El resultado que necesitan Kicillof y el peronismo en septiembre
El gobernador y Fuerza Patria se juegan mucho más que la conformación de una nueva Legislatura. El impulso hacia octubre y la consolidación de una alternativa vs. un peligroso fortalecimiento de Milei. Cómo quedaría el reparto con los números de la elección del 2023.
En poco más de un mes Fuerza Patria, el nuevo nombre del peronismo, tendrá su primer gran test electoral en la provincia de Buenos Aires. Allí, Kicillof y el peronismo se juegan mucho más que la conformación de una nueva Legislatura. Para el gobernador, el éxito de la estrategia del desdoblamiento y de haber plantado un nuevo espacio dentro del peronismo pensando en el camino hacia 2027 serán leídos con los números de las urnas.
A su vez, como principal espacio opositor al Gobierno nacional, el peronismo arriesga su camino hacia las elecciones nacionales de octubre: un buen resultado en las provinciales pondrá en jaque la victoria que Milei necesita en las nacionales, y viceversa, una mala performance en septiembre significaría casi una sentencia hacia octubre.
Con ese escenario planteado, la cuestión pasa por bajar a números y datos concretos la respuesta a una pregunta: ¿Qué sería una buena elección para Kicillof y el peronismo en septiembre? Descontando la posibilidad de un triunfo contundente, que hoy por hoy no aparece en ninguna proyección, el peronismo se juega su suerte en algunos puntos clave de la elección, y la lectura de los resultados puede ofrecer incluso saldos victoriosos para todas las fuerzas en los primeros comicios bonaerenses desdoblados en décadas.
OCHO ELECCIONES EN UNA
El primer dato distintivo de los comicios bonaerenses que se vienen pasa por el impacto del desdoblamiento y la división política de la provincia. Al no estar enganchadas a una candidatura nacional, las listas de cada sección electoral serán la punta de la boleta en cada región, seguidas a su vez por las candidaturas locales a concejales y consejeros escolares. Esto hará que cada sección tenga una elección propia, con candidatos que no se replicarán en el resto del territorio provincial. Serán ocho elecciones en una, y una forma de leer los resultados será la cantidad que logre ganar cada fuerza.
Allí la gran apuesta del peronismo es la Tercera Sección electoral. Territorio núcleo del peronismo y el kirchnerismo, es apenas menos cuantiosa que la Primera en cantidad de votantes pero con una tradición victoriosa para los armados peronistas que no se vio interrumpida ni en las peores elecciones. En la diferencia que pueda obtener Fuerza Patria en la Tercera se jugará buena parte del resultado general, y por eso el peronismo va con todo: Verónica Magario como cabeza de lista, seguida de dos jugadores de la primera línea de La Cámpora como Facundo Tignanelli y Mayra Mendoza, y prácticamente todos los intendentes del MDF encabezando las listas locales en sus distritos con la idea de traccionar votos “de abajo hacia arriba”.
Descontado el triunfo en la Tercera, el otro gran dato del 7 de septiembre será el resultado en la Primera. Si bien el componente de voto y gobiernos locales peronistas también es muy alto, la sección más poblada de la PBA tiene también un alto componente de anti peronismo. La zona norte y oeste del conurbano agrupa municipios históricamente opositores al peronismo, y el armado de LLA lleva a un intendente con buena imagen (Diego Valenzuela) como cabeza de lista. Fuerza Patria va con el tándem Katopodis (MDF) - Malena Galmarini (FR), buscando darle potencia a la lista con los espacios tradicionalmente más fuertes de esa región. Si el peronismo gana, empata, o pierde por poco la Primera, tiene grandes chances en el número general de la PBA.
La Octava, o región capital, comprende al municipio de La Plata y es otra de las grandes apuestas. Allí el peronismo recuperó el gobierno en 2023 con Julio Alak, y conformó una lista plural encabezada por La Cámpora para estos comicios. Con más de 620.000 electores habilitados, en esta sección se jugará buena parte del destino total de la elección. Junto con la primera, las proyecciones son aún inciertas, y en el peronismo saben que no ganarán por mucho pero tampoco están entregados a una derrota. Sección en disputa y clave para Fuerza Patria.
