibilidad de plantarle límites más efectivos a Milei hasta la posibilidad de discutir la situación judicial de CFK. Si, por el contrario, las diferencias internas prevalecen y el peronismo queda preso de ellas sin lograr reconectar con la sociedad que busca representar, el futuro será más complejo para todos los sectores.

El tiempo de descuento comenzó a correr y los acuerdos deberán construirse a contrarreloj. Termina una semana histórica para el peronismo, arrojado una vez más en su historia a un escenario de proscripción de su principal líder, y empieza otra igual de determinante, con el desafío de construir una renovación que lo mantenga competitivo en el ring electoral. Cada sector deberá jugar su parte en ese difícil y necesario proceso.