A diferencia de sus jefes políticos a nivel nacional, en la provincia de Buenos Aires se impone el pacto de no agresión entre los contrincantes de los “halcones” y las “palomas” de Juntos por el Cambio para la gobernación, Néstor Grindetti y Diego Santilli.

Políticos de experiencia, con un perfil no confrontador, tanto el diputado nacional que responde a Horacio Rodríguez Larreta, como el actual intendente en uso de licencia de Lanús, aliado de Patricia Bullrich, prefieren hablar de las acciones de un eventual gobierno cambiemista en el territorio que concentra casi al 40 por ciento del electorado.

Desde los equipos de campaña de Grindetti y Santilli se encargan de remarcar que el verdadero adversario es el actual gobernador de Unión por la Patria, Axel Kicillof. Con este mismo enfoque táctico, ambos optaron por evitar debates públicos a fondo sobre la interna de la coalición. En esto influye que los candidatos siguen los consejos de dos armadores que mantienen un perfil bajo intachable. Por el lado de Grindetti, el diputado bonaerense y su mano derecha Adrián Urreli; y, por el santillismo, el candidato a primer diputado por la Primera sección electoral, Agustín Forchieri.

Santilli reconoce públicamente que Grindetti realizó una “buena” gestión en Lanús pero desde su entorno esquivan cualquier tipo de caracterización. “Nosotros no hablamos de Néstor Grindetti. Es una definición estratégica. Nosotros polarizamos y mostramos nuestras diferencias con el gobernador. En términos de prioridades de gestión y valores. Esa fue siempre la campaña de Diego Santilli. No habla de los compañeros de equipo”, señalaron ante la consulta de Diagonales.

En Provincia no hay pelea: Santilli y Grindetti optan por una interna "tranquila"

Quizas el punto de mayor tensión sea la táctica de Grindetti de autoproclamarse “bonaerense”, en contraposición con Santilli, que no le contestó ni una sola vez. Grindetti, que esta semana recorrió con detenimiento el interior de la provincia, también busca relucir su experiencia de “gestor”: primero como titular de Hacienda de la Ciudad de Buenos Aires durante el gobierno de Mauricio Macri; y, luego, como intendente de unos de los principales distritos del conurbano, como lo es Lanús. Bullrich lo acompañó en el segundo spot de campaña e hicieron foco en la seguridad, donde apuntaron contra los "sindicalistas ricos", los "narcos" y los "políticos con privilegios".

“El Colo”, por su parte, busca referenciarse por su expertise en Seguridad cuando estuvo a cargo en CABA, un tema sensible para el electorado bonaerense, que suele aparecer entre los tópicos más preocupantes junto con la inflación y la retracción salarial. Larreta busca pegarse a su figura y presenta a Santilli en su último spot como el “David que venció a Goliat”, en alusión a la victoria de su ladero durante las legislativas de 2021 frente al aparato peronista de la provincia: “Ahora se viene la elección más importante de nuestras vidas, porque no se puede cambiar a la Argentina si no se cambia a la Provincia”.

Tanto él como Grindetti, en sus recorridas, suelen reiterar sus intenciones de “poner más policía en la calle”, atacar al narco y al delito. De acuerdo al lugar donde se encuentren en campaña, por ejemplo en el interior de la provincia, ambos tienen “cintura” para virar hacia temas como la situación educativa o el panorama productivo y laboral. Pero el riesgo es que se diluyan sus perfiles, y que los votantes no distingan a un candidato del otro.

En Provincia no hay pelea: Santilli y Grindetti optan por una interna "tranquila"

Al menos en estos días, este panorama difuso favorecería a Santilli, lo que permite ver cierta lógica en su estilo de no responder al adversario. Según un informe de la consultora Isonomía, la dupla larretista Diego Santilli y Gustavo Posse duplica al binomio bullrichista de Néstor Grindetti y Miguel Fernández. En este relevo, Santilli acumula el 21,5 por ciento de votos, frente al 9,6 que cosecharía Grindetti. Lo más preocupante para JxC es que la suma de los dos precandidatos no alcanzaría para vencer a Kicillof en octubre, que reúne el 33,5 por ciento.

En esta encuesta que también mide los pisos y los techos de cada candidato, Grindetti acumula un porcentaje mucho mayor de desconocimiento a nivel provincial que Santilli: 22 puntos contra 9 del “Colo”. Y a la consigna “no lo votaría nunca”, el 52 por ciento de los consultados apuntó al intendente, mientras que el 42 por ciento haría lo propio con el diputado.   

Desde el equipo de campaña de Grindetti saben que los lugares donde JxC debe mejorar su performance es en la Primera y sobre todo la Tercera sección electoral, bastión conurbano del kirchnerismo, que reparte el 34 por ciento del padrón provincial.

“En el interior de la Provincia en general siempre nos va mejor, en la Primera siempre nos va mejor que en la Tercera, y en la Tercera es donde perdemos. Pero la clave será perder ahí por el menor margen posible”, comentaron a Diagonales. Plantean que si se produce este escenario podrán repetir el “batacazo” de 2015 de María Eugenia Vidal como gobernadora y los triunfos en las legislativas de 2017 y 2021.

En ambos equipos saben que para despegar y ser competitivos en la provincia, no basta solo con los 111 municipios que conforman el interior, aunque no reniegan del apoyo que cosechan en esos territorios donde se concentran 8 millones de electores, más que en Córdoba, CABA y Santa Fe juntos. Es por eso que establecieron un progresivo refuerzo territorial en el caliente conurbano. “Tanto Diego (Santilli) como Gustavo (Posse) van a ir al conurbano pero sin descuidar el interior”, confiaron desde el equipo de Posse a este medio. La misma definición tomaron desde el grindettismo.

Saben que no se puede regalar nada, y que la "gran batalla" está a la vuelta de la esquina.