Por fuera del conurbano y La Plata el peronismo sabe que no ganará ninguna sección electoral. Pero allí también jugará fuerte el factor de las terceras fuerzas. Somos Buenos Aires logró un armado potente en la Cuarta, con muchos jefes comunales del radicalismo y sumando a intendentes del PRO como Pablo Petrecca, que le restan mayoritariamente votos a LLA. En la Segunda hay un escenario similar con Hechos, de los hermanos Passaglia.
El armado de Milei y el PRO se impondrá con seguridad en la poderosa Quinta Sección, en la Sexta y en la Séptima. El peronismo, con seguridad en la Tercera, mientras que la Primera y la Octava están en disputa entre ambos. Esto puede configurar un escenario de 3 - 3, o de 5 - 1, como mejor y peor proyección para Fuerza Patria. Y eso habrá que sumarle si LLA logra imponerse además en la Segunda y/o la Cuarta.
NÚMERO TOTAL DE VOTOS
Otra forma de mirar los resultados del 7 de septiembre será el total de votos que coseche cada espacio. Y es que, incluso ganando sólo la Tercera Sección electoral, el peronismo podría sacar más votos que LLA si se dan ciertos resultados. La diferencia que saque en la zona sur del conurbano y lo que acorte la distancia en la zona norte-oeste y en La Plata determinarán si el peronismo termina con un título que resultaría decisivo de cara a octubre: sacar más votos en la sumatoria de toda la PBA que la alianza entre LLA y el PRO.
Entre la Primera y la Tercera suman más de 10 millones de votos y el 70% del padrón provincial. En la zona sur del conurbano, el peronismo obtuvo el 46% de los votos en la última elección equiparable, la legislativa del 2021, y el 51,5% en el 2023. Hace cuatro años le sacó 438.000 votos y 13 puntos de ventaja a Juntos, y en 2023 unos 270.000 votos y 8 puntos a la sumatoria de Juntos y LLA. Si el peronismo repite una elección de un millón y medio de votos para arriba, como las que tuvo en los últimos dos comicios, tiene buenas chances de lograr una diferencia que equipare resultados adversos en el resto de las secciones.
Para esto, claro está, deberá empatar o no perder por mucho en la Primera y en la Octava. En la zona norte- oeste del conurbano, como se dijo, Fuerza Patria se juega una parada decisiva. En 2021 perdió por apenas 6.000 votos contra Juntos, un resultado que hoy firmaría cualquier dirigente del peronismo. En 2023, la sumatoria de LLA y Juntos rondó los 1.730.000 votos, contra los 1.504.000 de Unión por la Patria. En porcentajes, UP ganó con el 44,36%, pero la sumatoria de Juntos (26,46%) y LLA (24,78%) superó el 51%.
Un dato clave será cuántos votos saque en la Primera el intendente de Tigre, Julio Zamora, que encabeza la boleta de Somos Buenos Aires. Con cerca de 300.000 electores habilitados, el municipio cuna del massismo puede ser determinante para restarle votos al armado libertario y del PRO, dejando una mejor balanza para Fuerza Patria.
En la Octava el peronismo también deberá hacer fuerza. En 2023 recuperó el distrito por menos de 1000 votos de diferencia, pero la tendencia para los cargos legislativos fue negativa, tanto en 2021 como en 2023. Hace cuatro años el Frente de Todos perdió por unos 47.000 votos y 12 puntos contra Juntos. En 2023 UP quedó primero con el 40%, pero la sumatoria de LLA (21%) y el PRO (33,5%) trepó al 54,5%. En votos, la diferencia fue de 230.000 sufragios para la suma de los espacios antiperonistas contra 175.000 del peronismo.
