La línea de ferrocarril Sarmiento opera este viernes con demoras y cancelaciones debido a conflictos gremiales, desde las primeras horas de esta mañana. Así fue informado a través de los canales de comunicación oficiales de la línea ferroviaria en pleno inicio de los servicios, aunque sin detallar cuál o cuáles son los motivos que originaron el problema.

En ese marco, la mañana inició con un fuerte efecto para el transporte al tratarse de la línea central ferroviaria del oeste del conurbano y uno de los puntos neurálgicos de conexión de esa zona de la provincia con la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Sus ramales atraviesan distritos clave como Tres de Febrero, Morón, Ituzaingó, La Matanza, Merlo, Moreno, General Rodríguez, Luján, Mercedes, Marcos Paz, General Las Heras y Lobos.

Si bien no hay explicaciones puntuales sobre el conflicto de este viernes, tiempo atrás hubo un problema similar por una medida de fuerza que se extendió durante tres jornadas. 

En ese momento, quien se pronunció fue el dirigente sindical y referente de izquierda, Rubén “Pollo” Sobrero. “La empresa sigue avanzando contra nuestros derechos suspendiendo y amedrentando a nuestros compañeros. Ponen de rehén a los usuarios generando una guerra de trabajadores contra trabajadores, lavándose las manos y siendo totalmente incompetentes en su trabajo”, fue la explicación del gremialista en esa oportunidad.

Asimismo, esta medida en el sector ferroviario llega luego de semanas previas marcadas por protestas y lockout de transportistas, en el rubro de micros de larga distancia y líneas urbanas. El caso que más repercusión tuvo en el último mes fue el de la empresa Metropol, que decidió paralizar sus servicios en demanda de pagos de subsidios adeudados, según denunciaron.

Es que, acorde a lo que han explicado, el Gobierno decidió cortar el esquema de subsidios que permanecía vigente desde la pandemia, cuando el Estado se dispuso a cubrir una parte importante de los fondos del sector. Al reanudar la dinámica previa a la pandemia, desde las cámaras empresarias manifestaron su descontento y, tras meses de escalada en el desacuerdo, decidieron parar el servicio.