PROYECCIÓN CON RESULTADOS ANTERIORES
Como resulta evidente de estos últimos datos, un elemento decisivo será cuánto absorberá la nueva alianza entre LLA y el PRO de los votos que obtuvieron por separado en 2023, y cuánto de eso se fuga hacia una tercera fuerza. Se mencionó el caso de Somos, con Zamora encabezando la Primera, la fortaleza de los intendentes radicales y los díscolos del PRO en la Cuarta, y del armado de los Passaglia en la Segunda. El politólogo Pablo Salinas realizó recientemente una proyección a partir de los resultados del 2023, considerando los votos blancos y nulos del 2021 (elección equiparable por ser legislativa), y repartiendo en mitades iguales los votos del entonces Juntos entre LLA y Somos Buenos Aires.
Salinas estimó tres escenarios posibles de participación electoral, con un ausentismo del 30%, el 40% y el 50%. “A medida que cae la participación electoral, disminuye el umbral para acceder a bancas. Para fuerzas chicas esto puede ser clave, dado que, en un contexto de polarización, quedan fuera del reparto”, explicó el politólogo. Efectivamente, Fuerza Patria y LLA ponen en juego el 50% de sus bancas en Diputados, y en el Senado el 48% (FP) y el 38% (LLA). Por su parte, los espacios chicos son los que más arriesgan: la izquierda debe revalidar sus dos bancas en Diputados y la única que tiene en el Senado, mientras que Somos Bs. As. renueva 11 de 18 en la Cámara Baja (61%) y 7 de 8 en la Cámara Alta (88%).
Si se repitieran los resultados de la primera vuelta del 2023, y considerando que la mitad de los votos que entonces sacó JxC vayan hacia el PRO subsumido por LLA y la otra mitad a los radicales y PRO díscolos de Somos, Fuerza Patria ganaría dos nuevas bancas en Diputados (21 contra las 19 que arriesga) y mantendría las 10 que pone en juego en el Senado. Por otra parte, LLA sumaría 5 escaños en Diputados, pasando de 13 a 18, y crecería de 13 a 19 bancas en el Senado.
“Se observa que de mantenerse vigente este ejercicio en las elecciones, Fuerza Patria se quedaría con las secciones Primera, Tercera y Octava; LLA con la Segunda, Quinta, Sexta y Séptima; en tanto que habría paridad en la Cuarta”, expresó Salinas, y agregó en ese sentido que “las secciones Primera y Octava muestran mucha paridad en el ejercicio, no sería descabellado que la distribución de bancas pueda sufrir algunas alteraciones. Pienso concretamente en que puedan quedar en manos de LLA”.
El dato en este escenario sería la extrema paridad que quedaría expresada en la nueva Legislatura entre el peronismo y LLA. En el Senado, Fuerza Patria quedaría con 21 bancas contra las 19 de los libertarios (11 de LLA y 8 del PRO). La llave del desempate quedaría en manos de los “libertarios blue” de Unión y Libertad (3 bancas que no arriesgan en esta elección), y de Somos (también 3 bancas).
En Diputados, la paridad quedaría casi replicada. Fuerza Patria sumaría 39 bancas, mismo número que alcanzaría el rejunte de LLA (20), el PRO (11), más los libertarios blue de Unión y Libertad (5) y Nuevos Aires (3). Las 12 bancas con las que quedaría Somos Buenos Aires y las 2 de Hechos resultarían determinantes en términos de la mayoría simple, el poder de veto y el quórum de la Cámara Baja provincial.
Con este panorama de extrema paridad hacia la Legislatura que viene, y con la certeza de que como mucho ganará 3 de 8 secciones electorales, Fuerza Patria se juega todo al resultado medido en el número total de votos. Si una buena diferencia en la Tercera y buenas performances en la Primera y la Octava lo colocan por encima de LLA, el 7 de septiembre a la noche el peronismo iniciará su camino hacia las elecciones nacionales con un discurso victorioso que busque replicar en octubre el triunfo provincial. Si, por el contrario, Fuerza Patria pierde no solo en cantidad de secciones sino también en el total de votos, no sería raro que los pases de facturas entre las tribus peronistas arranque antes de los comicios nacionales.